Primero que nada, querido lector, hay que aclarar que División Palermo no es para todo tipo de público. Si bien en la actualidad es la serie más vista de Netflix y gana cada vez más seguidores que se ocupan del boca en boca, no es una historia para recomendarle a cualquiera. Dueña de un humor negro y absurdo, pero que dispara críticas profundas burlándose de lo políticamente correcto, con guiños a otras películas y referencias locales, toca hacer la aclaración: no todos nos reímos de lo mismo.
Aclarado el primer punto y con la decisión de darle play, se asistirá a ocho capítulos cortos, de aproximadamente media hora cada uno, muy sólidos y con un fin concreto: pasarla bien. El tráiler ya cuenta mucho de lo que sucederá. Las fuerzas de seguridad necesitan limpiar su imagen y crean una división especial inclusiva, para hacerle la vida más amena al vecino pero principalmente, como una estrategia de marketing para ganar algunos puntos con sus superiores y sanear malas acciones pasadas.
Planteado el espacio, con un impecable Daniel Hendler a la cabeza, salen a buscar a los candidatos: “necesitamos sumar minorías”. Y así se lanzan a un casting de lo más particular, cayendo en todos los lugares comunes de los prejuicios: un joven ciego, una chica trans, un hombre de baja estatura, un extranjero, una mujer en silla de ruedas, entre otros. Quién es quién dentro de la guardia urbana que aportará más problemas que soluciones.
Daniel Hendler (Miguel)
Era el psicólogo de la comisaría y ahora es el jefe de la División Palermo. Tan optimista como ingenuo, es fanático de la homeopatía pero también de los psicofármacos. Si bien sabe que como fuerza no cumplen ninguna función de utilidad, trata de disimularlo y convencerse de lo contrario.
Actor, director, guionista y productor uruguayo, a sus 47 años Hendler cuenta con una amplia trayectoria, reconocimientos y premios. Versátil, interpretó drama y humor con la misma precisión. Protagonizó películas como El fondo del mar, El abrazo partido, Los suicidas, Los paranoicos, Mi primera boda, Vino para robar, El Prófugo y El otro hermano. En televisión, fue la cara del éxito de Graduados.
Santiago Korovsky (Felipe)
Su personaje es central y lleva el ritmo de la historia. Tras una separación traumática, el joven decide dejar el trabajo en la empresa de su padre para buscar un nuevo rumbo. Un robo lo acerca a una comisaría para hacer la denuncia y termina ingresando a la guardia urbana de la ciudad casi por casualidad, pero encontrando allí la oportunidad de convertirse en una persona más valiente y exitosa.
Escribe y dirige División Palermo. Con una familia de fuerte herencia artística (es bisnieto de un dramaturgo y sobrino de Ernesto Korovsky, creador de Graduados, Son Amores, Gasoleros, Sos mi vida, entre otras ficciones nacionales), Santiago es guionista, humorista, productor, licenciado en comunicación y hasta fue payamédico. Tiene 38 años y trabajó en Sin Codificar, fue el asistente de Nancy Dupláa en El Reino, fue el operador de la radio en la que trabaja Sebastián Wainraich en Casi Feliz y participó de Porno y Helado. También trabajó en las películas Mi obra maestra y All Inclusive. Además, tiene su propio canal de YouTube, 130 mil seguidores en Instagram, con quienes comparte el contenido que además de escribir, produce y dirige.
Pilar Gamboa (Sofía)
Su personaje es una chica en silla de ruedas que detesta la compasión, la lástima y que le digan constantemente que es un ser de luz valiente. Es por eso que decide no quedarse callada y poner a cada uno en su lugar, ya sea con palabras o gestos. Una creación impecable de una actriz que ya viene demostrando desde hace mucho cómo es capaz de mutar y meterse en pieles complejas.
Pilar tiene 42 años y una larga trayectoria en el cine y la televisión. Integra el grupo teatral Piel de Lava y en 2021 fue reconocida con el Premio Konex por su labor como Actriz de Teatro de la década. Trabajó en Los Únicos, Farsantes, Signos y Conflictos modernos, entre otras ficciones. Su última interpretación, por la que recibió excelentes críticas, fue 30 noches con mi ex, en la que interpretó a la Loba, la expareja de Adrián Suar que sale de una larga internación en una clínica de salud mental.
Valeria Licciardi (Vivianne)
Su personaje es el de una chica trans que es la hija de un comisario. Su pasión es escribir y por eso entra a la guardia urbana, con el objetivo de juntar información que le sirva en sus próximas novelas policiales.
Valeria tiene 38 años, es actriz, bailarina, periodista y tiene su propia marca de ropa interior sin género. Saltó a la fama gracias a su paso por Gran Hermano 2015, donde pronto se ganó el cariño del público que conoció su historia de lucha por ser reconocida como mujer y las batallas que tuvo que dar contra el bullying y la discriminación. Desde la casa, visibilizó las problemáticas del colectivo travesti-trans y contribuyó a derribar tabúes y prejuicios en pleno horario central, en un formato para toda la familia.
Hernán Cuevas (Johnny)
Su personaje es un joven de talla baja fanático de las armas, deseoso por tener algo de acción en su vida que le aporta al equipo una dosis de locura pero también de ternura, ayudando a la gente mayor a cruzar la calle o estando presente para sus compañeros.
Hernán Cuevas trabajó en cine, televisión y teatro. Director de obras como Violeta no se hunde, inspirado en la historia real de una mujer argentina que sobrevivió al Titanic; viene de interpretar un personaje en Babel Cocina dirigido por Rita Terranova y pronto estrenará su nuevo proyecto Los gritos no sagrados en el espacio teatral El Método Kairos.
Completan el escuadrón urbano Mario (Renato Condori Sangalli), un chico de Bolivia que llega a Argentina desesperado por triunfar -sin suerte- en el stand up; Bernardo (Julio Marticorena) una persona mayor que no acepta que está sordo y Edgardo (Facundo Bogarin) una hombre ciego que solo está en la guardia por el dinero. Los acompaña Betty (Nilda Sindaco), una empleada administrativa muy particular y los atosigan dos policías celosos de su ingreso en la piel de Charo López y un fantástico Martín Garabal, quien termina tomando un merecido protagonismo a lo largo de los capítulos.
Y así, con una historia que no tiene demasiada pretensión pero sí mucha valentía para tocar temas al borde de la cancelación, esta producción local para la plataforma internacional invita a maratonear, a reflexionar y a reírse un rato.
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