Flor Torrente, íntima: la experiencia de filmar sumergida en agua helada y por qué sin el ejercicio “no sería una persona muy agradable”

La actriz, que acaba de estrenar la película Reparo, junto a Luciano Cáceres, mantuvo una charla a solas con Teleshow

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Entrevista a Flor Torrente - La experiencia de filmar un mes en la Patagonia

Llega con el pelo más corto y una sonrisa a la entrevista con Teleshow. Flor Torrente es simpática, charlatana y le gusta pronunciar cada frase tomándose el tiempo de pensar lo que dice. Heredó de su mamá, Araceli González, su belleza, a primera vista, y luego, según admite, el amor a la verdad y a ser respetuosa con lo que siente.

La semana pasada estrenó Reparo, el filme que filmó junto a Luciano Cáceres y un gran elenco en plena pandemia. Para el rodaje, el equipo entero se instaló un mes en Chubut, y junto a la directora, Lucía Van Gelderen, vivieron una experiencia increíble, en contacto con la naturaleza de la Patagonia.

—¿Cómo fue filmar una película íntegramente en el sur del país?

—Fue muy hermoso, fue una gran experiencia. Lu Van Gelderen, la directora, que es una divina y es oriunda de Puerto Pirámides, me dijo: “Mirá Flor, que hay poca agua, a veces se corta la luz, no hay Internet”. Y yo le dije: “Tranqui Lu, no pasa nada, está todo bien, vamos a laburar, está buenísimo”. Pero resulta que el primer fin de semana que llegamos se cortó la luz todo el fin de semana.

—¿Y no pudieron trabajar esos días?

—No, igual era fin de semana, arrancamos recién el lunes, fue como un debut espectacular, y ese paso a la desconexión, de lo que venía el mes siguiente. Estuvimos un mes allí: un lugar absolutamente mágico, un lugar donde tiene sentido que las ballenas vayan ahí. Cuando llegás te preguntás: “¿Por qué acá?”. Y ahí entendés todo: es muy particular energéticamente, visualmente, ese mar, las restingas, la gente, todo tiene una magia y una mística. Es un cuentito muy lindo de poder contar, y de tener la chance de vivir esa experiencia, porque salís atravesado de ese lugar.

Entrevista a Flor Torrente - "No sé cuándo pero en algún momento me gustaría ser madre"

Hiciste escenas en el agua. ¿Aprendiste buceo?

—La verdad es que yo soy muy fan de que cuando quiero hacer las cosas las quiero hacer bien. Además de perfeccionista, soy fan de aprender, me gusta saber de qué estoy hablando, me gusta saber lo que estoy haciendo o por lo menos, entenderlo. La primera escena era meterse en el agua, todos con trajes, y yo tenía que nadar en malla, hacer la plancha como si hicieran 50 grados de calor. Así que dije: “Okey, listo, tengo que prepararme para esto, porque no es una estupidez”. Todos me dijeron: “¿Querés tocar el agua?”, pero no quise. Ahí mismo me pidieron que si no sentía algo del cuerpo, o si empezaba a temblar o me mareaba, les avisara. Me aclararon: “Vas a estar solo 10 minutos en el agua”. Yo no sabía lo fría que iba a estar el agua, pero no quería atreverme a tocarla porque era peor. Ahí pense: ”Si estoy en acción ya está, si está la toma arrancada no la voy a cortar”. Así fue como entonces intuitivamente empecé a hacer como jumping jacks, empecé a saltar, a entrar en calor y dije: “Bueno, listo ya estoy, ¡acción!, me meto”. Y cuando entré pensé: ”Ah bueno, esto es agua del sur, agua como de lago”. Intenté entrar como en un estado meditativo porque mi cara tenía que parecer que la estaba pasando bien, y fue espectacular. Empecé a hacer la plancha, a respirar y de pronto ese momento tan incómodo empezó a ser muy placentero. Fue muy raro, como esa incomodidad llevada al placer. Y no me di cuenta: estuve 25 minutos adentro del agua helada.

El tráiler de Reparo, la película de Flor Torrente

Y salió una gran escena...

—Hicieron tomas de todos lados, y fue espectacular. Y ese día dije: “Okey, quiero aprender a bucear”. Había buceado a los 18 años pero no había hecho un curso de buceo, y a partir de esa experiencia me decidí a hacer (el método de nado en aguas heladas) Wim Hof.

Sos una mujer multifacética, tenés tu marca de ropa, sos artista, te gusta la música, sos actriz también...

