Es curioso, le gusta experimentar, moverse por diferentes terrenos para no aburrirse. Por este motivo, a lo largo de su carrera Nicolás Pauls se ha desempeñado en roles diferentes como músico, actor y conductor. En este momento, está al frente de Fantasmas en la política, un programa de Canal (á) en el que se narran experiencias paranormales que ocurrieron en diferentes edificios históricos de la Ciudad de Buenos Aires.
En una entrevista con Teleshow, el artista multifacético habla del desafío de conducir este ciclo de entrevistas sobre lugares poseídos por fantasmas o personajes de la historia. Además, señala que se prepara para volver al teatro con José María Muscari mientras lanza un nuevo disco. Más allá de tener muchos compromisos laborales, asegura que puede mantener un equilibrio con la crianza de sus hijos, a quienes les enseña que vale la pena defender lo que uno ama y la importancia de tener una buena alimentación.
—¿Cuáles son los aspectos más interesantes de Fantasmas en la política?
—En el ciclo soy un receptor de las historias de las personas que trabajan en los diferentes edificios históricos, como el Congreso de la Nación. Allí hicimos una recorrida desde el cuarto piso para abajo con una persona que trabaja hace 40 años y relató muchas historias. Cuando fui al Club del Progreso, me movilizó un poco saber que ya había estado en ese lugar, donde funciona un templo masónico y yo no sabía. Y en el Palacio de Aguas Argentinas hay muchos mitos, como que allí asesinaron a Felicitas Alcántara y escondieron el cadáver de Evita. También recorrí el Museo Sarmiento que quedaba a 300 metros de la casa donde viví hasta los 13 años. Pasé muchas veces por ese lugar, pero esta vez fue distinto porque escuché las experiencias que vivieron los trabajadores.
—Cuando vi uno de los programa me impresionó lo que ocurre con el sillón que Sarmiento utilizó hasta el día de su muerte. Y sobre todo el hecho de que hay un cementerio abajo del museo.
—Es tremendo. La gente que trabaja dice que se siente una energía muy particular cuando de noche pasan por al lado del sillón mortuorio de Sarmiento. Incluso varios de seguridad me dijeron que pidieron el traspaso de la noche a la mañana, porque en la noche era una locura todo lo que pasaba y no querían seguir atravesando eso.
—¿Tuviste experiencias paranormales?
—Desde muy chico creo, entiendo y estoy convencido de que no hay una vida solo material, de cuerpo físico. Es mucho lo que sucede en distintos planos, y eso es lo que sentía de chico. Ahora, eso es diferente a tener este tipo de experiencias. Yo no tuve una experiencia concreta de ver a un hombre tirándose como me contaron en el Congreso y después miraron las cámaras de seguridad y no vieron nada. Lo que sí siento es que conviven muchos planos distintos, con energías y entidades diversas. Y eso es lo que el programa refleja de manera muy cabal.
—¿Recordás alguna historia que te haya sorprendido de las que te contaron en el ciclo?
—Me impactó unas apariciones que vieron en el Museo Yrurtia que queda Belgrano. Varias personas de seguridad haciendo la recorrida nocturna por el jardín vieron a una mujer vestida de blanco, yéndose hacia el cielo, en forma de espiral. Hay una situación que se repite en los diferentes edificios: cuando alguien ve una aparición, le cuesta compartirlo, y cuando decide contarlo encuentra que al otro también le había sucedido lo mismo. Entonces a partir de ahí tienen la sensación de haber vivido la misma experiencia.
—¿En que rol te sentís más cómodo: como actor, conductor o músico?
—Todo lo que busco emprender en la vida tiene que ver con una curiosidad y con experimentar distintos territorios. No me interesa quedarme en un territorio, me parece aburrido. Tampoco tuve nunca la necesidad de elegir exclusivamente uno, cuando hay un montón de cosas que me interesan en la vida y que tal vez no están únicamente relacionadas al arte. Siempre me gustó conducir programas; lo primero que hice en el 95 fue un segmento de música de un ciclo que conducía Gastón Portal. Hice Volver Rock y LP, un programa en el que hablaban autores y escritores argentinos. Mientras que en la TV Pública hice Vivo en Argentina durante casi tres años.
