El 28 de marzo de 2022, Daniela Viaggiamari, más conocida por su nombre artístico Dani La Chepi, anunció la muerte de su padre Alberto. A través de un conmovedor posteo en su cuenta de Instagram, la artista despidió a su familiar, de 73 años, y recordó algunas de las cosas que le enseñó a lo largo de su vida.
“Hoy 8 am, después de 9 años de sufrimiento pudiste descansar. Gracias Dios por darle la paz que tanto merecía. Gracias Pa por enseñarme hasta el último respiro que “pa’ atrá” sólo para tomar impulso”, escribió en la primera parte del mensaje.
“Que las cosas se ganan con esfuerzo, laburando y siempre respetando al que esté a mi lado. Gracias por los hermanos que me diste y por la vieja que elegiste. Gracias viejo por cada palabra en el momento justo”, continuó.
“Elijo recordarte sonriendo mientras repetías tus mejores frases: ‘Lo importante es ser feliz, lo demás es cotillón’ y que hay 3 maneras de hacer las cosas ‘La mala, la buena y la tuya’, vos siempre elegí la tuya Dani. Gracias Alberto José Viaggiamari. Orgullosa de haber sido tu hija. Te amo querido viejo. 3/3/49-28/3/2022″, concluyó.
Pasado poco más de un año de ese movilizante momento, en una charla con Fer Dente la intérprete brindó más detalles de la unión que había entre ambos. “El tema ‘Uno’ fue el primer tango que yo me animé a cantarle a mi papá, que ahora ya no está”, comenzó su relato en Noche al Dente (América).
“Me acuerdo que miraba para abajo y me dijo: ‘¿Sabés qué pasa, Mema, al tango hay que decirlo, ah que vivirlo, y todavía no sabés lo que estás diciendo’”, la aconsejó. Y esas palabras se resignificaron tiempo después: “Pasaron muchísimos años, él tuvo un ACV y yo estaba sin laburo, no tenía para morfar, y me fui a una audición porque Cacho Castaña abría Café La Humedad y ahí me di el lujo de cantar ‘Uno’ sabiendo lo que estaba diciendo”, continuó la intérprete.
Recordó que en ese momento fue hasta el sanatorio a contarle a su padre que había cantado ese tema tan especial para ellos. “Él ya no podía hablar, pero su expresión y cómo abría los ojos y me miraba y me dije ‘puta, tenía razón, había que vivirlo para poder cantarlo’”, rememoró. Y sintió que entonces sí estaba preparada para hacerlo.
Tras ello, se emocionó al rememorar la llegada de su hija: “Yo a busqué a Isa, yo quería ser mamá. Y cuando quedé embarazada, porque yo no sabía, y por una animalada de la ginecóloga que me dijo ‘bueno, nueve de cada diez embarazos se pierden’, yo me fui pensando que era un garrón, y era la primera nieta de la familia y mis viejos esperando este momento, y a la semana de enterarse mi papá de que estaba embarazada, le dio el ACV”, recordó.
“No se pudieron conocer, no se pudieron disfrutar”, lamentó Daniela. “Cuando pasó esto yo sentí que me moría e Isa vino a levantar a la familia. Fue un ‘OK, acá vengo yo’, y ella vino a levantarnos, porque él creo que ahí se fue aunque estaba ahí. Yo creo que sin Isa, y no me da vergüenza decirlo, no estaría acá hoy, ni acá ni en ningún lado. Es mi motorcito. Por supuesto que yo soy mi propio motor, pero ella es esa sonrisa que dice ‘dale, mami, vos podés’”, señaló conmovida. Y apeló a un dicho popular para revelar otra conversación con Isabella.
“¿Viste ese refrán que dice que si te sobra plata cuando te morís es que hiciste mal las cuentas? Me preguntó mi hija qué quería que ella haga cuando yo me muera, y le dije que sea feliz y que aprenda a disfrutar, algo que a mí me cuesta muchísimo”, cerró.
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