Desde que entraron los dos cachorros a la casa de Gran Hermano, Romina Uhrig pidió quedarse con uno de ellos. Aun sin haberles puesto nombres, la exdiputada afirmó que quería adoptar al de color caramelo. Y ese fue el nombre que después le pusieron entre todos, Caramelo y a la otra, Mora cuando advirtieron que no era un macho sino una hembra.
Desde entonces, todos cuidan de los perritos, aunque Romina ya les anticipó a todos que se llevaría al perro para sus nenas. La otra eligió a Marcos Ginocchio, quien también aceptó adoptarlo y llevárselo a Salta no bien termine el certamen.
Sin embargo, los perros son hermanos y están todo el día juntos. Juegan, saltan, interactúan con los participantes y duermen porque son cachorritos. Los usuarios de las redes sociales advirtieron que ellos están mucho más con Marcos y que, según dicen, lo prefieren antes que a la exdiputada.
En el día lunes, los hermanitos se sorprendieron cuando entró Santiago Del Moro a la casa por la clásica pantalla de televisión que tienen en el living y les dijo que esa noche Romina recibiría una visita inesperada. Así las cosas, la joven de Moreno se emocionó cuando ell conductor le avisó que estaban sus tres hijas en el sum del reality.
Sin poder creerlo en una primera instancia, y completamente conmovida después, la jugadora corrió hacia el sector destinado a las fiestas temáticas y a los juegos de la semana para reencontrarse con sus nenas. Tras casi cinco meses de estadía en la casa más famosa del país, volvió a abrazar a sus hijas Mía -de 12 años-, Felicitas -de 3-, y Nina, que tiene solo un año.
“Hola, mi amorrr”, fue lo primero que atinó a decir Romina tras fundirse en un abrazo con las tres, mientras las lágrimas seguían cruzándole el rostro. “Me voy a calmar, me voy a calmar...”, dijo mientras intentaba contener sus emociones. “Estoy muy contenta, ¿vos me extrañaste?”, le preguntó a Felicitas, mientras se sorprendía por el crecimiento de Mía: “¡Qué alta que estás! ¡Estás más alta que yo!”.
Entre tanta emoción, Romina tuvo tiempo de jugar con ellas en la plaza blanda instalada en el sum, mientras seguía sorprendida por estar con ellas. Luego le pidió al Gran Hermano si podía llevar a Caramelo para que conociera a las chicas. Y el dueño de la casa le concedió el deseo.
“¿Te estás portando bien? No estás aceptando a nadie en Instagram, ¿no? No hables con nadie, no aceptes a nadie”, le indicó a Mía mientras jugaban con el perro y la adolescente asentía. “¿No te da vergüenza mami?”, le preguntó. “No, pero estás bastante loca... Te enojás mucho”, le respondió. “Pasa que Alfa me perseguía para hacerme enojar”, respondió Uhrig.
Después, ella quiso volver a buscar a la otra perrita, Mora. Pero Gran Hermano no le respondió y la exdiputada siguió disfrutando de sus nenas.
Sin embargo, las redes estallaron cuando los usuarios interpretaron lo que quiere hacer Romina para quedarse finalmente con los dos cachorros. Al parecer, ella sugirió que no era buena idea separar a los hermanitos, y que lo adecuado sería que la mascota también se fuera con ella a Moreno para jugar con las nenas.
Muchos de los seguidores del ciclo de Telefe lo entendieron como un plan para traicionar a Marcos y poder adoptar a las dos mascotas juntas. Pero seguramente la última palabra la tendrá el Gran Hermano quien decidirá al final con quién o con quiénes se irán los perritos que tanto divierten a todos.
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