1. Cuando eras chico de grande querías ser…
—Basurero. Quería viajar en el camión que recolectaba la basura, me gustaba ver cómo se bajaban los muchachos y gritaban. También quería ser abogado.
2. El mejor recuerdo de tu infancia…
—Estar tomando agua fresca después de haber jugado un partido en el potrero. Había un caño con una canilla, la abríamos y tomábamos agua. Después nos mojábamos las venas de los brazos y la nuca porque nos decían que debíamos hacerlo para no insolarnos.
3. El consejo más inútil que te dieron…
—La verdad es que no recibí muchos consejos, pero el “Ya vas a aprender, ya vas a aprender” que te repetían después que te habías mandado una ca….. no servía para nada. Ya sé que ya voy a aprender, pero la c…. ya me la mandé y el dolor ya lo tengo.
4. Si te toca conducir tu auto por la avenida Córdoba a las cinco de la tarde…
—Pienso que me voy a morir de viejo. Ir por esa avenida te ayuda a reflexionar sobre la finitud de la vida (risas).
5. Tu experiencia en el colegio secundario…
—Es para tres horas de charla. Viví muchas experiencias porque me expulsaron de dos colegios y terminé en el tercero. Fue maravilloso porque -sobre todo en el último colegio- encontré un grupo de amigos increíbles. Imaginate que si te expulsaron de dos colegios, el tercero donde caíste era recontra picante. Pero fue una época hermosa donde creía que todo era eterno.
6. Alguna fantasía que se pueda contar…
—Miles, pero a veces cuando me estoy durmiendo sueño que gano un Oscar. Hablo un poco en inglés y digo “voy a hablar en castellano” y se lo agradezco a toda la Argentina. Después me imagino volviendo y con quién me voy a encontrar.
7. Los audios de WhatsApp que duran más de un minuto…
—A mí no me molestan para nada, escuché audios o tuve conversaciones de audio larguísimas. Pero mi hijo pone en su descripción “no escucho audios de más de un minuto” y cada vez que le tengo que dejar un mensaje me encuentro apurándome.
8. Te llaman Coco porque…
—En tercer año hacía un personaje que se llamaba Cococho García, un peluquero. En las horas libres, agarraba a uno de mis compañeros, lo sentaba y lo empezaba a peinar, mientras criticaba a los profesores, a los alumnos y todo se reían. Me empezaron a llamar Cococho, Cococho, Cococho, en vez de decirme Fernando, que es mi nombre y como Cococho era largo quedó Coco.
9. En tu vida, el teatro fue una bendición porque...
—Me salvó capaz de algunas otras vidas, que -creo- no hubiesen sido mejores que esta que estoy llevando, que es hermosa por los hijos que tengo y porque me dedico a lo que me gusta. Tampoco lo sé con certeza. A esta altura de la vida, la verdad que no lo sé, pero durante mucho tiempo sentí que el teatro me había salvado de cosas peores.
10. Pumatriotas es…
—Un grupo de WhatsApp integrado por el Puma Goity, Daniel Aráoz, Roly Serrano y yo. Muy, muy divertido y solo escuchable para nosotros. No porque tenga nada raro sino porque es un delirio. Podés escuchar un audio de dos minutos de alguno imitando seis pájaros.
11. Tres palabras que te describen…
—Padre, padre y padre.
12. Un día de tu vida para repetirlo eternamente sería…
—Indudablemente una mesa larga con mis hijos y mis seres queridos, en una sobremesa que dure años estaría muy bien. Otro estar en ese período de enamoramiento que sucede en los primeros dos o tres meses, cuando empezás una relación y dormís abrazado con esa persona.
13. Lo más gracioso que te pasó actuando…
—Tengo miles de cosas. En el escenario una vez me hice pis porque no aguanté, se lo dije por lo bajo a Roly Serrano, él miró al público y anunció “se hizo pis”. Otra vez se durmió un espectador y mientras dormía saqué a todos los demás -eran 300 y pico- al hall de entrada. Se quedó solo, no estaba ni la esposa, ni los hijos porque estábamos todos afuera. Lo mandé a despertar con el acomodador que le anunció “hace cuatro horas que terminó el espectáculo”. El tipo se encontró solo, en medio de la sala ¡se quería morir! y volvimos a entrar todos.
