Perry Farrell avisa que prefiere no hablar tanto de Lollapalooza Argentina 2023 -el cual comienza este viernes y ya tiene todas sus localidades vendidas- y que la conversación esté enfocada 100% en Jane’s Addiction, quienes se presentarán allí este sábado 18 por la tarde. El cantante ideó este festival para despedir a su grupo en 1991 y con el tiempo lo transformó en una de las marcas más importantes de la industria musical global. Por eso ahora pone las cosas en su lugar y quiere darle la relevancia que se merece a esto que ocurrirá pese a que el covid metiera la cola dos veces: el año pasado se bajaron a último momento por un contacto estrecho y ahora por fin tendrán su revancha... Aunque sin el histórico guitarrista Dave Navarro, quien todavía sufre de las consecuencias del virus y decidió no participar del tour.
“Estamos viejos y cansados”, bromea el bajista Eric Avery en el inicio de la videollamada con Teleshow. Desde Los Ángeles, donde fueron creados & regados, esta mitad del grupo que sobre el escenario completan el baterista Stephen Perkins y Josh Klinghoffer -el ex Red Hot Chili Peppers reemplaza a Navarro en vivo- promete un show con novedades y el brillo dorado de un blend de sus tres álbumes fundacionales: el directo Jane’s Addiction (1987), Nothing’s Shocking (88) y Ritual de lo Habitual (90), esos con los que delinearon un horizonte alternativo en plena transición entre el hair metal y el grunge.
Desde aquellos días que los cuatro miembros originales de la banda no pasaban tiempo juntos en un mismo espacio para crear, pero ahora están volviendo a recrear esa añorada química. “Estamos trabajando en música nueva y algo de eso vamos a tocar en el show, sin sentirnos presionados por ninguna discográfica para que sea lanzada al público. Vamos a hacer la primera canción que grabamos cuando volvimos a juntarnos. Esa con la que todos levantamos las cejas a la vez y una sonrisa nos cruzó las caras”, avisa Perry a la vez en que Eric aclara que sería un tema distinto a “True Love”, una que estrenaron días atrás en California.
“Hacer un nuevo disco de Jane’s Addiction es genial porque tenemos esta especie de libertad de estar por fuera del tradicional y antiguo sistema discográfico. Además acumulamos habilidades que no teníamos hace 30 años. Y también tenemos nuevas herramientas a disposición. Simplemente nos ponemos en marcha, como en la canción que tocaremos por primera vez allí, en la que todas las partes se unieron en el estudio, durante una tarde. Y nos prendemos fuego”, dice el bajista sobre esta energía renovada.
“Nos sentimos como si estuviéramos de vuelta en la casa de Wilton, que era un hogar grande en el que solíamos vivir todos. Ahí teníamos el garaje en el patio trasero, con muchas alfombras que robamos de los basureros del vecindario y cartones de huevos para insonorizar... Se siente así otra vez. Estamos como en ese estudio, trabajando en el material, abrimos la puerta y... ¡Oh, ahí está la policía!”, acota Perry y se ríe.
—¿Y qué los inspira del mundo en el que vivimos hoy?
Perry: —Antes de que te pongas tus zapatos ya tenés algo de inspiración hoy en día. Quiero decir, está el entorno en el que tenemos que vivir y trabajar. Hay hombres fuertes que atacan a dictadores contra los que tenemos que luchar. También hay gente que ahora mismo está inundada. Están pasando muchas cosas en todo el mundo y aquí está la diferencia: hoy podemos escuchar sobre todo eso. En el pasado, nos enterábamos de lo que estaba pasando en Los Ángeles y de lo que pasaba en la familia, y como mucho, teníamos un canal de noticias. Pero hoy escuchas de todo, en todo momento. Te enteras, Dios mío, de que están talando la selva tropical a un ritmo feroz. El 80% de la selva tropical está desapareciendo como resultado de un tipo malo que adora el dinero. Se destruyeron esos pulmones de la Tierra... Así que para tener inspiración, solo necesitás agarrar tu teléfono por la mañana, antes de poner los pies en el suelo. Está ahí.
—¿Cómo se sienten tocando con Josh? ¿Cuál es su aporte en este nuevo Jane’s Addiction en vivo?
Eric: —Está reimaginando nuestra música. Todas las noches son distintas y a Perry tal vez se le da por estirar las canciones, por pedir una vuelta más y deja de cantar para que Josh toque un poco más, expanda todo, haga su solo... Nos da un gran dinamismo en vivo que es fantástico. Además, lo amo como persona, así que para mi es un win-win.
