Este domingo tuvo lugar una nueva gala de eliminación en Masterchef. “Nos espera una gran noche”, anunció Wanda Nara, conductora del ciclo de Telefe. E hizo ingresar a los participantes que se estaba jugando su continuidad en el programa: Aquiles, Juan Francisco, Rodolfo, Silvana, Delfina, Juan Ignacio y María Sol. Luego, los tres miembros del jurado, Damián Betular, Donato De Santis y Germán Martitegui, anunciaron el desafío del día.
En cada isla, los concursantes tenían una “caja misteriosa” que contenía una caja vacía, como para llenar de alguna preparación. “Debajo de esta campana está la respuesta”, dijo Germán. Y dijo que una palabra estaría presente toda la noche: “precisión”. “Es característica de un cierto tipo de cocina”, dijo Donato. Y agregó la palabra “detalles”. Y Betular completó con la palabra “pánico”, que era lo que veía en sus rostros. Finalmente, lo que tenían que preparar era una nueve mini tarteletas de masa quebrada con curd de naranja y merengue suizo.
Damián les indicó cuáles eran los ingredientes y les advirtió que sus preparaciones tenían que ser exactamente igual a las presentadas, para lo cual iban a contar con 70 minutos y una receta a seguir. En ese momento, cada uno pasó al frente para tomar nota de lo que tenían que replicar. Y todos se mostraron muy preocupados por la consigna. Aún, después de que los chefs les dieran los tips más importante a tener en cuenta.
Cabe señalar que, durante todo el programa, Rodolfo se había mostrado de muy mal humor. E insistió en que el jurado no había sido objetivo con su preparación anterior, a la que había calificado de “cruda”, por lo que le había hecho sentir que su presencia no era grata en el programa. Así que no aceptó los consejos de Martitegui cuando pasó por su isla de trabajo.
Así, después de una jornada de mucha tensión en la que Betular corrió de una punta a la otra dando indicaciones, llegó el momento de la verdad. “Manos arriba”, dijo la conductora. Y cada uno de los participantes pasó al frente a llevar su preparación y escuchar la devolución del jurado. El primero fue Aquiles, apenas llegó recibió un reto de Germán por tener la caja sucia. En segundo lugar, María Sol presentó su trabajo. “Todo está muy bien”, le dijo Damián.
A su turno, Delfina pasó al frente y sorprendió al jurado con la prolijidad. “La presencia de la naranja es muy volátil”, le dijo Donato sin embargo. Rodolfo, en tanto, llevó su caja con fe. Pero Martitegui la notó muy líquidas a sus tarteletas, así que lo invitó a probar uno. “Este curd no está cocido, está mal, está crudo”, le dijo el chef. Entonces llegó el momento de Silvana. “Aptitudinalmente, va en camino”, le dijo Damián. “Yo necesito ser más segura”, reconoció la mujer.
Juan Francisco prometió sacarse la gorra si lograba seguir en competencia y lo hizo antes de que el jurado probara sus tarteletas. “No corresponde a la tarea, pero a primera vista me gusta”, dijo De Santis. Por último, llegó el turno de Juan Ignacio. “La masa está muy gruesa”, empezó diciendo Damián antes de seguir con sus críticas. Finalmente, el jurado se fue a deliberar para definir al eliminado del día. Y decidió que quien debía dejar la competencia era Nacho.
Después de escuchar los elogios de los chef en su despedida, el flamante eliminado aseguró: “Es más que un honor y un sueño cumplido haberles presentado mis platos a ustedes”.
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