Cómo reparten el dinero que ganan, por qué nunca tuvieron un programa en televisión y otros 35 hechos de Les Luthiers

Genios de la música y del humor, sus espectáculos son un juego maravilloso sin nada de improvisación. Durante cinco décadas llenaron teatros y nos llenaron de orgullo. Hoy se despiden de los escenarios con hidalguía pero a sus seguidores se nos pianta un lagrimón

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Tras 55 años de exitosa trayectoria, el conjunto humorístico-musical Les Luthiers anunció su despedida definitiva de los escenarios
Tras 55 años de exitosa trayectoria, el conjunto humorístico-musical Les Luthiers anunció su despedida definitiva de los escenarios

1. Carlos Núñez Cortés nació el 15 de octubre de 1942. Es doctor en química biológica, concertista de piano, compositor y arreglista. Además es experto en macología (ciencia que estudia los caracoles), inventor de entretenimientos matemáticos, buzo apasionado y programador de juegos computados.

2. Carlos López Puccio nació el 9 de octubre de 1946. Es licenciado en dirección orquestal, director de coros y docente universitario. Durante varios años dirigió el Estudio Coral de Buenos Aires. “Creo que mi caso es aleccionador para aquellos que piensan que de la música seriamente hecha no se puede vivir. Tienen razón”, le aseguró con humor al maestro de periodistas Carlos Ulanovsky. Se define como “cariñoso, franelero, levemente obsesivo y levemente perfeccionista”.

3. Jorge Maronna nació en Bahía Blanca el 1° de agosto de 1948. Estudió medicina pero abandonó la carrera para seguir composición en la Universidad Católica donde se recibió. A fines de los 60 integró el conjunto de música antigua Ars Rediviva y acompaño con su guitarra a distintos artistas, entre ellos María Elena Walsh. Aunque se lo considera el tímido del grupo, él prefiere definirse como reflexivo, algo parco y contemplativo.

4. Marcos Mundstock nació en Santa Fe el 25 de mayo de 1942 y a los seis años se mudó con la familia a Buenos Aires. Contó que quiso ser “abogado, ingeniero, aviador, cowboy, benefactor de la humanidad, tenor de ópera, Tarzán rey de la selva, amante latino, futbolista y otras cosas más”. Fue locutor profesional y redactor publicitario. Falleció el 22 de abril de 2020.

5. Daniel Rabinovich nació el 18 de noviembre de 1948. De profesión escribano también fue guitarrista y percusionista. Coleccionaba vinos y corchos y era un gran jugador de billar en la especialidad tres bandas. Falleció el 21 de agosto de 2015.

6. Los miembros fundadores del grupo -Masana, Mundstock, Rabinovich y Maronna se conocieron, en 1964, cuando integraban el coro de la facultad de Ingeniería.

Entre los fieles seguidores de Les Luthiers se encontraba el inmortal Quino y el pensador italiano Umberto Eco
Entre los fieles seguidores de Les Luthiers se encontraba el inmortal Quino y el pensador italiano Umberto Eco

7. La primera vez que se presentaron fue el 17 de mayo de 1966 con el grupo I Musicisti. Lo hicieron en el Centro de Artes y Ciencias de la UBA e interpretaron la Cantata Modatón, una pieza dramático musical que debía su nombre a… un laxante.

8. La letra había sido tomada del prospecto correspondiente y proponía movimientos como el Coral: “¡Oh, qué felices días! Sin cargas ni presión, después de una buena evacuación”.

9. La formación inicial estuvo integrada por Maronna, Mundstock, Rabinovich y Gerardo Masana. Al tiempo se sumó Núñez Cortés y luego López Puccio. Cuando Mundstock se tomó un receso de un año lo suplió Ernesto Acher.

10. Acher dejó el grupo a fines de 1986 por razones que nunca trascendieron. Acher suele responder con un diplomático “Les Luthiers era un matrimonio múltiple, y no es de caballeros preguntar a un matri monioqué le pasó”.

