Luis Majul: “Con los años he aprendido a pedir disculpas”

Honesto, abierto y conciso, el periodista opinó sobre los posibles candidatos a la presidencia y la situación del país. Además, hubo tiempo para conversar sobre su trabajo, sus proyectos profesionales y su futuro paso al streaming

Luis Majul en los estudios de Infobae Foto: Gustavo Gavotti

Con una agenda diaria milimetrada, que incluye siempre una impostergable minisiesta, el periodista -pero también conductor y empresario- llega a los estudios de Infobae entusiasmado, con el plus de adrenalina a horas de su debut con la temporada número 24 -y realizada de ininterrumpida- de La Cornisa, un programa de investigación y análisis político que tiene grabado su sello indeleble.

Se lo nota con la dedicación y la exigencia profesional de seguir aprendiendo, y permanecer vigente en las conversaciones nuevas. Impecable, de jeans y camisa de lino azul, Luis Majul se hace tiempo para tomar un cortado de máquina, que no es poco: odia el café instantáneo. Y entonces, se entrega a una charla que presentará distintos matices.

Respecto a la competencia, dirá que no lo siente de esa manera al nuevo programa de Dady Brieva. Sobre política, analizará a los principales candidatos presidenciales. Y también dejará un mensaje para todos los argentinos.

Entrevista a Luis Majul por Mariana Dabhar - 20 Años De La Cornisa

—¿Todavía se pone nervioso a la hora de dar una entrevista?

—A la hora de una entrevista no; sí cuando empiezo nuevos ciclos y nuevos programas. El domingo arranca La Cornisa de nuevo. Son muchos años, pero me pongo nervioso porque soy competitivo, porque quiero hacer el programa cada vez mejor, porque quiero que sea moderno, desde el punto de vista de los contenidos. Vos pensá que La Cornisa, a lo largo de los años, se sigue manteniendo como quizás el único programa que tiene investigación real, profunda.

—¿El único?

—El único en televisión, sí. Con investigaciones que son más profundas que las habituales, más allá de la coyuntura. Entrevistas, investigaciones, análisis. Y yo creo que eso la audiencia lo reconoce y lo agradece.

—¿Se acuerda de La Cornisa de 1999?

—¿La primera que hice? ¿En PyE? Bueno, era muy divertida porque ya en esa época, en esa señal, por ejemplo, fuimos los primeros que invitamos a Elisa Carrió y le pedimos que traiga a la Virgen de la que ella era devota, porque no sabíamos cuál era, y ella la trajo y la puso en el escritorio. Hacíamos ese tipo de cosas. Hacíamos televisión aun en un medio donde no era ni televisión de aire ni una señal de noticias muy, muy masiva, pero tratábamos de hacer televisión.

—¿Cuáles fueron los momentos bisagra de tantos años de programa? ¿En algún momento dijo: ”Chau a La Cornisa”?

—No, nunca lo pensé seriamente. Yo no soy de esos que dicen: “Este es el último año que voy a hacer”, porque no me parece adelantarse a eso. Sí siempre planteo la idea de hacerlo cada vez más moderno y mejor. Este año, por ejemplo, vamos a tener nuevas secciones. No vamos a investigar al kiosquero del barrio: investigamos a ministros, a personalidades poderosas. Y en este año, que es electoral, vamos a ser aún más profundos en eso. Cuando hay elecciones la idea de hacer guita fácil y pagar las campañas de una manera por fuera de la ley va a hacer que varios pisen el palito, y nosotros lo vamos a mostrar desde el programa.

Luis Majul: "No vamos a investigar al kiosquero del barrio, vamos a investigar a ministros, a personalidades poderosas" Foto: Gustavo Gavotti

—¿Nos puede adelantar quiénes lo van a acompañar?

—Sí, sí. Luis Gasulla, Federico Andahazi, Silvina Martínez seguramente. Pero cada uno de ellos trabaja específicamente para hacer algo distinto. Y mis editoriales son distintos, en general, a lo que se ve. Recuerdo que los únicos que hacíamos editoriales éramos Jorge Lanata y yo.

