A mediados de febrero, la casa de Gran Hermano recibió con felicidad la llegada de dos perritos, a los que bautizaron como Caramelo y Mora. “Fueron rescatados y están ahí para adoptar. Los jugadores serán instruidos en la manera de cuidarlos y deberán resolver las dificultades normales que implique el cuidado de los animalitos. Es muy importante cuando uno adopta una mascota tener el tiempo y la dedicación, más allá de obviamente el amor y los cuidados pertinentes”, anunció Santiago del Moro en ese momento. Y les dejó a los hermanitos todas las instrucciones como para que se hicieran responsables de los cachorros.
Sin embargo, en varias oportunidades, los televidentes detectaron que, pese al amor que les demuestran, los participantes del reality de Telefe no estarían a la altura de las circunstancias a la hora de ciudad a los perritos. De hecho, cuando el lunes 20 cada uno de ellos tuvo la posibilidad de recibir a un familiar en la casa, los animales quedaron en un segundo plano y Caramelo terminó cayendo en la pileta, por lo que el conductor les tuvo que hacer una seria advertencia.
Días más tarde, en tanto, todos se preocuparon por los gritos de Mora, que lloraba aparentemente por algún dolor. Entonces se supo que el veterinario Gustavo Marín estaba encargado de vigilar lo que pasaba con las mascotas. “Nosotros no vimos nada. Si realmente fuera peligroso para ellos o no estuviera de acuerdo creo que levanto la voz, hablo con producción y los perros se van en el acto, o la producción misma diría que no los están cuidando, pero no pasa eso”, dijo en una nota con Romi Stone por el stream de Telefé.
Y agregó que estaba atento a las objeciones del público. “Estamos alertas, no obstante yo igual agradezco que la gente cuente, porque a veces yo me entero de cosas porque la gente te escribe, muchos por Instagram. Muchos con cuestiones como: ‘Por favor, que se lo lleve Marcos, es el más responsable, no se lo den a Romina’”, dijo teniendo en cuenta que una vez finalizado el reality alguno de los participantes podría pedir la adopción de las mascotas.
Lo cierto es que, en las últimas horas, las redes sociales volvieron a poner el ojo en una situación que se dio después de la fiesta temática del viernes. Y es que, mientras todos los participantes se encargaban de poner la casa en orden, los perritos intentaron revolver el cesto de basura. Y Rodolfo, el padre de Nacho, no tuvo mejor idea que tratar de adoctrinar a Mora utilizando su chancleta para pegarle.
“Dale, no, vaya para allá”, le repetía al animalito mientras la golpeaba con su calzado en el hocico. Hasta que, finalmente, ex diputada decidió alzar a la perrita y llevársela del lugar. “¡No le hagas mimos porque si no no aprende!”, dijo entonces el hombre tratando de justificar su accionar. Y su hijo agregó: “Está sacando cosas de la basura”. En ese momento, Rodo insistió: “Hay que ponerles límites, chicos”. Y los televidentes no lo perdonaron.
“El papá de Nacho le pega a Mora, la perra llora y él sigue. ¿No se le llama la atención por esto? Nefasto”, “¿Cómo le va a pegar a Mora? El domingo te vas?, “Rodo le pegó a Mora, Rodo al 9009″, fueron algunos de los comentarios que se leyeron e Twitter. Aunque también hubo quienes justificaron el gesto del hombre, remarcando que solo estaba tratando de educar a los perritos.
Seguir leyendo: