Romina Uhrig, la última eliminada de Gran Hermano, estuvo invitada al programa de Verónica Lozano y habló de su paso por la casa más famosa del país. En cada edición, los participantes que acaban de abandonar el reality siguen la misma agenda mediática: su primera aparición es en El Debate, con Santiago del Moro y los analistas, al día siguiente continúan con sus presencias en los programas de Telefe, y este año también hay un acuerdo con LAM.
Aunque en esta oportunidad, la exdiputada decidió no asistir al programa que conduce Ángel de Brito por la pantalla de América. Antes, por la tarde, había estado en el ciclo Cortá por Lozano, en donde mostró su sorpresa al ver por primera vez imágenes suyas dentro del reality. Es que hasta entonces, había permanecido aislada dentro del hotel, y de a poco le fueron devolviendo sus pertenencias, en especial su teléfono. Y una vez que tuvo acceso a él, comenzaron a llegarle videos y recortes que hicieron en los cinco meses que estuvo allí adentro.
Durante la entrevista, la conductora le preguntó por sus deseos de continuar en el medio y formarse para cumplir su sueño de actriz. Romina contó que le “encantaría” estudiar teatro y prepararse para trabajar sobre el escenario o en alguna ficción. Por caso, su hija mayor había contado que en su adolescencia, la exdiputada se había presentado a diferentes castings de Chiquitas o Rebelde Way -ambos programas de Cris Morena-, pero que no había tenido éxito, por eso sueña con triunfar en la actuación o trabajar en la televisión como panelista, tal como lo reveló su madre anteriormente.
También fue consultada por su relación con Alfa y ella lo negó que le gustara como hombre, pero se interesó por destacar que cuando Walter Santiago -tal es su verdadero nombre- reingresó a la casa de visita por unos minutos le había hecho una broma diciendo que quería casarse con ella. De inmediato, Romina se quedó viendo uno de los monitores con las imágenes de archivo que estaban pasando. “¡Ay! Cómo peleábamos. Esto nunca lo vi, chicos, perdón, estoy mirando...”, deslizó mientras se distraía con la pantalla.
“¡Ay, chicos, hecha bosta estoy!”, agregó entre risas la exdiputada al ver imágenes suyas dentro de la casa más famosa del país. En tanto, a cada persona nueva que ingresó -desde Camila Lattanzio a Ariel Ansaldo, cuando se sumaron al juego, hasta a los familiares que fueron de visita- le preguntaba por su apariencia a través de las cámaras. Si es cierta la versión que indica que la televisión distorsiona.
Luego, pasaron las imágenes de cuando Alfa lloró y cuando les hizo creer a sus compañeros que abandonaría la casa, conmovido por su cumpleaños. En verdad, se trataba de un desafío que Gran Hermano le había puesto al entonces participante que actuó bien su mentira, y Romina lloró al pensar que hablaba en serio. “Chicos, que mal que...”, deslizó una vez más Romina al verse en la pantalla y se interrumpió antes de terminar la frase, mientras seguía mirando el monitor.
En la gala del lunes, en lo que fue su primera aparición luego de abandonar la casa, Santiago del Moro le consultó a Romina por la inquietud que ella manifestaba sobre su apariencia a cada persona nueva que ingresaba. Y la exdiputada explicó que su interés tenía que ver con cómo se veía a través de la pantalla, si era muy distinta a la del vivo. “Porque dicen que la televisión engorda”, explicó la exparticipante.
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