11. Los integrantes del grupo consideran a Gerardo Masana como el principal creador de Les Luthiers. “El Flaco” fue el creador de un grupo de jóvenes locos que se juntaban para hacer música y humor en los certámenes de coros universitarios. De sus manos salieron los primeros instrumentos informales que usaron Les Luthiers, además de las primeras partituras. De hecho, la primera obra que interpretaron como “I Musicisti” fue “Il Figlio del Pirata”, y la obtuvo de un viejo baúl en el que su abuelo (músico catalán) guardaba las partituras. Más tarde se animó a componer una obra para el siguiente certamen de coros universitarios, llamada “Cantata Modatón”, luego rebautizada “Cantata Laxatón” detallan en su página oficial. Masana murió de leucemia el 23 de noviembre de 1973.

12. Antes de cada estreno primero realizaban funciones internas y luego para un público de 100 personas. Con el tiempo comprobaron que no había nada mejor para comprobar qué funcionaria en el próximo espectáculo que hacerlo en el que estaba en marcha. Por eso en la obra que representaban intercalaban ideas que probaban para la puesta siguiente.

13. Solían armar “asados creativos” que duraban varias horas donde entre mollejas y chinchulines presentaban ideas. En uno de ellos nació “La gallinita dijo Eureka y la frase “¡Flor de relós!”. Roberto el Negro Fontanarrosa solía participar y aportar sus creaciones.

14. “Nosotros hacemos un espectáculo que dura una hora y media. Nos lleva un año crearlo y nunca estamos conformes, porque siempre pensamos que podría ser mejor. Entonces ¿cómo hacés un programa de humor… digamos una vez por mes? Ni nos da la cabeza ni tendría nuestro nivel”, explicaba Rabinovich sobre por qué nunca tuvieron programa propio en televisión.

15. Cada miembro del grupo sabía cuál era su mejor aporte. Rabinovich y Mundstock eran los más histriónicos en el escenario. López Puccio era clave en los textos y Núñez Cortés y Maronna en la música.

Les Luthiers nació en 1967 bajo la batuta de Gerardo Masana. (Foto: @LesLuthiersOficial)
Les Luthiers nació en 1967 bajo la batuta de Gerardo Masana. (Foto: @LesLuthiersOficial)

16. Alguna vez admitieron que dentro del grupo hubo celos por el mayor lucimiento en escena de Rabinovich y Mundstock.

17. Reparten el dinero que ganan en partes iguales. Al principio había derechos de autor y firmaban las obras, por lo que alguno cobraba más que otro pero luego quedó todo como Les Luthiers.

18. Cada una de sus obras incluye música, un castellano que puede ser entendido por cualquier hispanohablante, evitan temáticas locales, no usan palabrotas ni mencionan a personajes de la actualidad.

19. “Terminada la primera versión de un texto, que pudo haber llevado meses de trabajo, el autor lo muestra a los demás integrantes. Es el momento de reírnos con los nuevos chistes, lo que ya no ocurrirá cuando los hayamos escuchado por centésima vez durante los ensayos. También es ocasión de comentarios y propuestas de cambios o agregados. El autor de la pieza será quien decida qué hacer con esas sugerencias: optará por incorporarlas, ignorarlas u ofenderse por la incomprensión de sus compañeros. Ya hemos comprobado que el humor no es una ciencia exacta: antes de presentar las obras al público nunca sabemos qué recibimiento tendrán, y es raro que coincidamos en nuestros pronósticos”, explican en su portal sobre cómo preparan las letras de sus espectáculos.

20. Rosario es la ciudad oficial cada vez que estrenan un espectáculo. Lo hacen porque en las funciones de estrenos del 77 y 79, cuando todavía no sabían cómo andaría el show, el teatro se llenaba de críticos y esto les resultaba incómodo. Por eso empezaron a estrenar siempre en el teatro Astengo.

