Al igual que los últimos lunes, el de esta semana en Masterchef Argentina (Telefe) también trajo sorpresas para los participantes. En esta ocasión, recibieron la visita de siete exconcursantes de Gran Hermano: el campeón Marcos Ginocchio, Julieta Poggio, Romina Uhrig, Daniela Celis, Thiago Medina, Nacho Castañares y Walter Alfa Santiago hicieron su aparición y recibieron una calurosa bienvenida en las cocinas.
“Para hacer lo fácil un poquito más fácil y lo difícil un poco menos complicado, les doy la bienvenida a las cocinas más famosas del mundo a los participantes de la casa más famosa del mundo”, avisó Wanda Nara y su enunciado tenía que ver con la prueba del día: sobre las mesadas, había cajas, tres fáciles y cuatro difíciles. “Las cajas no les van a tocar al azar. Hoy van a tomar una decisión muy importante: elegir la caja fácil y allanarse el camino e ir con un plato en el que no sé si se puedan lucir demasiado: o elegir la difícil que los va a empujar hacia un plato en el que tengan que lucirse más y correr los riesgos necesarios para ganar la prueba”, explicó Donato de Santis.
La diferencia entre ambas era sustancial: mientras las fáciles tenían al pollo como ingrediente central, las difíciles eran de pato. En tanto, quienes eligieran la caja difícil cocinarían en 50 minutos, mientras que los de la fácil, en 60.
Cuando los “hermanitos” hicieron su ingreso con sus delantales blancos, Wanda le apuntó a Alfa: “Vos no tuviste ese”. Claro, hacía referencia al efímero paso que el exvendedor de autos tuvo por el reality show allá por el 2014, cuando quedó en el camino en la instancia de selección de participantes y no logró estar entre las estaciones. “No pude conseguir el delantal, pero me lo robé. Cuando estuve hace muchos años, me lo llevé, me lo robé, todavía lo tengo”, contó el sexagenario en un hilo de voz, afónico. Luego confesó que el delantal “me lo regaló Donato”. “A mi me deja afuera una raíz de albahaca, sino en ese Masterchef yo los pasaba por arriba a todos”, agregó después en backstage, fiel a su estilo altanero.
“Los invitados van a poder ayudar con indicaciones como si fueran directores técnicos. Los que optaron por la caja fácil van a tener la ayuda de los invitados en dos momentos específicos y van a ser sus asistentes. Los de la caja difícil también van a tener dos intervenciones de los invitados. Pero no van a ser asistentes, sino que van a tomar el mando de la cocina y seguir cocinando”, explicaron los jurados acerca de la dinámica en la participación de los ex GH.
Así, cada uno sacó una bolilla con un nombre: a Marcos le tocó jugar con Delfina; Julieta fue con Rodolfo; Alfa con Juan Ignacio (“Seguro que vamos a hacer el mejor plato de todos”, aventuró); Nacho con Estefanía; Daniela con Rodrigo; Romina junto a Silvana; y Thiago fue con Antonio.
“Vamos a hacer un Pato Miami Beach”, le dijo Santiago a Juan Ignacio, queriendo tomar el control de la situación aunque no fuera el participante. El cocinero, en tanto, revoleaba los ojos con cierto fastidio. “Quiero que ya arranque el tiempo de cocina para que Alfa deje de hablar”, dijo en backstage.
“No veo la hora de meterme a cocinar yo, por lo menos para reparar un poquito un par de errores que vi por ahí”, dijo Alfa más adelante, criticando la labor de su compañero. De hecho, cuando la chicharra dio aviso del cambio de roles, lo celebró: “Ahora cocina el capo, el ganador, el número uno. Dame la cocina tres minutos que te la prendo fuego”.
Luego, Alfa insistía con sus consejos culinarios. “A las pechuguitas calentalas allá, y le das un toque con azúcar negra de las dos lados. Juan Ignacio, la pechuga hay que marcarla. Después, haceme caso, hay que caramelizarla”, decía. El participante, sin embargo, fue cambiando su mood y ya no se tomaba a mal las palabras del ex “hermanito”. “Va mejorando la relación con Alfa. Él hace lo que yo le digo, veo que el plato va tomando forma, hay ideas... Estamos siendo buenos socios”, definió.
“Alfa, ¿lo dejaste cocinar en paz al pobre hombre?”, le gritó Romina en un momento, reeditando por un segundo las tensiones que tenían en la cocina de la casa. “Ya vas a probar”, le contestó él.
Como no podía ser de otra manera, Alfa aprovechó la oportunidad para criticar a sus excompañeros de convivencia en el reality show. “A todos los veo huevar, pero ya estoy acostumbrado... Cuatro meses los vi huevear. Qué va ser, dejalos, son así...”, dijo, bromista.
Una vez que finalizó el tiempo de cocción, Wanda despidió a los ex GH y Alfa aprovechó para marcar territorio una vez más. “Quiero ganarle de nuevo a Romina porque el pato que hicimos es espectacular. Si hay un Masterchef Celebrity, creo que me tienen que anotar a mi primero”, dijo.
Pese al ánimo de Alfa, el magrett de pato con reducción de salsa de soja, masala, jugo de naranja y verduras al horno que presentó Juan Ignacio no sedujo al jurado, quedó fuera del balcón y pasó directo al jueves de “última chance”. “La salsa está adecuada, no está mal, pero imaginatela si le agregabas la semilla de la granada”, le dijo Donato. “Intentaste un cuadriculado, la piel está dorada y el punto está aceptable. Ahora, la presentación... ¿por qué se te ocurre poner el cacho de pato en el medio así y esas cosas gigantes ahí crudas, la salsa como despatarrada, que no llega al pato, que está abajo de las verduras? No voy a entenderlo nunca”, disparó Martitegui.
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