—¿Y ahora?

—Y bueno, ahora se sumaron otros, pero lo hacen muy bien. Joni Viale es un gran editorialista. Otros colegas son grandes editorialistas. Y eso está muy bien. Lo que pasa es que cuando las audiencias empiezan a demandar algo, lo que uno tiene que hacer es ser siempre el nuevo y no repetirse. Yo trato de no repetirme y ponerle algo diferente. Hay una manera distinta de ver televisión, la gente tiene menos tiempo.

—¿Qué ve usted en televisión?

—Todo. Veo primero muchas series. Veo no ficción. Veo televisión de afuera. Veo CNN, Fox News. Veo muchas señales de deportes porque en las señales de deportes, por ejemplo en ESPN, hay algo distinto ahí para contar, una narrativa determinada. Yo soy de la idea de que excepto que los temas sean muy, muy apasionantes y los periodistas tengan muchos años, mucha trayectoria y sean muy, muy vistos o muy escuchados, hay que ser cada vez más breve. Lo que no significa no interrumpir: me están escribiendo mucho diciendo que cada vez interrumpo menos. Pero lo que quiero decir es que hoy los programas periodísticos compiten con las series, con Netflix, con las redes sociales, y yo soy un hombre que mira mucho los medios de comunicación, el mundo del entretenimiento.

Entrevista a Luis Majul por Mariana Dabhar - Criticas y Medios

—¿Contra quién compite Luis Majul?

—Contra todos. Una persona que se sabe ubicar en el mundo de los medios sabe quién es su competencia y quién no.

—Por ejemplo, el domingo, ¿cuál será la competencia de La Cornisa?

—¿Entre las señales? Bueno, yo tengo la suerte, con todo el respeto por la competencia, de liderar en todas las franjas. Con La Cornisa todos los domingos, casi todos los domingos, excepcionalmente alguna vez pudo no pasar. Pero también lideramos con LN+ a las 21, con Pablo Rossi. Y a la mañana no lideramos porque hace mucho tiempo que hay otras señales que están muy arraigadas, pero estamos quitándoles un poquito más de share y obteniéndolo nosotros. Eso es lo que a mí me mantiene dinámico, vivo. Eso es lo que me hace latir.

—Lanata todavía no debutó con PPT.

—Lanata es el mejor de los nuestros, sí.

—Pero sí debutó Dady Brieva con PPT (Peronismo Para Todos) también.

—No lo vi; me dijeron.

—¿Siente al programa de Dady como competencia?

—No, la verdad que no. No siento que sea una competencia. No quiero ser despectivo porque no lo vi, me mostraron unos cortitos. No sé si estaba cansado, algo le pasaba, o estaba medio perdido, desorientado. No me pareció algo para preocuparme. A ver: nuestro equipo considera que haciendo la tarea que tiene que hacer le va a ir bien. Le va a seguir yendo bien.

—¿El rating lo tiene en el teléfono?

—Sí, sí.

—La mirada ajena ¿cómo lo afecta?

—Cuando era más chico me afectaba más. No te voy a decir que no me afecta pero…

—¿Qué le afecta?

—No, me afectan un montón de cosas...

—¿Las críticas lo afectan?

—De verdad que no. si son bienintencionadas, o aun sin ser bienintencionadas están apuntando a algo que yo puedo ver y cambiar, no; al contrario, yo las recibo. Te voy a dar un ejemplo. Una mañana hago mi comentario editorial, cerca de las diez de la mañana, y había pedido una serie de videos y los videos estaban largos. A mi entender, para mi métrica, para mi dinámica y para lo que yo quería mostrar, estaban largos. Entonces, cuando terminó el programa y le dije a los productores que vayan al momento exacto donde yo estoy pidiendo los videos, me dijeron que estaba midiendo un montón. Y eso, no es que no me importa el rating, pero no me importa tanto: me importa tener en claro qué es lo que voy a mostrar, cómo lo voy a mostrar, y me he vuelto muy detallista en eso. En la tele un segundo más o un segundo menos no importaba tanto; ahora, sí.