—Sos papá de tres hijos. ¿Te cuesta hacer equilibrio entre la paternidad y el trabajo?
—No. Aunque estoy haciendo un montón de cosas simultáneamente siempre encuentro la forma de estar presente con mis hijos. Para mí la paternidad, la crianza, es una experiencia maravillosa, agotadora, extraordinaria, retributiva y transformadora, la más reveladora de todas, sin dudas.
—¿Cuáles son los valores que considerás importantes transmitirles a tus hijos?
—Defender lo que uno ama, ese es el éxito. Más allá de la repercusión o lo que suceda económicamente, si defendés lo que amás sos una persona exitosa. Entonces les transmito sistemáticamente eso: que si encuentran algo que les gusta, vayan por ahí. No significa que van a estar toda la vida haciendo lo mismo, pero es importante que cuando lo hagan, lo hagan con amor, entrega y convicción. La perseverancia tiene que ver con defender lo que amas básicamente.
—¿Cuándo decidiste cambiar tu alimentación y ser vegano?
—Hace 30 años que deje de consumir animales porque entendí que no tenía ningún sentido provocar ese sufrimiento para alimentarse, así que cambié radicalmente mi alimentación. Para mí es el foco más importante que hay que tener, es todo, no es solamente la comida, es lo que leés, lo que ves, la música que escuchás, las personas con las que te relacionás. Todo eso te va a nutrir. Si te pasás la vida leyendo noticias que provocan terror, posiblemente vas a vivir aterrado. Entonces, la comida que ingerimos va a nutrirte o enfermarte. Tal vez le dé más importancia a la alimentación que a muchas otras cosas en la vida, además, porque me gusta cocinar, es lo que más disfruto en la vida. Siendo consciente de lo que ingerís vas a mantener una salud buena.
—¿A tus hijos también le transmitís la importancia de una buena alimentación?
—Por supuesto. Yo les doy mi punto de vista, y después cada uno elije su camino. No tenemos los mismos gustos, lo que a mí me gusta puede no gustarle a mis hijos. Pero creo que hacer foco en la alimentación es el punto número uno de todo.
—¿Con tu hermano Gastón suelen hablar de trabajo y se apoyan en los distintos proyectos que hacen?
—Con Gastón conversamos de un sinnúmero de cosas, de proyectos y de trabajar juntos. Somos grandes amigos, más allá de ser hermanos.
—¿Vas a volver al teatro?
—Sí, estamos ensayando una obra que se llama Plagio que estrena a fines de mayo. Es un proyecto de José María Muscari que escribió junto con Mariela Asencio. Es una misma historia, pero contada en funciones de distintos días por distintos elencos. Son todas duplas: Diego Ramos y yo; Malena Solda e Inés Estevez; Thelma Fardín y Nico Riera; Esther Goris y César Bordón. Así que estamos en un proceso de ensayo para estrenar dentro de un mes. Con Muscari me gusta mucho trabajar, ya hice varias obras con él. Decido volver a laburar con él por la dinámica que tiene, la energía, la eficacia y la claridad para decirte cosas.
—¿Además estás trabajando en algún otro proyecto?
—Acabo de sacar un disco que se llama Tres, que es un concierto que grabé el año pasado en el CCK junto un músico de Mendoza y uno de Jujuy. Estoy trabajando en un disco nuevo, Desnudez. Y ahora me voy a Brasil porque se estrena la película Apaixonada. También se lanza Unicornio, otro filme en la que trabajé. Estoy grabando un programa que se llama Embajadores que son destinos de Latinoamérica que también sale en abril, mayo por UCL TV para toda Latinoamérica. Y en mayo se estrenan en Star Plus la miniserie Planners de Daniel Varone y el documental Mar de lobos, sobre lobos marinos, faros y pescadores que hice en Uruguay el año pasado.
Seguir leyendo: