Después de una larga espera, este lunes debutó la segunda temporada de ATAV (Argentina Tierra de Amor y Venganza) por la pantalla de ElTrece. El primer capítulo comenzó pasadas las 22:24 hs. y, para ese momento, el rating ya había tocado los 13,7 puntos. La primera escena se situó en Buenos Aires, en el año 1977. Allí, Segundo (Tato Quattordio) y Antonio (Toni Gelabert) se refugian de la lluvia en una cabina de teléfono. Luego van a la casa del primero, donde se sacan las camisas empapadas y empiezan a charlar.
Los jóvenes se ríen de los rugbiers que, según cuentan, los echaron de una fiesta. “A veces me gustaría irme a otro país, a un lugar donde no me conozca nadie. Para ser más libre, para poder hacer o decir lo que se me canta”, dice entonces Antonio. Y sigue: “A veces siento que no encajo y creo que a vos te pasa lo mismo”. Entonces, ambos se dan un beso que se interrumpe abruptamente, para luego continuar.
En ese momento llega a la casa el doctor Rafael Machado (Federico D´Elia), padre de Segundo, quien entra al cuarto buscando a Antonio diciéndole que tiene que llevarlo a su casa urgente. Allí su padre, Pedro Salvat (Rafael Ferro), y su madre, Silvia (Julieta Díaz), le explican que tiene que irse a Barcelona con sus abuelos. Y el médico, que trabaja en un hospital militar, le dice a la mujer, embarazada, que su marido estaba marcado. “Yo te voy a esconder en mi consultorio y después vas a ir a España”, le promete. Para entonces, el rating estaba en 8,3 puntos.
A partir de ese momento, Segundo y Antonio comenzaron un intercambio de cartas, uno desde Buenos Aires y el otro desde Barcelona, con el que fueron actualizando lo que sucedía en los años que siguieron, en los que comenzaron a hablar de los desaparecidos, Argentina ganó el mundial y, finalmente, llegó la democracia, con la que ambos soñaban poder reencontrarse.
La historia se sitúa luego en 1984, cuando Pedro y su hijo deciden emprender su regreso a la Argentina después de 7 años. “Por momentos siento que se pasaron rápido, pero por momento siento que fueron una eternidad”, dice el hombre. Y, ya en Ezeiza, se reencuentran con Luisa (Virgnia Lago), la mamá de Silvia, quien se convirtió en una madre de Plaza de Mayo que busca a su hija desaparecida. .“No es fácil para vos volver”, le dice ella a su yerno. Pero él le responde que tiene esperanzas de saber qué pasó con su esposa y su hijo.
En Mar del Plata, en tanto, Ana Pérez Moretti (Justina Bustos) sufre porque la dueña del negocio donde trabaja la quiere echar y ella tiene a su hijo enfermo. Entonces llegan al comercio Ricardo (Darío Barassi) y Horacio Hills (Juan Gil Navarro), un famoso cómico y su productor teatral. Y este último le ofrece trabajo en la revista y la cita para esa misma noche. En ese momento, el rating era de 10 puntos.
Después de ver la portada de un diario que anunciaba que el dictador Leopoldo Galtieri había sido encarcelado, Pedro le preguntó a su suegra: “¿Pensás que de verdad los van a meter preso?”. Ella le contó lo duras que habían sido las audiencias del juicio. Y Antonio quiso sabe si alguien había nombrado a su madre.
Luego entran en escena Sara Woodward (Gloria Carrá), esposa de Rafael y madre de Segundo, una mujer adicta a las pastillas y el alcohol que se muestra ansiosa porque su otra hija, Luján (Belén Chavanne), se case con Tolo (Alan Daicz).
Antonio finalmente vuelve a su casa y se reencuentra con sus cosas, llenas de recuerdos. Y Pedro rememora cuando su esposa le anunció que estaba embarazada de su tercer hijo, con un escarpín de bebé escondido en una olla. En tanto, en el hospital donde trabaja Segundo empiezan a notar que hay muchos pacientes con una enfermedad extraña que les produce inmunodeficiencia.
Finalmente, Ana decide ir al teatro. “De todas las tiendas de Mar del Plata, los Hills entraron a la mía. No es eso el destino”, le dijo a su abuela. Al mismo tiempo, Pedro va de sorpresa a la casa de Rafael. “La idea es quedarnos, el regreso de la democracia nos dio ganas de volver a nosotros. Y saber qué pasó con Silvia y nuestro bebé”, le dice.
En tanto, Antonio corre al encuentro de Segundo y se funde con él en un abrazo. Allí el rating marcaba 10,3 puntos. Pero luego se desilusiona al enterarse de que su amigo se casará en breve con su novia, Pilar (Camila Mateos), de quien nunca le había hablado en las cartas.
Ya en el teatro, Ana se divierte viendo en el escenario a Ricardo junto a la vedette Mónica Villalobos (Andrea Rincón) y sueña con convertirse en artista. De inmediato es contratada por Horacio, quien la convoca para ir a Buenos Aires. Antes de partir, en tanto, abre un camafeo con la imagen de su abuela, la Polaca (Eugenia Suárez), lo que demuestra la continuidad con la primera parte de la novela.
Mientras tanto, la familia de Silvia se encuentra con una mujer que estuvo detenida con ella en la ESMA y les asegura que su beba nació en cautiverio. “Estaba de ocho meses y ella me dijo el nombre. Me contó que creía que habían podido escapar, que tenía dos hijos varones y que la consolaba saber que podían estar bien con el papá en España”, les informó.
Luego Antonio llama a Segundo para decirle que no le había gustado enterarse de su boda, sumado a lo de su madre y su hermana, que ya tendría 7 años. “No doy más”, le dijo. Y quedó en verse con él al día siguiente en el hospital donde trabaja. Entonces hay un flashback que muestra que fue en realidad Rafael el que había entregado a Silvia, después de decirle que estaba enamorado de ella.
Luján va a buscar sus análisis prenupciales al hospital y, en medio de un ataque de pánico por los malos tratos de su prometido, recibe la ayuda de Francisco (Federico Amador). En tanto, Ana llega a Constitución y un par de delincuentes le arrebatan su valija y sus pertenencias. Y Antonio le devuelve a Segundo la remera que le había dado el último día que se vieron, mientras le dice: “Mira todo lo que me arrancaron, pero lo único que no pudieron arrancarme es el amor que siempre sentí por vos”.
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