—Antes, cuando le decían: “Está midiendo”, ¿no paraba?

—No funciono así. No quiero ser, de nuevo, despectivo: los que saben ver la televisión, no estoy hablando de mí, en general no están tan pendientes de lo que mide mucho y quedarse ahí. Lo inteligente es que cuando vos estás con la audiencia hacia arriba salir en el momento, antes que la audiencia se canse.

—Retirarse a tiempo.

—Bueno, sería en términos filosóficos retirarse a tiempo. Es algo que yo siempre hablo con Juan Cruz Ávila. Hay que cambiar (eso de que) “va en contra del éxito, no se toca”.

—¿Los éxitos no se tocan?

—Hay que saber percibir que cuando estás muy, muy arriba llega un momento que empezás a declinar. Hay que cambiar antes. No irse, hay que cambiar antes.

—¿Se dio cuenta, en algún momento, de que estaba ahí arriba y que estaba por caer?

—Se trata de formar parte de la conversación. Veo mucho Instagram; no tengo TikTok, no sé si el día de mañana voy a tener, depende de qué es lo que quiera decir y qué es lo que quiera enterarme. Pero les presto mucha atención a las redes sociales. Insisto, no porque quiera estar siempre. ¿Viste que hay gente que no soporta el paso del tiempo, entonces quiere ser siempre un niño o una niña y eso se nota? No, eso no. El criterio con el que yo quiero estar es seguir formando parte de la conversación. Seguir estando ahí. Entender por qué una generación piensa como piensa o por qué no.

Cuando era más chico la mira ajena me afectaba más

Luis Majul: "Yo trato de no repetirme y ponerle algo diferente. Hay una manera distinta de ver televisión, la gente tiene menos tiempo." Foto: Gustavo Gavotti

—¿Qué aprende de las generaciones nuevas, de Jonatan Viale, por ejemplo?

—Como tengo una radio, estoy muy atento a las generaciones nuevas. Y Jonatan Viale está más cerca de nuestra generación que…

—Es más joven.

—Yo no digo que Jonatan sea viejo, pero es uno de los nuestros, digamos. Aprendo mucho. Jonatan es un obsesivo. Yo recuerdo que cuando empecé a hacer los editoriales largos que hacía, los hacía con la misma obsesión que Jonatan, y él ahora los hace con esa obsesión.

—¿Cuánto tiempo tarda en preparar su editorial?

—Depende. En La Cornisa… Bueno, yo tengo algún ejercicio extra porque he escrito más de 12 libros. En un momento vos tenés que pensar y darle a pensar a la audiencia, y en algún otro momento tenés que editar a medida que escribís. Pero para una editorial de La Cornisa puedo estar dos horas, como mínimo. Uno tiene que elegir lo que quiere decir. Los materiales tienen que ser como parte de lo que uno quiere contar, no que estén puestos ahí porque sí. Estoy terminando de leer un libro, que lo recomiendo, de Guillermo Oliveto, La humanidad ampliada, y habla de un momento en el que Steve Jobs en el mismo año en que sacaron unos aparatos que se llamaban Palm, que era el dispositivo electrónico con un lapicito, dijo: “Esto no va a funcionar”. “¿Y por qué?”, le preguntaron. “Porque en realidad ya el ser humano, para conectarse con las nuevas máquinas intuitivas, no va a necesitar un intermediario, un lapicito: lo va a poder hacer con sus propias manos”. Y poco después inventó lo más avanzado en materia de nuevas tecnologías. Estuve en una convención en La Habana en el 1985 que abrió García Márquez, sobre la deuda externa, y le preguntaron cuál era su sueño, a qué aspiraba. Y respondió: “Que mi lector ni siquiera tenga el tiempo de pestañear”. Fue una exageración, pero yo creo que ese es el desafío. Esto no implica decir cualquier cosa, hablar a los pedos, atropellarse con las palabras. Implica tener un lenguaje fluido. Vos me preguntabas por el programa nuevo de Dady, que yo no pude ver, pero en un recorte de la entrevista que le hicieron después al Cuervo Larroque... perdón, qué vergüenza, es el ministro de Desarrollo de la Provincia de Buenos Aires. Ya no hablemos de ideología, de política, de dónde se para: no sabe hablar. No da con el sujeto, verbo, predicado. O sea, es un papelón. Una persona que es ministro de Desarrollo Social de la provincia que más problemas sociales tiene, con pobres, con indigentes, con un poder desmesurado, porque viene Cristina (Fernández), Máximo (Kirchner) y después viene él. Y no sabe hablar... Por eso, hay que fijarse uno qué vota, por qué vota y a quién vota, porque después la gente se desespera.

