El ingreso de los familiares a la casa de Gran Hermano alteró por completo la dinámica del juego. Solo pasaron cuatro días desde que entraron Camila Camarda, la hermana mayor de Julieta Poggio, Fabián, el sobrino de Romina; Florencia, la hermana melliza de Camila; Gladys, la madre de Lucila; Valentina, la hermana de Marcos y Rodolfo, el papá de Nacho.
De los seis iniciales, hasta el momento quedaron cuatro, luego de las salidas de Fabián y Florencia. Y mientras el público deciden quién será el ganador -que se hará acreedor a una moto para él y otra para su familiar, además de garantizarle el liderazgo de la semana y la consecuente inmunidad, aprovechan cada segundo dentro de la casa para llevar adelante sus estrategias.
Si ya había llamado la atención con su presencia en las galas, desde su ingreso a las casa, Rodolfo Castañares Pose se llevó todas las miradas. El estilista y actor de 52 años, que también se dedica al personal coaching, cautivó con su acento español luego de un largo período en la madre patria y conmovió con su historia de vida, en la que enviudó muy joven y formó una familia con otro hombre . Que tuvieron su punto máximo al día siguiente, cuando el conductor Santiago del Moro le pidió a los familiares que descubrieran el contenido de la caja que habían ingresado.
Rodolfo tomó la iniciativa, y contó que llevó algo muy importante para su hijo. Cuando sacó una foto, Nacho se largó a llorar, y su padre visiblemente emocionado contó que se trataba de un amuleto. “Es una foto de él con su mamá cuando era pequeño. Luego, traje algo muy representativo y es una mariposa para que la tenga en su cuarto, pertenece a nuestra casa y siempre estuvo en nuestras Navidades. Además, tengo otra foto que relata un momento muy especial, Nosotros vivíamos en Madrid y tanto su mamá como yo no estábamos de acuerdo con la guerra contra Irak y fuimos a una manifestación en repudio y nos sacamos una foto”, expresó el hombre en un inconfundible acento español, mientras ayuda a su hijo a hacer el duelo por la muerte reciente de su mamá. “También le traje lo que nosotros llamamos chucherías, que son golosinas muy queridas para Nacho”, finalizó.
A medida que pasaron las horas, el perfil de Rodolfo fue en ascenso. Y empezó a jugar cada vez más fuerte, aconsejando a su hijo en el juego, con el ingrediente de saber lo que pasa afuera. Y recientemente tuvieron una conversación al filo del reglamento, que les impide filtrar cualquier información que exceda las paredes de la casa.
Mientras padre e hijo aplacaban el calor en la pileta, Rodolfo empezó a motivar a Nacho para que utilice una de las armas más temidas por todos los participantes: la nominación fulminante. La herramienta hasta ahora solo fue utilizada por Julieta hacia Camila, en una estrategia que dividió aguas, ya que terminó influyendo directamente en la salida de Daniela, rompiendo la alianza que formaban con Romina.
“Yo utilizaría la fulminante ya. Porque queda nada, ¿sabes? Ya no quedan placas”, le sugiere Rodolfo desde la pileta a su hijo, que descansaba en una de las reposeras. “Es un juego y tienes una para utilizarla. No te quedes con las ganas”, agregó, ante la escucha de su hijo que no emitía opinión ni reacción alguna. La fulminante, vale recordar, manda al participante directamente a la placa de nominados y no puede ser salvado por el líder de la semana.
En ese momento, cortaron el audio de la transmisión con un plano general de la pileta. Y enseguida, las redes tomaron nota y advirtieron sobre una posible violación del reglamento, con la fulminante de Julieta todavía fresca. Teniendo en cuenta lo mal que había caído puertas adentro, advirtieron que las palabras del estilista podrían inducir a su hijo a utilizar la tan temida herramienta. De momento, Gran Hermano no se expidió al respecto y tiene tiempo para pensarlo, ya que este domingo no habrá gala de eliminación ya que se resolverá el ganador de los familiares.
Seguir leyendo: