La salida de Lucila Villar -popularmente conocida como La Tora- de la casa de Gran Hermano dejó consecuencias y debates entre los participantes que están cada vez más cerca de llegar a la final. El último domingo, el público decidió que ella abandonara por segunda vez el certamen con el 56,96 % de los votos. Fue en un mano a mano con Camila Lattanzio, ya que antes había sido salvada Julieta Poggio, que también estaba en la placa de nominación.
Así las cosas, una vez que se fue La Tora, los que continuaron dentro de la casa más famosa del país, fueron testigos de una revelación de Julieta, quien contó cuál consideró que fue su cábala para que fuera salvada por el público en la primera instancia. Lo dijo mientras estaba charlando con sus compañeros en el living, ella estaba apoyada sobre sus rodillas en el sillón, en el medio de Camila y Marcos, que estaba acostado sobre el cabezal, mientras que Romina estaba frente a ellos preparando la comida en la cocina. El único que no faltaba allí era Nacho, quien todavía estaba triste por la reciente salida de su pareja.
“Fue la bombacha de Ro que me dio suerte”, aseguró Julieta descolocando a sus compañeros. “Ah, sí, mi bombacha...”, respondió entre risas cómplices la exdiputada. “La bombacha cábala”, agregó la actriz. De inmediato, Romina -como si tuviera que dar explicaciones a los participantes, que no habían emitido opinión al respecto-, aclaró: “Le di la bombacha mía porque (Julieta) se había olvidado de sacar bombachas”. Y, mirando a la ex Disney, le dijo que le regalaba la prenda: “Quedate con esa. Ya está, te la doy”. Luego, se acercó, la tomó de sus manos y le dio un beso en la frente. Un gesto maternal como los que solía tener también con Daniela Celis. Por caso, cuando estaba Alfa dentro del certamen, los participantes hacían bromas comparando a Romina y a él como los padres de todos los integrantes la casa.
Mientras volvía sobre sus pasos, de regreso a la cocina, Romina repitió entre risas: “La bombacha de la suerte”. Más tarde, las cámaras mostraron a Julieta dentro del confesionario hablando de sus sensaciones luego de haber sido salvada por el público. “Te juro que ese sentimiento de ver mi nombre en el sobre no tiene comparación”, le dijo a Gran Hermano la actriz visiblemente contenta con el rendimiento dentro de la casa más famosa del país.
“Es algo que algo que no puedo explicar. Me acuerdo y no puedo parar de sonreír”, agregó Julieta y se sinceró al contar qué es lo que más la conmueve de su paso por la casa más famosa del país, a la que ingresó en octubre del año pasado cuando comenzó el certamen. “Y saber que la gente me acepte así, como soy, eso es lo que más me llena”, dijo la actriz, feliz. Tiempo atrás, había dudado sobre el apoyo desde el afuera cuando el público decidió que su hermana Camila -quien ingresó junto a otros familiares de los participantes- no permaneciera durante el tiempo que ella hubiera querido: se fue yendo uno por día por votación telefónica. Sin embargo, aquellas dudas que supo tener la integrante ya quedaron atrás luego de haber sido salvada primera en la última gala de expulsión.
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