Desde que el lunes pasado volvieron a ingresar a la casa de Gran Hermano los tres primeros eliminados del certamen de Telefe, a cada uno de ellos se les asignó una tarea muy especial. Así fue como Tomás Holder tiene que hacer campaña para que salga campeón del reality Julieta, a Martina le tocó acompañar a Nacho y finalmente a Mora se le designó lograr votos positivos para Marcos.
En ese contexto, los participantes y exjugadores se entrelazaron para conversar acerca de las cosas que sucedieron en estos cinco meses adentro de la casa más famosa del país. Cabe recordar que tanto Holder, como Mora y Martina estuvieron muy pocos días adentro del juego y si bien ellos pudieron seguir los acontecimientos por televisión y por las redes sociales, en definitiva no compartieron mucho más con sus compañeros.
En esta oportunidad, Santiago Del Moro les pidió que interactúen con los tres finalistas y que, llegado el caso, hasta limen asperezas entre ellos. “Van a tener mucho tiempo de conversar”, les avisó una vez que entró por la pantalla del televisor al living y los reunió desde el extenso sillón con almohadones de colores.
En este caso, una de las relaciones que más tiene que afianzarse es la de la jugadora de Villa Devoto y la profesora de Educación Física. Las cosas no habían quedado bien entre ellas desde que Martina fue eliminada del juego hace ya casi cinco meses.
“No me odien, vengo en son de paz”, anunció la joven apenas traspasó la puerta de entrada ante la mirada desconcertada de Julieta y de sus compañeros. Sin embargo, apenas se sentaron y saludaron a Del Moro, los ánimos se relajaron un poco y todos bajaron la guardia, porque además, saben que están transitando la última semana del reality y está en juego nada más y nada menos que el premio de 15 millones de pesos y una casa.
Si bien cada vez que entra a la casa alguien de afuera Gran Hermano les exige que no de información del exterior, en esta ocasión también va a suceder lo mismo pero el conductor también anunció que de a poco, durante los días de esta semana, los jóvenes van a empezar a recibir datos de manera paulatina, de modo de prepararlos para la vida afuera de la casa, en especial después de estar encerrados durante tantos meses. “Hasta nos da miedo salir a veces”, destacó sinceramente Nacho.
Durante el martes, los participantes se pusieron a conversar acerca de las cosas que pasaron en este tiempo y así fue como Mora les dijo que no sabía si podía responderles lo que le estaban preguntando Julieta y Nacho acerca de sus excompañeros. “Dale, contanos con quién se hacía el shippeo”, le dijo Nacho, justificándose en que los chicos ya no estaban en la casa. “A menos que sea con Marcos o con Juli, no tiene nada que ver, ya no están acá”, explicó con ansias de que su compañera les de información.
Así fue como Mora reveló: “Con Thiago”, lo que despertó las risas de Nacho y Julieta, casi al unísono. Disney se tapaba la boca sin poder creer lo que escuchaba y Nacho decía: “¡Me muero!”. Enseguida Mora se preocupó por si la producción le daría una reprimenda. “Ay, no, ¿y si me retan?”, preguntó. “¡Pero si no me afecta en nada!”, la tranquilizó Nacho, pero Julieta seguía perpleja ante lo que había escuchado. Entonces Mora, dijo: “Mirala a ella cómo está afectada”, pero Nacho insistió con que la situación le daba ternura.
“Vas a ver en la promo hay una imagen en la que estoy así cerquita de Thiago en la pileta como que le voy a dar un beso”, comentó entre risas Castañares.
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