—Si Cristina Kirchner decide irse de la política, ¿cuál sería el futuro de La Cámpora?

—Bueno, lo natural es que desaparezca. Pero, ¿viste? En la Argentina los cadáveres políticos se levantan cada cinco minutos. Pero lo natural es que desaparezca.

—Si hoy fueran las elecciones, ¿piensa que puede llegar a ganar el oficialismo?

—No, hoy creo que no hay… La provincia de Buenos Aires está muy difícil para la oposición. Es posible que gane Axel Kicillof pero también es posible que venga una ola de rechazo muy fuerte y se lo lleve también puesto a Kicillof. También depende qué juego juegue Milei. Al kirchnerismo le conviene en la provincia de Buenos Aires inflarlo a Milei porque así le quita votos a Juntos por el Cambio. A nivel nacional, yo creo que si Juntos por el Cambio no se equivoca mucho y tiene unas PASO racionales, maduras, intensas para discutir ideas y no chicanearse personalmente, creo que le debería ir bien. Creo. Pero puede pasar cualquier cosa.

—Usted conoce a todos los políticos desde hace un montón de tiempo. ¿Qué es lo que le sorprende de sus cambios?

—Me parece que, en general, la dirigencia política , en la Argentina va cambiando de acuerdo a cómo cambia la Argentina. O sea, la Argentina está devaluada, la dirigencia política está devaluada. El periodismo está devaluado: los periodistas también formamos parte de un país devaluado. No es que el país está devaluado y nosotros hacemos el mejor periodismo del mundo, somos parte de esa devaluación.

Entrevista a Luis Majul por Mariana Dabhar - Opinión sobre los principales candidatos

—Le pregunto por los candidatos más definidos. ¿Horacio Rodríguez Larreta?

—Recién ahora se está poniendo el traje de salir a pelear la presidencia, la candidatura, y está peleando por ser lo más auténtico que puede. Porque eso también es mentira: ni Horacio Rodríguez Larreta, ni Javier Milei, no hay nadie 100% auténtico y genuino. Ni siquiera la gente que en las redes sociales dice ser genuina. No hay nadie, nadie, nadie. Siempre hay un lugar de especulación y de premeditación. Que por otra parte está bien. Es parte de la vida.

—¿Patricia Bullrich?

