A pesar del paso del tiempo, y de los vaivenes de sus respectivas vidas amorosas, Juana Viale y Gonzalo Valenzuela siempre mantuvieron un buen vínculo de ex. La conductora y el actor se conocieron en el 2004, cuando ella ya era mamá de Ámbar. En el 2008 nació Silvestre y tres años después ella quedó embarazada de Ringo, quien falleció minutos después de conocer el mundo, tras nacer en la semana 36 de gestación. Tras pasar el momento más triste de su vida, la pareja siguió adelante. Un año más tarde fueron papás de Alí y en el 2014 se separaron.
Cada uno siguió su vida, con la cordillera de por medio y el vínculo que los unirá para siempre en sus hijos. Y a pesar de que cultivan un bajo perfil, suelen intercambiar buena onda en las redes sociales, y en las entrevistas se refieren en los mejores términos a esos casi diez años en los que fueron pareja.
Esto ocurrió en las últimas horas, cuando el actor se presentó en el programa De tú a tú, de la televisión de su país, y recordó a la conductora. “Con ella tuve lo que toda la vida siempre deseé, tener una familia, volver a tener un núcleo familiar, que fue mi gran carencia porque desde los 20 años nunca más tuve familia”, se confesó con el periodista Martín Cárcamo. “Lo pasamos muy bien, fue mi familia mucho tiempo, y es por lejos la mujer más importante que he tenido en mi vida”.
En la misma entrevista, Manguera, como se conoce al chileno, habló como pocas veces de la muerte de su hijo. “Cuando pasó lo de Ringo fue durísimo, él fallece en el parto”, afirmó Gonzalo, que recordó el hecho con un relato conmovedor: “Nosotros vivíamos lejos, en Del Viso, a unos 40 minutos de Buenos Aires, y fue una negligencia médica, absolutamente”, manifestó en las declaraciones replicadas por Socios del espectáculo (El Trece).
“La veía a Juana que estaba metida en la tina con contracciones muy seguidas, y la partera me decía que no fuéramos a la clínica, que podíamos ir mañana, y me mandó a comprar unos remedios, se los di y seguía con las contracciones”, continuó el actor, que entonces tomó una decisión. “Me subí al del auto y nos fuimos a Buenos Aires, y llegamos 10 minutos tarde, y ya con tanta contracción la guagüita se había hecho caca adentro... eso es terrible”, cerró.
Gonzalo, que también es padre de Anka fruto de su relación con María Gracia Omegna, había relatado anteriormente cómo hablaron de la muerte de Ringo con sus hermanos, sobre todo con Silvestre, el mayor. Y para ello, se refugiaron en el arte: “Con Silvestre vi una película mexicana El Libro de la Vida, de Guillermo del Toro, y la encontré maravillosa, porque ahí representa la muerte de una manera maravillosa: que mientras uno recuerde a sus muertos, van a estar en un lugar de luz, en un lugar donde ellos van a estar bien. Cuando los olvidas, pasan a ser almas en pena. Por eso es muy importante que estén siempre presentes, y para mí están siempre presentes”.
Valenzuela aprendió joven sobre la muerte. A sus 18 años falleció en un accidente doméstico su hermano mayor y cuando tenía 23, con un mes de diferencia su mamá y su papá murieron de cáncer. “Es duro, pero me ayudó mucho. Aunque suene fuerte, agradezco todo lo que me ha pasado, porque soy lo que soy gracias a lo que me ha tocado vivir y por cómo lo he vivido. Si hay algo que duele, es la muerte de un hijo. Pero me levanto todos los días pensando en que si me muero hoy, me muero tranquilo. Estoy contento con la persona que soy y también he podido ayudar a mucha gente gracias a esa experiencia”, contó alguna vez a los medios de Chile.
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