Semanas atrás, y con autorización de la familia, Marcelo Polino hizo pública la situación por la que atraviesa Antonio Gasalla. El periodista contó que el capocómico de 82 años transita “un momento muy delicado de salud” y reveló que desde hace dos años tiene problemas cognitivos. “Está perdiendo su memoria y a veces no reconoce a ciertas personas que se le acercan, y le pidieron que firme cosas, lo manipularon”.
En ese marco, Polino contó que la familia del artista (compuesta por su hermano Carlos, su cuñada y sus sobrinos) pidió la intervención de la Justicia para proteger su patrimonio y que hay una investigación que se lleva a cabo hace un año y medio. “Le han robado dinero y muebles, gente que se aprovechó de esta situación”, sostuvo el periodista que es amigo y vecino de Gasalla, en el barrio de Recoleta. Mientras tanto, Antonio permanece internado en el Sanatorio Otamendi, en donde están evaluando su “determinación de la capacidad”.
La primera en presentarse en la Justicia fue Julia Elena Díaz, a quien señalaron de intrusar la casa del artista. En diálogo con Teleshow, la mujer contó datos hasta ahora desconocidos: que el cómico dormía en el sillón de su casa porque su cama eléctrica había quedado trabada, que no tenía contacto con sus colegas ni amigos, que su vestimenta no estaba en condiciones y que su celular estaba roto. Por caso, fue ella quien se hizo cargo de los gastos para arreglarlo.
Quien también sumó su testimonio fue Miguel Ángel Pierri, abogado de Gasalla durante los últimos 20 años y que hace 10 días dejó sus funciones como tal. Según indicó el letrado a Teleshow, se llegó a una decisión de común acuerdo ya que él era su abogado laboral, se encargaba de sus asuntos contractuales y el cómico dejó de trabajar el verano 2020: lo último que hizo fue temporada de verano en Mar del Plata junto a Marcelo Polino, con producción de Guillermo Marín.
“Yo ya no tenía mucho que ver. Si Antonio había dejado de trabajar, no tenía lógica que siguiera siendo su abogado”, aseguró Pierri, quien decidió salir a hablar púbicamente ahora porque en los últimos meses estuvo encargándose de su propia salud: fue operado del corazón y estuvo en rehabilitación. Su relato sobre el presente de Gasalla coincide con el de Juliana Elena Díaz, a quien dice no conocer. En tanto, aclaró que muchas de las cuestiones se las enteró por lo que ella contó, y porque también habló con el entorno del cómico.
El abogado reveló que la histórica empleada del artista, al igual que su contadora y su asistente, renunciaron a sus respectivos trabajos después de años a su lado. “Es cierto que Antonio tiene una vida de relaciones, pero con la pandemia quedó aislado y muy solo. Yo iba cuando me llamaba, pero había muchas restricciones con la circulación”, recuerda y aclara que jamás atravesó más allá del living de su departamento, que no conoce el resto de las instalaciones.
También aseguró que recibió llamados de alerta de quienes conocen al cómico por ser vecino del barrio, y que le contaron que lo veían almorzando desalineado en un bar al que solía ir. “Me llamaron preocupados”, continuó y se refirió a la aparición de “supuestos policías que lo iban a cuidar por las noches”: “Precisaban ciertas personas que lo visitaban muy tarde. Eso preocupaba a los encargados”, esgrimió.
La última vez que Pierri estuvo personalmente con Gasalla fue en noviembre del año pasado. “Lo vi bastante bien -recordó-, tenía algunas pérdidas de memoria normales de su edad. Lo que la pasaba era que estaba solo”. Y agregó que el artista sufrió de manera considerable la muerte de Enrique Pinti, en marzo 2022: “Le afectó mucho”.
Por su parte, destacó que en el último tiempo intentó comunicarse por teléfono y pensó que el artista no respondía, pero que recién supo ahora que en verdad su celular no funcionaba: “Esta mujer fue la que lo puso en conocimiento, que tampoco tenía televisor, la cama rota. Pensé que no atendía”.
También quiso dejar en claro que él no considera que Gasalla haya sido víctima de algún robo. “Escuché que alguien dijo que le habían reventado la caja fuerte y llamé a quienes eran sus encargados en ese momento y me dieron que cierta vez Antonio había olvidado la combinación y que su hermano Carlos había llamado a un cerrajero y tuvieron que reventarla”, dijo asegurando que la misma no había sido violentada como trascendió desde su círculo.
De igual forma, respecto a la computadora que dicen que le robaron, aseguró que el propio Antonio le dijo que se la regaló a uno de sus asistentes para que escribiera su biografía, ya que él no tenía las herramientas para hacerlo. “Y es la única computadora que vi toda la vida en su casa, no tenía otra”, resaltó.
Además, reveló que en las imágenes que grabó Díaz junto a Gasalla se visualizan esculturas que su entorno había dicho que le faltaban. “Los bustos están ahí. Nadie robó nada. No entiendo cuál es la idea de decir que le robaron”, contó sorprendido el abogado, que también aclaró que en los 20 años que trabajó junto a él jamás tuvo acceso a sus cuentas bancarias. “Sí hubo una vez, en enero 2020, que Antonio me contó que había puesto en venta su departamento y apareció un vivo queriéndolo comprar a la mitad de precio y lo saqué carpiendo cuando me enteré”, hizo la salvedad y también contó que ese mismo año encontró, luego de que el cómico le pidiera ayuda, un departamento que él no recordaba que tenía.
“A la familia de Antonio la vi cinco veces. No porque no estuviera presente, sino porque no hubo problemas”, detalló sobre el vínculo que tiene con los parientes de su excliente, con quien trabajó durante los últimos 20 años.
“Es todo muy raro. Me llama la atención que digan que le robaron cuando no le robaron nada. No sé por qué lo dicen. Alguien está interesado en aislar a Antonio. ¿Quién? No sé, no tengo idea. Dirán que le robaron para querer manchar a alguien, quieren buscar un hecho para perjudicar a terceros”, reflexionó Pierri sobre el presente de Gasalla. Y agregó: “Antonio mantenía a todos. De su plata se pagaban los servicios de todos. Por lo menos en dos o tres gestiones de pagos que hicimos, fue así”.
Por último, el abogado aseguró que las veces que visitó a Antonio Gasalla en su casa, su entonces cliente estaba acompañado por su asistente o personal, y que eran más las veces que lo recibía en su estudio.
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