14. Los que dicen que Huracán solo llena la cancha con extras de cine…
—No es una pregunta, es una falta de respeto que formuló algún fanático de San Lorenzo (risas). Le respondería que por lo menos tenemos la suerte de llenar nuestra cancha y en nuestro barrio.
15. Tu única experiencia con el sexo virtual…
—Fue espantosa porque no me resultó. Ocurrió en la pandemia, me bañé, me cambié, me arreglé como si fuera una cita. El peor momento de todo fue cuando tuve que usar la billetera virtual, porque cuando estaba pagando me quería matar, no lo podía creer. Un poco, me divertía, porque era la primera vez que lo iba a hacer. Por supuesto que no funcionó. Por más que la chica ya en la mitad de la sesión estaba colgada de un ventilador de techo dando vuelta, porque a mí no me pasaba nada (risas). Terminé fingiendo un orgasmo como para que no se sintiera mal. Yo me había encerrado en una oficinita que tenía en mi casa y los perros que estaban afuera comenzaron a ladrar. Pensaron que me estaba sufriendo un infarto, porque estaba a los gritos, nada más que para hacerla sentir bien a esa pobre muchacha que tanta buena onda le había puesto (risas).
16. El día que nació tu hijo bajaste a comprar un oso y…
—No le había dicho a nadie que estaba por nacer tanto que ni agarré el teléfono. Cuando nació, bajé a comprar un oso para poner en la puerta y me encontré a Boy Olmi y Carola Reyna, que estaban tomando algo en un bar. No los conocía mucho, pero les conté y medio me puse a lagrimear. Ellos fueron tan pero tan cariñosos que a partir de ahí los amé profundamente.
17. Después de la actuación y Huracán, tu pasión es…
—El poker quizás está al mismo nivel, me gusta mucho jugar al poker.
18. Tu canción favorita de cancha…
—Hay muchísimas, pero una es hermosa, la hacemos nosotros y no dice nada. Cuando termina de salir el equipo todos gritamos “Huracán, Huracán, Huracán, Huracán”. Es hermoso, como un canto tribal de guerra.
19. Intentás dominarlo, pero te sigue enfureciendo…
—Ya casi nada me enfurece. Era muy calentón, me calentaba manejando, pero el tiempo, la edad me fueron apaciguando. Aunque, sin lugar a dudas, hay cosas que tienen que ver con las injusticias más profundas que me siguen enfureciendo.
20. Un sueño que te queda por cumplir…
—Ganar la World Series, el torneo más grande del mundo de poker. Se juega en Las Vegas, participan ocho mil jugadores y es casi imposible ganarlo, pero sueño con eso. Realmente sueño, me voy a dormir y sueño con eso.
21. Si tenés que elegir entre presenciar el 4 de marzo de 1973 con el debut de René Houseman en Huracán o el 4 de junio de 1946 cuando Perón asume su primera presidencia elegís…
—Son dos momentos que tienen parte que ver con mi historia, pero me gustaría haberlo visto a René. Me hubiera encantado ver debutar a ese enano diabólico y maravilloso del fútbol.
22. De todas las personas con las que trabajaste considerás un maestro a…
—Muchos pero sin duda a Pepe Soriano.
23. Se tenía que decir y se dijo: la pizza con ananá es…
—Un asco, una aberración a la naturaleza.
24. En Mar del Plata cierta vez…
—Salimos de almorzar en el programa de Mirtha Legrand, Carola Reyna, el Puma Goyti y yo. Como hacía más de 40 grados de calor, cruzamos a un barcito que estaba en la playa. Carola que estaba en Mar del Sur se había traído la malla y dijo: “Me cambio y me meto al mar”. Nosotros estábamos vestidos como para el programa de Mirtha, y le respondo “Caro, tengo un calzoncillo, que es un boxer, muy parecido una malla. ¿Te jode? Porque también me quiero meter al agua porque no puedo más del calor”. Me contestó que no, nos cambiamos y fuimos hasta la orilla, todo lleno de gente porque hacía mucho calor. Entonces, se produjo un fenómeno que, después me lo explicaron los guardavidas, pasa una vez cada tanto que en el agua. Muy cerca a la orilla, se forma como un pozo gigante que lleva agua para adentro. Nosotros nos metimos y no podíamos salir. Carola que era una nadadora experta que nadaba en Mar del Sur y yo nos estábamos ahogando a tres metros de la orilla. Un montón de guardavidas se metieron a rescatarnos porque como estaba fea la cosa, comenzaron tocar el silbato para que vinieran de otros balnearios a ayudar. Fue horrible. No nos estábamos ahogando en el medio del mar sino que estábamos muriendo a tres o cuatro metros de la orilla y yo en calzoncillos. Un espanto (risas).