—Sí, tengo muchos intereses desde muy pequeña; creo que eso es algo que siempre me inculcó mi madre. Ella me dio herramientas y me presentó todas las posibilidades que existen o que ella tenía al alcance de su mano para que yo pudiera elegir. Y lo que me pasó es que cuando era más chica, cuando tenía 18 años, a mí me gustaba el arte en general: la música, cantar, la actuación, la fotografía, dibujar, pintar... Me gusta hacer todas esas cosas, y me acuerdo que todo el tiempo me decían: “Bueno, pero tenés que elegir algo”, y yo decía: “Pero yo no quiero elegir algo, a mí me gusta todo esto que yo hago, porque lo disfruto, porque lo hago con respeto, con constancia, con placer y con ganas”. Y creo que si uno lo hace de ese modo, puede hacer lo que quiera.

—¿Te considerás una mujer fuerte o más sensible?

No creo que haya mujeres fuertes o mujeres sensibles, creo que todos somos un poco de todo, y que la vida nos va enseñando determinadas cosas, que a veces nos hacen más fuertes y a veces un poco más sensibles. Pero estoy segura de que somos una mezcla de un montón de emociones, en un cuerpo.

Entrevista a Flor Torrente - "Creo que mi hermano fue muy valiente en hacer público el abuso sexual que vivió en su infancia"

—¿Cómo te llevás con los estereotipos femeninos o con las presiones sociales que a veces se cargan sobre las mujeres?

—Eso existe y va a existir siempre, el tema es en qué lugar uno se coloca. Para mí no es una presión no ser madre, por ejemplo: me gustaría ser madre en algún momento, pero no ahora. Tampoco quiere decir que todo el mundo tenga que ser madre, para nada, digo que cada uno tiene que elegir lo que tenga ganas de hacer en su vida porque la vida es personal e intransferible. Hoy mi prioridad está más focalizada en mi trabajo y en construir mi pareja.

—Con tu novio se conocieron en pandemia. ¿Cómo fue el primer encuentro presencial?

—En realidad nos conocíamos de antes, pero empezamos a tener un vínculo más de pareja en pandemia. Y el primer encuentro fue muy hermoso porque fue conocerse de otro modo, en otro aspecto. Y cuando nos encontramos tuvimos esa sensación como si nos conociéramos de toda la vida. Nunca más nos separamos.

—¿Cuánto tiempo llevan de novios?

—Ya tres años, y convivimos también. Por eso: ahora es época de construir, de afianzar, de fortalecer, crear cimientos.

¿Cómo viviste vos cuando tu hermano, Tomás, contó públicamente el abuso sexual que vivió en su infancia?

—Me pasa algo que siento que no tengo más ganas de hablar del tema. Creo que si mi hermano lo expuso es porque él necesitaba compartirlo y está bien, creo que está buenísimo que lo haya hecho, que así como a él la exposición de otra persona le despertó su recuerdo, lo que él expuso quizás ayudó también a otra persona, y eso me parece muy importante. Siento que es muy fuerte, y que es de muy valiente, primero descubrirlo, después aceptarlo en algún punto y luego poder exteriorizarlo para poder sanar.

Entrevista a Flor Torrente - "La meditación me ayudó a superar los ataques de pánico"

—En algún momento de tu vida tuviste ataques de pánico. ¿Ccómo los superaste?

—Mi herramienta en general es la meditación. Meditar me enseñó muchas cosas, y con eso entendí que la respuesta siempre la tenemos nosotros, que la búsqueda siempre es interna, y que hay que frenar. Y frenar no quiere decir que dejes de hacer tu vida, pero sí frenar un instante y poder observarte, entender qué te pasa, poder ser consciente de tu cuerpo. Cuando a mí me sucedió eso yo era mucho más chica, tenía 26 años y estaba trabajando muchísimo. En una vorágine siendo muy chica, como dentro de un loop de “me levanto temprano, salgo, trabajo todo el día, vuelvo, termino de trabajar, me acuesto, me levanto temprano...”. ¿Y el momento de instropección? ¿Y el momento de comer saludable? ¿Y el momento de hacer ejercicio? Son muchas cosas que durante muchos años se tildaron de estéticas y no son así. Porque uno no solo hace ejercicio porque se quiere ver bien. La verdad es que si yo no hiciera ejercicio no sería una persona muy agradable. Yo creo que el ejercicio, la meditación y el trabajar internamente pueden sacar de nosotros una mejor versión. Si nunca frenamos pasan las cosas que pasan y hay mucha agresividad, la gente es muy poco tolerante y pasan muchísimas cosas que yo creo que tienen que ver con el cansancio, con el no trabajo interno.

—¿Qué heredaste de tu mamá?

—Un montón de cosas heredé de mi madre: el amor a mi familia, al arte, a la verdad, a ser sincero con uno mismo, a ser respetuoso con uno y con el otro. El yoga también me lo acercó mi madre, muchas de las cosas que yo hoy hago también me las acercó ella, y en el camino uno siempre tiene que aprender cosas y mejorar, porque es el ciclo de la vida. Ese trabajo, estoy segura, es ciento por ciento personal.

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