Perry: —Tengo suerte de trabajar con Josh en este momento de mi vida, porque nunca me gustó la idea de un “recital como músico”. A la gente que nos viene a ver les encanta escucharnos así, en vivo. Nos quieren ver verdaderamente en vivo. Por eso mis músicos y grupos favoritos siempre fueron aquellos que pueden hacer algo como Grateful Dead, Velvet Underground, Bob Dylan o The Stooges, que cada vez que se paraban en un escenario era como si se estuvieran subiendo a un caballo que no conocen tan bien. Pero se montan igual para viajar tan rápido como sea posible, incluso sin saber si le gustan a ese caballo. Ese caballo podría desafiarte. Esa sensación de peligro hace que la música sea aún más grande. Y Josh es ese tipo: él galopará y vos tenés que aferrarte a las riendas y montarlo, subiendo y bajando sobre tus talones. Si te equivocas, tu culo golpeará (imita un galope tosco) contra su lomo. Así que solo tienes que asegurarte de estar con el caballo y no contra él.
—¿Klinghoffer es el único guitarrista con el que están trabajando en las nuevas grabaciones?
Eric: —Estamos con tres: Josh, Troy Van Leeuwen y también convocamos a un tipo llamado Dave Navarro. Puede que lo conozcas.
—Dave no está en la gira pero sí está con ustedes en el estudio.
Perry: —Nunca se sabe lo que puede pasar cuando una persona tuvo covid. Algunas se toman mucho, mucho, mucho tiempo en recuperarse. Y luego les ocurre algo que reduce a la mitad la duración de su sufrimiento. Hay que ser cautelosos al hablar de la vida de Dave Navarro, pero lo que podemos decir es que está mejorando. Estamos viviendo el momento y siempre orando para que la banda pueda estar completamente unida. Así que no se sorprendan si hay nuevas incorporaciones. Porque es genial tocar con Josh. Me encantaría seguir tocando con Josh, pero eso es una conversación privada... Ojo, no significa que no quiera tocar con Dave. Lo que quiero decir es que sería genial si pudiéramos expandirnos.
“Señores y señoras: nosotros tenemos más influencia con sus hijos que tú tiene, pero los queremos...”, pronuncia en un inolvidable español robótico, casi de inteligencia artificial, una voz femenina en el preludio del estallido de “Stop!”, track inicial del clásico Ritual..., que incluso los criollos Babasónicos samplearon en “Muthafacka” de su debut Pasto (1992). ¿Se siguen sintiendo influencia de los más jóvenes o son sus hijos quienes los influyen? “Sí, y es realmente divertido. Hay gente que va a Disneylandia, ¿no? Y que disfruta del paseo. Tengo amigos que todavía van ahí porque simplemente les encanta. Pero imagina seguir yendo ahí, pero ahora tienes hijos. Entonces es casi como si se te despertara una nueva alegría. Es como si lo estuvieras redescubriendo o descubriendo, mirándolo desde una perspectiva nueva y fresca, siendo un padre”, dice Perry.
Y amplía: “Siento lo mismo cuando estamos en Lollapalooza y veo a estos nuevos músicos jóvenes con su visión del mundo, para bien o para mal. Los más grandes sabios me enseñaron que el deber y la misión de cada generación es dar vuelta al mundo. Así que lo estoy viendo suceder en tiempo real. Estoy viendo a los jóvenes músicos darle la vuelta al mundo. Y como viejo anarquista me gusta el caos. El caos es hermoso”.
—¿Hay algo que los haga sentir viejos o toman al rock como antídoto para sentirse siempre jóvenes?
Eric: —Yo diría que ser joven para siempre no es algo que vea como meta. Entiendo la idea de tener energía y permanecer involucrado en tu vida como objetivo y a medida que envejeces. Pero me gusta ser un hombre mayor. No quiero ser joven para siempre. Estoy disfrutando de mi vida ahora mucho más de lo que la disfruté cuando tenía 20 años. Y estoy disfrutando de la música y de mi carrera mucho más ahora que en ese entonces, así que no lo cambiaría por nada en el mundo. No necesito antídotos.
Perry: —Si hablamos de la eternidad, la tenemos. Está en la música. Me gustaría creer que la música que hacemos es eterna. La gente ha dicho eso sobre nosotros: “Man, esta canción todavía se la aguanta”. Entonces, si hay algún sentido de la eternidad, está en esas canciones. Y también te diré que ahora, en mis años dorados, sé con certeza que la música es la fuente de la juventud. Porque nunca estuve en tan buena forma. Y, por supuesto, tengo que cuidarme mucho más, pero la medicina moderna, la psicología moderna, todo lo moderno, nos mantendrá jóvenes durante mucho más tiempo que cuando estábamos empezando. Había de todo para destruirte a vos mismo en aquellos días. Y ahora... Por ejemplo, anoche estaba durmiendo con una manta térmica e infrarroja que ayuda a las articulaciones. Y también tengo un estimulador. Me puse electrodos en el cuello y la espalda que me quitaron el dolor que suelo experimentar en esas zonas. Están todas estas pequeñas herramientas y armas nuevas que tenemos para luchar contra la edad. Y pruebo todas y cada una de ellas.
* Jane’s Addiction tocará en Lollapalooza Argentina el sábado 18 de marzo a las 18.45 en el Escenario Samsung
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