25. La peor cita de tu vida…
—Podríamos declararla la del sexo virtual, ¿no? (risas). Siempre la peor cita es cuando el otro no viene. Te pasaba eso en las épocas, que te citabas en una esquina y no había mail, no había celular, no había nada. Tenías que quedarte ahí parado, esperando. La otra persona no veía, no venía y vos, que estabas tan enamorado aunque la habías visto 10 minutos o una hora en un boliche la noche anterior, sentías que te morías. Después de media hora de esperar te ibas a la parada y cuando te estabas por subir al colectivo, volvías de nuevo, a ver si había llegado, si se producía el milagro y no, la verdad, que no pasaba.
26. Contratar a un personal trainer resultó un fracaso porque…
—Pensé que la única manera que iba a ser gimnasia era si me venían a buscar a mi casa. Contraté a una personal trainer que era muy buena, hasta tenía un programa de tele y todo. Llegaba, me tocaba el timbre, me pateaba la puerta, yo la escuchaba y me tapaba con la frazada como si afuera estuviese un monstruo, pobrecita y nada no le abría. Pagué pero nunca fui.
27. La frase “Dejar de fumar es lo más fácil del mundo. Lo sé porque lo hice miles de veces”.
—Una de las peores cosas que debe haber en el mundo es fumar. Dicen que el tabaco es más adictivo que la cocaína y que el alcohol y en mi caso es absolutamente real. Es a lo único que soy adicto y no puedo dejar. Moriría y pagaría lo que no tengo para poder dejar, pero me cuesta, no puedo.
28. Llenar el Luna Park con La Cátedra del Macho…
—Para mí era más probable soñar con visitar Marte que llenar un Luna Park solo con La Cátedra, cosa que hice. Fui el primer actor que hizo un unipersonal en el Luna Park y lo llenó, con 4.600 entradas vendidas. Fue tocar el cielo con las manos, dedicárselo a mis viejos que no pudieron verlo. Fue que mi hermano se subiera al escenario conmigo mientras estábamos ensayando y me diga “vos sabes que la semana pasada toco acá Deep Purple”. Era el grupo que nosotros escuchábamos de chico, eran como marcianos porque eran americanos, no los conocíamos y teníamos un disco. La semana anterior habían tocado ahí y yo estaba por actuar en el mismo escenario que Deep Purple. Una cosa increíble.
29. Entre ser políticamente correcto y decir lo que pensás y cuando lo pensás elegís…
—Casi siempre elijo decir lo que pienso y así pago las consecuencias que pago. Muchas veces hasta equivocadamente porque a veces decís lo que pensás y lo que pensás no está bueno. Pero no me gusta ser políticamente correcto ni me sale cuando tengo que hablar de verdad. Puedo ser políticamente correcto en la cotidianidad de la vida por una cuestión de educación porque no soy un “sincericida” que todo el tiempo está diciendo lo que piensa, pero cuando es algo trascendente, importante, que tiene que ver con la esencia de mis raíces, normalmente, prefiero siempre decir lo que siento y lo que creo.
30. Después de un día largo e insoportable la mejor forma de relajarse es…
—Voy a ser reiterativo, tomarme un rico whisky, prender un cigarrillo -que está mal- y jugarme un tornadito de póker por internet.
31. Si Evita viviera…
—Otra hubiese sido la historia, me parece y sobre todo, para los que menos tenían.
32. Cumplir 40 años de democracia ininterrumpida te genera…
—Una profunda alegría y profunda tristeza. Profunda alegría porque todos sabemos lo que representa una dictadura sobre todo una tan criminal como la que vivió la Argentina. Profunda tristeza porque pareciera que en estos 40 años pocas cosas aprendimos. Uno que se ha comprometido más de una vez en un ideal, simplemente por tratar de que este país sea mejor, equivocado o con razón, pero siempre creyendo en lo que uno creía y defendiéndolo… hoy me siento bastante decepcionado, pero por supuesto sigo creyendo profundamente en la democracia, profundamente.
33. Cuando seas grande querés ser…
—Inmortal. Me gusta mucho vivir. Es una afano la vida. Es hermosa.
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