Los miembros de Les Luthiers integraban un coro universitario y comenzaron a hacer shows para amigos satirizando el mundo musical (Foto: Andrés Macera)
Los miembros de Les Luthiers integraban un coro universitario y comenzaron a hacer shows para amigos satirizando el mundo musical (Foto: Andrés Macera)

21. “El momento del debut nos encuentra cansados, nerviosos, abotagados por tanta pizza engullida durante los ensayos; las letras y músicas están apenas aprendidas, y el escenario se puebla de disimulados papeles con recordatorios de textos, colocados estratégicamente por cada luthier. Finalizado el estreno, siempre inquietante a pesar de nuestra experiencia, llega la gloriosa cena de festejo con el equipo técnico, productores y familias, éstas felices de reconocer por fin nuestras caras”, dicen en su portal.

22. Actuaban en el teatro Roxy de Mar del Plata y antes de la función, Núñez Cortés entre bambalinas se cortó la mano un serrucho y se hizo una herida profunda. Rabinovich, que estaba enyesado, apareció en el escenario para anunciar que se suspendía la función y que en la boletería devolverían el dinero. La gente se rio y aplaudió. Rabinovich insiste que no se trata de un gag, pide disculpas y como la gente sigue riendo, le pide a Mundstock que lo acompañe para convencer al público sobre lo sucedido. Pero Mundstock había tenido un tirón muscular y rengueaba; cuando la gente vio a un rengo y un enyesado estalló en una ovación. Solo cuando el gerente del teatro se sumó al anuncio, el público entendió que no era un chiste.

23. El primero en llegar al teatro es Maronna, no por ser el más puntual sino porque, antes de cada función se encarga de afinar todos los instrumentos de cuerda y dejarlos listos para que suenen perfectamente.

24. Trabajando en Madrid, sentados en el escenario en la penumbra, López Puccio le dijo a Maronna: “¿Ese que está con una polera en la fila cinco no es el príncipe Felipe?”. Jorge me respondió: “¡No! ¿Qué va a estar haciendo el príncipe aquí?”. Yo seguí mirando. “¡Jorge, la mujer a su lado es igual a Letizia!”. Pues sí, eran los en ese entonces herederos al trono de España, que habían llegado de incógnito. Al final vinieron a saludar; encantadores”, contó Puccio en Teleshow.

25. En un espectáculo usaban un robot llamado Antenor. En la última función, cuando salió al escenario, tuvo un cortocircuito y comenzó a largar humo. Los Luthiers se asustaron pero el público creyó que era un efecto especial y los ovacionó.

26. Para la obra “Música y costumbres de la isla de Macanoa” inventaron una marimba de cocos: el cocófono. Para hacerlo, tomaban un coco, lo vaciaban y lo tallaban para que diera su mejor sonido. Pero descubrieron que todos los cocos que conseguían daban la nota Fa o Mi. Se largaron a buscar cocos. En cualquier lugar del mundo donde actuaban preguntaban si había cocos. Perforaron cientos y luego de un año lograron construir un instrumento con 18 cocos. Los más grandes y de notas más graves los consiguieron en Perú y los más chicos que dan agudos, en Brasil.

27. Alguna vez intentaron mechar humor con algún canto serio. Incluyeron el gato “Sacha Puma” interpretado con seriedad, pero fue un fracaso porque la gente se reía pensando que era una parodia “y nosotros solo intentábamos cantar bien”.

28. En las temporadas de Mar del Plata solían jugar al truco antes de cada función. Si había dos presentaciones disponían de 40 minutos en el medio de los cuales destinaban doce a comer y los restantes a otro partida del truco. Llegaron a retrasar el inicio de la segunda función solo para saber quién ganaba ese truquito.

Les Luthiers empezaron como estudiantes hace 55 años. Al principio se movían ellos los micrófonos y después fueron incorporando técnicos. Hoy cuentan con 20 personas trabajando con ellos (Foto: Gustavo Gavotti)
Les Luthiers empezaron como estudiantes hace 55 años. Al principio se movían ellos los micrófonos y después fueron incorporando técnicos. Hoy cuentan con 20 personas trabajando con ellos (Foto: Gustavo Gavotti)

29. En 1968 tuvieron una integrante mujer. Clara Rabinovich, de ningún parentesco con Daniel, lo reemplazó en dos trabajos.