—Bueno, aparece como más genuina y más auténtica. Está haciendo una campaña bárbara. Tomó la decisión correcta de aparecer en pandemia y sostener las banderas de lo que pensaba. Pero después, también hay que ver la campaña. Siempre dije que no veía el objetivo ni la utilidad y que veía bastante complicado que las Fuerzas Armadas se metieran en el territorio en la pelea contra el narcotráfico en una ciudad como Rosario. No estoy diciendo que los que defienden eso son unos salames o unos fachos; tengo mis dudas y sigo planteando mis dudas. Se las pregunté a Patricia, y le respondió a la audiencia, y yo sigo con dudas. Está bien, me van a decir: “Pero Majul, ¿y todo eso qué?”. Lo que pasa en Rosario es un desastre, es el producto de la ideologización del kirchnerismo con respecto al narcotráfico y la inseguridad. Hay que terminar con esto, no solamente por lo que pasó con la familia política de Messi sino porque mueren todos los días chicos, bebés. Hay que tomar una decisión política fuerte. Y tiene que ser dentro de la ley. Me citan como ejemplo a Bukele. Leo lo que pasa en El Salvador y digo, es descriptivo, están bajando los índices de inseguridad, sí, pero no hay cifras objetivas; las cifras las da el gobierno, que es muy autoritario. No hay cifras que puedan contrarrestar ese fenómeno y todavía no está claro si hizo un acuerdo o no con una corriente de los Maras. Hay que tomar con mucho cuidado las soluciones rápidas. Si el narcotráfico estuvo creciendo desde hace 20 años lo estuvieron alimentando la ideología política, el negocio, la penetración con las fuerzas de seguridad, en la política, en la Justicia también, no lo vamos a desarmar en cinco minutos. Apuntemos a desarmarlo. El cepo, el desastre que es la economía. Este es el peor gobierno de la historia, sin lugar a dudas. Ahora, desarmar el desastre que están haciendo va a costar muchísimo. Y si este año va a ser tremendo, lamentable el 2024 va a ser peor. Y no importa que se llame Milei, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, elegí el que quieras: no va a venir una receta mágica para poner en funcionamiento y dar vuelta un país que se estuvo haciendo pelota en los últimos 20 años. Tenemos que ser más serios para analizar eso. Y nosotros, los periodistas y los medios de comunicación, también tenemos que ser serios.

—Continuemos con los posibles candidatos. ¿María Eugenia Vidal?

—Todavía mucha gente quedó impactada porque ella se retiró de la provincia de Buenos Aires como distrito para pelear después de la derrota. Está empezando de nuevo a explicar, a acercarse a la gente, ya recorrió el país por lo menos una vez completa. Creo que es una dirigente muy valiosa dentro de Juntos por el Cambio.

—¿Wado de Pedro?

—Creo que no tiene ninguna influencia. Wado de Pedro es más dialoguista, es una especie de topo de Cristina metido en un gobierno que pretendió ser moderado y no pudo. Un desastre.

—¿Alberto Fernández?

—Qué sé yo... Alberto Fernández es una gran decepción para mí.

—¿Tiene contacto con él actualmente?

—No, no, solamente formal. Los últimos contactos fueron muy tensos.

No hay nadie 100 % auténtico y genuino

Entrevista a Luis Majul por Mariana Dabhar - Presente, aprendizaje y éxito Presente, aprendizaje y éxito

—En este 2023, de todos los trabajos que está haciendo, ¿en cuál se siente más cómodo?

—Siempre soy yo. Y ganas de laburar, tengo siempre.

—Pero un poquito más de ganas...

—Bueno, hacer radio: estar al aire en la radio y pensar la radio me gusta mucho. Para mí la radio, al fin y al cabo, va a ser una de las plataformas en las que uno se puede parar para hacer nuevas cosas con el streaming. Aunque muchos dicen que no…

—¿Lo sabe y lo va a hacer?

—Sí, sí. Yo siempre estoy mirando para adelante. Tengo ganas de hacerlo y estoy convencido de que lo voy a hacer. Estamos trabajando con un equipo de gente grosa.

—¿Cuántos años tiene?

—61, voy a cumplir 62.

—¿En qué momento se siente hoy?

—En un buen momento. Quizás demasiado atosigado de trabajo porque tengo que tomar muchas decisiones en un lapso de tiempo muy corto. En mayo te voy a decir que ya estoy bien.

—¿Cuál es la decisión más difícil que le tocó tomar?

—Muchas.

—Una en lo laboral, y una en lo personal.

