Las imágenes de Lucila Villar, la participante de Gran Hermano conocida como La Tora, llevando a la habitación a su madre para tener una charla, fue uno de los puntos más tensos de la relación que se vivió entre ambas dentro de la casa, luego de su ingreso como parte de la ruptura del aislamiento y la presencia de un familiar por cada uno de los seis competidores que seguían en juego.
“Vení que te quiero decir algo para que lo entiendas”, le dijo cuando llegaron al cuarto. “Escuchame un minuto algo -siguió- cuando dudás, si alguien habla de algo, no digas si intuís bien o no. Te callás la boca, mirás para otro lado, no respondas porque me perjudicás a mí. En serio te estoy hablando. Escuchá, dejá de acotar, el placer de escuchar. Escuchá a la gente, no acotes más, te pido por favor porque me vas a perjudicar a mí. O sea, escuchá”. Tras ese monólogo de la joven, su madre solo se limitó a expresar: “Está bien”.
Porque, claro, todo es una derivación de un hecho anterior. Horas antes de eso, mientras se encontraban en la cocina, Gladys comenzó a explicar cuál sería la mejor opción a la hora de entrenar en el gimnasio, y Lucila volvió a la carga: “Mami, vos... Calle A, calle B y callesé porque vos no entrenás. Entonces, no opines, cada una entrena a su manera”. “Yo antes daba con las chicas gimnasia”, respondió su madre, y La Tora la interrumpió: “Entrenabas en el año 70″. “Yo no hablo de los demás, hablo de vos, y dos vos puedo opinar”, respondió la mujer, mientras Romina miraba incómoda la discusión entre madre e hija.
“Si vas a opinar, entrená vos en vez de dar órdenes y demostrá”, expresó la participante y aclaró que ni a ella ni a las compañeras que allí se encontraban les resultaba cómodo su opinión. Julieta y Romina allí estaban, pero siguiendo todo en absoluto silencio. “Yo no les estoy hablando ni a Romi ni a Juli”, explicó Gladys, en tanto que La Tora insistió con un “bueno, evitalo...”. “No hablo más”, cerró la conversación la madre. “Dale”, acotó su hija.
Tras la expulsión de la casa de la mujer, en medio de una de las galas se refirió a la relación con su hija y a lo que se veía desde afuera. “Cuando entramos juntos yo quería que salgamos todos juntos, me costó hasta nominar. Yo ante decía ‘esto no es un juego’ y después caía con que estaban todos jugando”.
También se tomó un minuto a para referirse a Romina, quien en alguna oportunidad había asegurado al resto del grupo que la mujer se encontraba llorando por cómo la trataba su hija. Ante ello, aclaró que “sí, escuché que decían que me puse a llorar, que Romina me contuvo y qué sé yo. Nada que ver, porque estábamos hablando de otro tema”, momento en que Gastón Trezeguet preguntó si todo eso había sido utilizado por el resto de los participantes para hacer quedar mal a La Tora, ante lo que recibió una respuesta afirmativa.
Además aclaró que no hubo destratos por parte de su hija y que solamente “es una relación de madre e hija, quizás ella en algunas cosas que pasan ahora ella me dice ‘no, ma, eso no se dice, eso no se hace’, o alguna que otra vez yo le dije ‘no, Lucila. esa chica no me gusta’”. “Me cuidaba un mont+on, se pasaba de cuidarme”, aseguró la mujer respecto de lo que realmente pasaba entre ellas al margen de lo que se veía en cámara.
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