Apenas dos meses pasaron desde que el mundo de la música y de las redes se paralizaron tras la presentación de la Music Session #53 de Bizarrap en la que colaboró Shakira. Allí, en medio de los cuestionamientos a su ex, Gerard Piqué, a fuerza de reproches, doble sentido y un ritmo pegadizo, nadie estuvo exento de hacer algún comentario al respecto, además de llevar la fama del argentino a un definitivo alcance global.
Gracias a esa sesión, Bizarrap se convirtió en el segundo argentino en presentarse en vivo en el show de Jimmy Fallon, además de ser parte de la entrevista y protagonizar algunas escenas graciosas en el backstage. Por ejemplo, la que ocurrió en el camarín, cuando al conductor estadounidense le regalan un mate y le explican la forma en que debe ser utilizado.
A la espera de alcanzar algunos de los números logrados en las últimas colaboraciones, -como la protagonizada con Quevedo rebautizada popularmente como Quédate-, el productor argentino anunció quién lo acompañará este miércoles, cuando desde las 21 se estrene en todas las plataformas el nuevo trabajo.
La imagen de una zapatilla deportiva blanca, con la inscripción #54 publicado en la cuenta de Instagram del productor fue la encargada de dar a conocer que la session estaba lista para que el público pueda disfrutarla. Tras ello, apenas tres horas después, una imagen develaba la incógnita: Bizarrap estará acompañado de Arcángel.
El cantante de reggaetón puertorriqueño que hace un mes presentara un tema junto con Bad Bunny, y en la actualidad tiene 15 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, presentó en diciembre último su séptimo disco de estudio, Sr. Santos. Allí registró 18 canciones y colaboraciones con destacados músicos como el propio Bizarrap, Duki, Myke Towers, Eladio Carrión y hasta incluso De la Ghetto,
Con este último, a principios de 2000 formó un dúo que dejó gemas que se transformaron en clásicos del reggaetón en los Estados Unidos y Puerto Rico, como Agresivo, Sorpresa y Mi Fanática. Ambos continuaron juntos hasta principios de 2007, cuando sus carreras continuaron con igual fama cada uno por su lado.
En el año 2019, el cantante fue arrestado en la ciudad estadounidense de Las Vegas por patear a su mujer, quien debido a eso golpeó fuertemente contra la pared. Su abogado aseguró a la prensa que “fue un malentendido” de las autoridades (aunque cámaras cercanas grabaron todas las imágenes y pudieron comprobar que sí se produjo la agresión) y que el cantante salió bajo fianza para participar en el evento de la noche en la gala de los Premios Billboard de la música latina. Después permanecer algunas horas detenido, el cantante quedó en libertad después de pagar una fianza.
Por su parte, Bizarrap se encuentra en medio de los preparativos de lo que será su nueva gira mundial, que tendrá como punto de partido la ciudad de Buenos Aires, con tres shows programados. “El show del año está acá. Bizarrap llega para hacerte parte de una experiencia que nunca antes viviste. Así de corta. Uno de esos shows que no se te borran de la memoria”, explicaron desde la productora del evento.
La Music Session #53 de Shakira y Bizarrap pisó fuerte desde su publicación y su techo parece no tener límites. En apenas 24 horas desde su estreno el 12 de enero pasado, el tema en YouTube ya superaba las 63 millones de reproducciones, los 5,5 millones de likes y los 336 mil comentarios, lo que daba apenas una muestra de la magnitud del fenómeno y marcaba el primero de sus récords Guinness para un artista latino.
Pero eso fue solo el comienzo, porque la canción fue también la que más rápido alcanzó las 100 millones de visualizaciones en su primera semana en la red social de los videos, constituyendo el segundo galardón.
Claro está que el éxito del tema también se trasladaba a la plataforma de los audios por excelencia. En Spotify, fue la canción más escuchada en 24 horas, ya que sus fans le dieron play 14.393.342 veces. Y en una semana, sumaron la impresionante cifra de 80.646.962, en ambos casos, también representaron la marca más alta para un artista latino, en esta oportunidad, por partida doble.
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