Ricardo Piñeiro hoy, tras superar una depresión que lo llevó al alcoholismo: “En este medio hay muchas chicas desagradecidas”

El histórico representante de modelos contó que enfrentó problemas económicos y encontró una salida en la religión. Recuperado, habló de su nueva vida

Ricardo Piñeiro habló de su nueva vida como voluntario en una iglesia y recordó su pasado como representante de modelos (Socios del espectáculo. El Trece)

Durante los 90, Ricardo Piñeiro fue uno de los mayores representantes de modelos del país. Supo crear con su agencia un imperio con las mujeres más codiciadas de las pasarelas de la Argentina, copando las tapas de revistas y constituyendo una rivalidad histórica con Pancho Dotto.

Un día le dijo adiós al universo fashion y su nombre dejó de aparecer en las primeras planas mediáticas. Enfocó su vida al cuidado de sus perritas que combinó con su pasión por la fotografía, que lo llevó a montar exposiciones. Y en los últimos tiempos trascendió su ayuda como voluntario en la iglesia Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón, donde colabora en la asistencia a personas en situación de calle.

Hacia esa institución religiosa fueron las cámaras de Socios del espectáculo (El Trece) para tener la palabra del histórico representante. Y allí, reveló algunos detalles de su alejamiento de la vida pública. “En un momento tuve una gran depresión, no sé si llamarlo una estafa, pero tuve muchos problemas y se tuvo que cerrar la empresa”, contó Piñeiro.

El representante aseguró que producto de esta situación “No me sentía muy bien y empecé a tomar un poquito de más. Ahí recurrí a Alcohólicos Anónimos, al lado de la iglesia, y me salvó la vida”, admitió Piñeiro, y agregó con felicidad: “Hace cinco años que no tomo alcohol”.

También hizo una referencia a los problemas económicos por lo que pasó en los últimos tiempos. “Yo no soy millonario, nunca lo fui aunque la gente lo creía. Vivo en un departamento lindo pero me rompí el alma durante 40 años”, admitió, antes de contar parte de su labor como voluntario en el comedor, donde controla el ingreso de las personas y colabora con el armado de las viandas.

Ricardo Piñeiro y sus perritas, su gran amor

“Estoy comprometido con la causa. Tratamos de rescatar a la gente que está en situación de calle y la intención es que esa gente se inserte de nuevo en la sociedad y pueda tener un trabajo digno”, afirmó sobre un vínculo que estableció hace unos tres años. “Les servimos un palto de comida a cada uno, un postre, agua, se reza y se agradece que estamos comiendo”, afirmó. Y luego de recibir el saludo de una señora: “Estas son las cosas que me gratifican”.

A continuación, el cronista Santiago Riva Roy le consultó si volvería al modelaje y la respuesta fue un rotundo “no”. E hizo un breve repaso por algunos de los nombres propios que estuvieron bajo su ala en el pasado y con quienes mantiene buena relación. “A Paula Chaves la quiero muchísimo, hay chicas que son muy agradecidas... Mariana Arias es una excelente conductora, periodista, trabajó toda la vida conmigo”, destacó.

Y las diferenció, aunque sin dar nombres, de otras modelos. “Este es un medio bastante especial, porque generalmente hay muchas chicas desagradecidas y no lo digo por resentimiento”, sentenció, y habló de su experiencia. “Ves una chica, que puede funcionar, la empezás a formar, lo que uno hace como manager. Y después se nos agrandan un poco. Y eso no está bueno. Siempre digo, diosas arriba y terrenales abajo.

Por último, hizo una mención a Roberto Giordano, organizador de los emblemáticos desfiles a los que Piñeiro asistía con sus modelos. “Hace mucho que no lo veo, la veo a Mirtha, su mujer. Fue un visionario, si no estabas en el desfile de Roberto Giordano en Punta del Este, no existías”, cerró.

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