—Cada vez pienso menos en lo personal, porque tengo mucha gente trabajando dentro de mi productora, en la radio, con La Cornisa, con Especial domingo, con 8AM, con LN+, así que yo…

—Dicen que es bravo. ¿Es verdad?

—¿Bravo laburando?

—Trabajando.

—Sí, sí, soy muy responsable. Pero con los años he aprendido a pedir disculpas. A ver, las disculpas que yo pido son las siguientes. A veces tengo poco tiempo para tomar una cantidad de decisiones importantes que involucran mucha gente, no solamente a mí. No tiene que ver con mi ego sino con los proyectos. Tengo poco tiempo, a veces, no para escuchar sino para girar alrededor de lo que todavía no se resuelve. Lo que comúnmente los niños dirían “paja”. Un poco de paja. Entonces, no tengo tiempo. A ver, ¿me divierto? Sí, me divierto. Tenemos que usar un tiempo para divertirnos, tomar un café, hablar de las cosas, hablar de la vida.

—En su experiencia, ¿cuáles son las claves del éxito?

—Constancia. Empatía, porque una cosa es ser intenso y otra cosa es no mirar al otro. A mí me importa lo que le pasa al otro y lo escucho, lo escucho con mucha atención. Porque el otro, en términos para los que amamos los medios de comunicación, es audiencia. Si vos pensás de una manera y te están afectando las cosas de una manera a millones de personas probablemente les debe estar afectando igual. Charly (García) decía: “Yo solo tengo una pobre antena que me va diciendo cómo te sentís”. Bueno, yo tengo una pequeñísima antena y la tengo,por suerte, todavía siempre prendida. Constancia. Empatía y la antena prendida.

Luis Majul: "Cuando era más chico la mira ajena me afectaba más." Foto: Gustavo Gavotti

—¿Es feliz Majul?

—Sí. A ver, no soy feliz todo el tiempo.

—¿Qué cosas le dan felicidad?

—Bueno, ver bien a la gente que yo quiero. A mi familia, a mi mujer, a mis hijos, el grupo de amigos que tengo. Eso, eso me da mucha felicidad. Y si los veo que la están pasando mal la paso mal yo también. Eso no me gusta.

—¿Qué aprende de sus hijos?

—Mi hija se acaba de recibir de médica. Está decidiendo qué especialidad va a seguir, pero yo no la quiero predeterminar aunque tiene una escucha tremenda. Si en este momento mi hija estuviese sentada ahí, ya hubiese anotado todas las cosas que yo digo, y después me hubiese dado un papelito como lo hizo más de una vez, me lo hubiese entregado y me dijo: “Huy, mirá las cosas que dijiste papi. ¿Por qué las dijiste como las dijiste?”. Mi hija es una locomotora. Y mi hijo, por suerte, está muy por encima mío. Es doctor en Ciencias Políticas.

El 12 de marzo inicia una nueva temporada de La Cornisa. De 20.30 a 22 hs. La Nación +

—En la playa están los aviones que escriben en el cielo. Si pudiera escribir una frase en el cielo para que todos los argentinos la pudieran leer, ¿cuál sería?

—Paz. Pero no la paz mundial, paz para una clase dirigente que no te deja vivir. Paz. Paz. “Déjenos vivir en paz”: eso escribiría.

—Para finalizar, le regalo una caja con todas las cosas que perdió en estos 61 años y puede recuperar una sola. ¿Cuál sería?

—No lloro las pérdidas. Quizás una buena conversación con mi papá. Una buena conversación con mi mamá. Pero yo me conecto con ellos todo el tiempo. Como me dijo un amigo mío: a partir de que se van tus viejos están todo el tiempo en tu escritorio, en tu laburo. No es que hablo con ellos, pero las voces, la voz que tenés que escuchar, la escuchás. Si pudiera recuperar algo sería eso. Pero tampoco... Porque los tengo: los tengo todo el tiempo conmigo.

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