Nacido en el Chaco, la carrera musical de Antonio Ríos comenzó cuando era joven, siendo parte de grupos que se convirtieron en icónicos, como Sombras y luego Malagata, para más tarde -y después de tanto esfuerzo- convertirse en solista, recibir el mote de El Maestro y musicalizar los ‘90 con un tema que aún suena en cada espacio donde la cumbia encuentre lugar: Nunca me faltes.
En una reciente charla con Teleshow, había asegurado respecto de sus hijos: “Yo feliz, porque están todos bien. Dos de mis cinco mujeres fallecieron de cáncer. Isabel a los 46 años y Marta a los 57″. Y consultado sobre el por qué de tantas separaciones, afirmó: “Todas eran muy celosas conmigo. Y algunas se enojaban porque en los comienzos no ganaban demasiado dinero”.
Incluso se tomó unos minutos para referirse a Mariana de Melo: “Estuvo casi cinco años conmigo. Cuando entra a mi vida me dijo que tenía 23, y tenía 18″. A la vez que aclaró que “era celosa hasta de sus hijos y no dejaba que él los viera”.
Mucha agua pasó bajo el puente y este presente incluye una novedad sobre ese tena, tal como afirmó en Mañanísima, al mando de Carmen Barbieri: “Apareció una nueva hija, una chica de 33 años, me saludó y me dijo ‘hola, papá'. Voy a hacer el ADN, me pareció que era bastante sincera. Le dije que no me diga ‘papi’ ni nada parecido por ahora”.
Es que, como en todos los casos anteriores, el músico, que ya tiene 20 hijos reconocidos, detalló que en todas las oportunidades pidió los exámenes pertinentes. Incluso, no es la primera vez que vio a esta joven, pero claro, fue en otras circunstancias.
“Yo me acuerdo de hacerla visto cuando era chiquita, pero no sabía que era ella. Y ahora la madre me mostró una foto de cuando yo la tenía en brazos cuando era bebé”, rememoró el cantante. Respecto de esa fotografía, recuerda que la mujer se le acercó y le aseguró que esa era hija suya, pero luego desapareció hasta este momento. “No sé por qué aparece recién ahora con 33 años”, confesó.
Sobre el presente con todos sus hijos, explicó: “Gracias a dios hablo con todos”, además de detallar cómo es su situación sentimental: “Soy soltero y hago lo que quiero”..
Nacido en el Chaco, se crió en Buenos Aires. Mudanza forzada: a su padre lo echaron del trabajo y un Antonio Ríos de siete años debió instalarse en Capital con sus cinco hermanos. A partir de allí, en su vida nada resultó sencillo. Con el correr del tiempo llegaron las pérdidas, siempre dolorosas: su madre, una hermana (víctima de mala praxis), su mejor amigo, dos parejas suyas. Pero siempre tuvo la fortaleza para continuar y la tozudez para no bajar los brazos.
“Hemos pasado bastantes cosas tristes cuando éramos chiquitos. Mi viejo estaba solo y nosotros éramos cinco. Él trabajaba y mi hermana mayor también, en una casa de familia. En mi casa pasábamos mucho frío”, rememoraría sobre su infancia.
Al momento de hablar de su padre y cómo tomó éste la fama de su hijo, aclaró: “Estaba orgulloso. Lloraba y me decía algo muy bueno que siempre lo recuerdo. ‘Ahora que sos famoso no te olvides nunca que la plata va en el bolsillo. No cambies nunca el corazón. Sé siempre igual’. La fama me dio todo, era lo que yo quería hacer. Me sacó de estar en una vida más tranquila. Me sacó de trabajar 14 horas por día”, reflexionó.
Seguir leyendo