Romina Uhrig, Nacho Castañares, Marcos Ginocchio y Julieta Poggio recibieron esta semana a sus respectivos familiares y vivieron días cargados de emoción, de cara a la final del programa más visto de la televisión argentina, que se emitirá el lunes 27 de marzo por la pantalla de Telefe.
Mientras Marcos, al ganar la última prueba que le dio el liderazgo de la semana, se convirtió en el primer finalista. Nacho, Romina y Julieta se encuentran en la placa de nominados y el público decidirá quién de ellos tres abandone la casa el próximo domingo dejando así a los dos otros en la final. Cabe destacar que una vez que esté abierta la votación telefónica cambian las reglas para el público: el voto es a favor de quien quieren que gane el certamen y no para que se vaya, como hasta ahora.
La primera en recibir a sus familiares fue Romina, quien hace rato deseaba reencontrarse con sus tres hijas Mía, Nina y Felicitas. En la gala del lunes, la participante corrió a abrazar a las tres niñas apenas las vio y lloró de emoción. “Hola, mi amor”, fue lo primero que dijo, tras la desesperación por volver a verlas. “Me voy a calmar, me voy a calmar...”, agregó mientras intentaba contener sus emociones. “Estoy muy contenta, ¿vos me extrañaste?”, le preguntó a Felicitas, mientras se sorprendía por el crecimiento de Mía: “¡Qué alta que estás! ¡Estás más alta que yo!”. “Hola Nina, ¿quién soy yo?”, le preguntó a su hija más chica, quien respondió: “¡Mami!”.
El martes fue el turno de Nacho, quien se reencontró con su abuela materna Teresa después de cinco meses sin verla. La última vez había sido en octubre, antes del ingreso del participante a la casa. “¡Mi vida!”, le dijo Tesi -como la apoda cariñosamente- al verlo. Y ambos se abrazaron, llorando desconsoladamente. Luego, la mujer lo acompañó al sillón, donde le ofreció unos pañuelitos mientras le decía cuánto lo amaba y lo extrañaba.
A los pocos minutos y después de repetirle lo orgullosa que estaba de él, la abuela le anunció a Nacho que no había ido sola. “Tengo otra sorpresa, pero quiero que te repongas de esta”, le anticipó mientras él se lavaba la cara. Entonces, apareció Jesús y la escena de abrazos y llanto se repitió con él. “¿Qué hacés acá? ¡No lo puedo creer!”, expresó el participante tan desconcertado como feliz al ver a quien fuera la pareja de su padre, y a quién él considera un segundo papá.
“Que estén ustedes dos acá para mí significa un montón...”, les expresó el joven a sus visitantes, mientras ellos trataban de darle ánimo para seguir adelante hasta cumplir su objetivo. Y es que tanto Teresa como Jesús le dejaron en claro que solo eran capaces de hacer algo así, como entrar a un programa de televisión, por el amor que sienten por él.
En tercer lugar, fue Julieta quien recibió primero la visita de sus padres y de su hermana menor, Lola, para luego sumarse su novio Lucca. “Hay alguien que tiene que ir al SUM ahora”, comunicó Santiago del Moro en la gala del miércoles. Y Julieta, haciéndose cargo, aseguró: “No podía dormir ayer esperando este día”.
Enseguida el conductor le preguntó a quién quería encontrar, y ella respondió sin dudar: “A mi novio”. De inmediato se acercó hasta el salón, en donde primero se reencontró con su familia, lloró de emoción mientras abrazaba a su mamá, su papá y su hermana menor. Luego de compartir un rato con ellos, la invitaron a abrir una de las puertas, detrás estaba Lucca con un enorme ramo de flores: la actriz corrió a abrazarlo y a disfrutar del romántico reencuentro.
El último en recibir la visita de un familiar fue Marcos, cuyo reencuentro con su padre se vio en la gala del jueves por la noche. El participante corrió hacia el salón en el que lo esperaba José. Allí también vio un video con un mensaje de su madre Carola, que se quedó en Salta porque le dan vergüenza las cámaras, y de su hermano (también llamado José), que vive en los Estados Unidos hace más de 10 años.
“Te extrañamos, hijo y te quiero con todo mi corazón. Fuerza, hijo, ánimo, luchá, vencé, valentía. Te queremos tanto, hijo, todos tus amigos te mandan un abrazo. Estoy en contacto permanente con ellos, vos sabés que ellos son el tesoro de tu alma también”, le dijo el subsecretario de Limpieza Urbana de Bettina Romero, la intendenta de Salta capital. Marcos no pudo contener las lágrimas y lloró en todo momento, abrazó su padre a más no poder y se refugió en él durante el tiempo que les permitieron verse y charlar.
Así las cosas, Gran Hermano sigue siendo el programa más visto de la televisión argentina, pero la gente eligió ver un reencuentro por sobre los otros: el que mejor midió fue el primero, el de Romina y sus hijas, que tuvo picos de 23 puntos de rating y promedió los 22,5. Luego, fue el de Marcos con su padre, con 21,4. Después el de Julieta con su familia y su novio, con 21,3 puntos de rating, y en el último lugar, pero marcando también una excelente medición, fue el de Nacho con su abuela y a quien él considera su segundo padre, con 21,1.
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