30. Por la calle lo que más suelen gritarles es “genios”. Pero una vez en un espectáculo en Sevilla alguien del público les gritó: “La madre que os parió” y Marcos le preguntó: “¿Y eso es bueno o es malo?”.

31. En Madrid, representando “El cantar de los cantares” aludían a un amor imposible con un tal Romeo y Juan Carlos como protagonistas. Notaban que los madrileños hacían silencio o se reían con nervios. Hasta que alguien les explicó “Mejor sáquenlo, porque en España, Juan Carlos es el sagrado nombre del rey”.

32. Varias veces fueron invitados al programa de Mirtha Legrand, pero en 1993 protagonizaron un momento histórico y desopilante. Luego de una pequeña “discusión” Rabinovich comenzó a leer un texto mal puntuado.

33. “Señora Mirtha Legrand, ¡chiquita, pará!… ‘Chiquita’ para los amigos. Voy a pronunciar unas palabras. Antes está… ante esta distinguida mesa a la cual hemos sido invitados pocas veces. A la cual hemos sido invitados. Pocas veces hemos visto tanto derroche. Derroche de buen gusto. ¡Y qué hermana! Y que emana de cada uno de sus detalles. Quiero destacar que el objetivo de estos almuerzos es de vulgar actualidad… divulgar actualidad, ideas, conocimientos, a menos que sea de interés. Conocimientos amenos, que sean de interés para todos”, es un fragmento del texto que provocó la risa imparable de Mirtha y todavía se recuerda.

34. Durante veinte años se analizaron en grupo con el terapeuta Fernando Ulloa. Comenzaron en 1973 con la muerte de Masana y siguieron hasta el 92. Asistían a una sesión semanal durante una hora y media. Los ayudó a resolver problemas, situaciones cerradas y a discutir cosas del trabajo que de otro modo no se animaban.

35. Johann Sebastián Mastropiero, uno de sus personajes más famoso, fue una idea de Marcos Mundstock. Los ayudaba a intercalar comentarios sobre las obras. El personaje tuvo tal aceptación que hasta tuvieron que inventarle una fecha de nacimiento -el 7 de febrero- porque los seguidores querían saber de qué signo era. Luego se transformó en un pícaro, mujeriego y con hijos no reconocidos.

Foto de archivo de los miembros de Les Luthiers, Jorge Luis Maronna, Carlos Lopez Puccio, Marcos Mundstock y Carlos Nuñez Cortes (I-D) posando en una rueda de prensa en España antes de recibir el premio Príncipe de Asturias.  Oct 17, 2017. REUTERS/Eloy Alonso
Foto de archivo de los miembros de Les Luthiers, Jorge Luis Maronna, Carlos Lopez Puccio, Marcos Mundstock y Carlos Nuñez Cortes (I-D) posando en una rueda de prensa en España antes de recibir el premio Príncipe de Asturias. Oct 17, 2017. REUTERS/Eloy Alonso

36. Este año anunciaron su decisión de despedirse de los escenarios. López Puccio lo explicó en Teleshow: “La decisión de iniciar esta despedida la tomamos con Jorge, empleando más lógica que sentimientos. Inmediatamente después, nos confesamos que nos había generado mucha tristeza. Entonces empezaron las funciones en el Ópera: el cariño, el agradecimiento, la sala colmada noche tras noche, las risas y el público aplaudiendo de pie. Y nos volvió la alegría. Es hermoso y paradójico arropar un final con los halagos de un comienzo lleno de éxito”.

37. “El objetivo principal del humor de Les Luthiers ha sido divertir con elegancia y arte, hacer reír “con”, pero no “de”, sin que haya heridos, mortificados u ofendidos. Y siempre nos hemos dicho: si alguien sufre con un chiste nuestro, mejor quitarlo”.

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