Natalia Lobo siempre se destacó por sus interpretaciones como actriz, por su profunda voz sensual de cantante y ahora está dedicada de lleno a conocerse a sí misma. Este cambio rotundo de vida tuvo su inicio en el año 2019, antes de la pandemia.
Al aire de Implacables, el ciclo de Susana Roccasalvo, por El Nueve, la actriz concedió una entrevista en la que abrió su corazón. “Mi casamiento fue a todo color, quería entrar como un barco porque ahora uno tiene que vivir sus propias películas, hacer lo que uno siente”. Y enseguida continuó: “Uno es su peor enemigo, estoy acá chicos”.
Entonces llegó la presentación por parte de Roccasalvo. “Ya no es la Natalia Lobo actriz y cantante que tanto conocimos sino que se ha reinventado en su nuevo estilo de vivir”. De inmediato le dio pie a la invitada para que cuenta todo acerca de su nuevo estilo de vida.
“Un día estaba grabando en un motorhome en el 2019 y dije ‘¿qué hago acá?’ y fue una sorpresa para mí, porque fue como un anuncio de algo. A fin de año tuve un tema de salud, un tumor en el colon, y las enfermedades te ubican de inmediato, si tenías media duda de algo, la salud es como la cachetada que te ubica y que te hace entender que hay algo que cambió. Por suerte me entregué y salió todo bien. Lo unico que importa es la salud, te das cuenta que la vida es un milagro y que uno tiene que empezar a encontrar qué es lo que le hace bien”, reveló Natalia.
Acto seguido, continuó con su emotivo relato: “Por suerte empezó la pandemia porque me hizo bien meterme conmigo misma, empecé a conectarme con las mujeres de mi familia. Mi abuela era la curandera del pueblo, mi mamá siempre habló de Buda, de las piedras, de Machu Pichu, yo crecí con eso, pero quería ser famosa. En la pandemia empecé a conectarme con todo eso y sentí que quería compartir todo lo que a mí me hacía bien, porque además tenía que comer sano por mi tema de salud”.
Esta nueva vida introspectiva, la llevó a organizar encuentros junto a la naturaleza. “Con una amiga psicóloga nos dimos cuenta que esto es lo que queríamos hacer ahora: armar experiencias para que la gente empiece a conectar con lo más básico, que es la naturaleza. Entrar en un círculo de sanación. Cuando te retirás de la ciudad unos días y te conectás con la naturaleza, te das cuenta lo mal que vivimos en la ciudad. Yo siento que tengo como una gran percepción, no videncias como mi mamá”, relató.
Más adelante, Lobo se refirió a su pareja, con quien se casó después de superar el tumor maligno que la aquejó en los intestinos. “No pensaba que me iba a casar, la propuesta de casamiento fue en realidad en la esquina del consultorio del médico cuando a mí me dijeron que tenía lo que tenía, nos asustamos mucho y me dijo cuando termine todo esto nos casábamos. Fue un momento súper fuerte, él me cuidó un montón, me cuidó muchísimo”, expresó entre lágrimas.
Con respecto al medio en el que trabajaba, Natalia también comenzó a entender de qué se trataba “Lo que tiene este medio es que puede ser cruel, como que estás siempre en un estado de alerta, no sabés si te van a volver a llamar. También es un gran maestro, porque te tenés que entregar. La vida es una gran escuela, estamos acá para aprender”.
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