División Palermo es una de las series del momento en Netflix. Escrita, dirigida y protagonizada por Santiago Korovsky, dueña de un humor negro y absurdo, burlándose de lo políticamente correcto, trepó hasta lo más alto de los rankings de la plataforma y se volvió tendencia a diario en uno de los grandes termómetros de los tiempos que corren: las redes sociales.
Su argumento parte de una iniciativa de las fuerzas de seguridad necesitan limpiar su imagen. Para ello, crean una división especial inclusiva, para hacerle la vida más amena al vecino pero principalmente, como una estrategia de marketing para ganar algunos puntos con sus superiores y sanear malas acciones pasadas.
Con un impecable Daniel Hendler como director de la fuerza, salen a buscar candidatos con un objetivo claro: “sumar minorías”, y cayendo sin ningún tipo de rubor en los lugares comunes: un joven ciego, una chica trans, un hombre de baja estatura, un extranjero, una mujer en silla de ruedas, entre otros. Son ocho capítulos, de alrededor de media hora cada uno, que generaron un atractivo para maratonear y contaron con la difusión imbatible del boca en boca.
Lo que quizás nunca imaginó Korovksy es que las bondades de su criatura iban a llegar a sus propios oídos. Es que el actor -que se había destacado como el asistente de Nancy Dupláa en El reino- subió a sus redes un desopilante momento que le tocó protagonizar en un bar.
“Una señora le recomendaba División Palermo a una amiga pero no me creyó que era yo”, tituló Korovsky para contextualizar lo que bien podría haber sido una escena de su sátira. “No estaba haciendo publicidad, pero está buenísima. Nos matamos de la risa”, le dice una mujer que al parecer no daba crédito que estaba frente al responsable de las carcajadas.
“No sé si sos vos”, suelta la señora, provocando las risas del propio director, que advierte que está siendo filmado. “Si no me creés, no me creés”, dice algo resignado, cuando interviene otra de las mujeres del grupo. “Sos igual”, arriesga. “Soy parecido, pero no soy yo”, replica Santiago, siguiendo el juego. “¿Pero viste la serie?”, le preguntan: “Me dijeron que está buena, no la vi todavía”, cierra el actor, ya en la piel del improvisado personaje.
En su comedia, Korovsky es Felipe, el personaje que lleva el ritmo de la historia. Tras una separación traumática, el joven decide dejar el trabajo en la empresa de su padre para buscar un nuevo rumbo. Un robo lo acerca a una comisaría para hacer la denuncia y termina ingresando a la guardia urbana de la ciudad casi por casualidad, pero encontrando allí la oportunidad de convertirse en una persona más valiente y exitosa.
Con una familia de fuerte herencia artística (es bisnieto de un dramaturgo y sobrino de Ernesto Korovsky, creador de Graduados, Son Amores, Gasoleros, Sos mi vida, entre otras ficciones nacionales), Santiago es guionista, humorista, productor, licenciado en comunicación y hasta fue payamédico. Tiene 38 años y trabajó en Sin Codificar, fue el operador de la radio en la que trabaja Sebastián Wainraich en Casi Feliz y participó de Porno y Helado. También trabajó en las películas Mi obra maestra y All Inclusive. Además, tiene su propio canal de YouTube, y más de 150 mil seguidores en Instagram, en un perfil que no para de crecer dado el éxito de la serie.
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