“Me anotó mi mujer porque dice que en casa soy un fenómeno, así que me dijo ‘andá, ya que sos tan bravucón acá en casa, andá a ver allá qué pasa”, así se presentó Carlos el pasado martes en Los 8 escalones de los 2 millones, el programa al mando de Guido Kaczka que premia el saber y tiene a un público cautivo ávido también de contestar del otro lado de la pantalla desde el hogar.
Así, como cada noche, cada participante es una historia y cada nuevo ganador es una excusa más para ahondar en los detalles de esas vidas, en tanto continúe siendo parte del ciclo. Así fue como una de las historias que traspasó la pantalla fue la de Carlos, ya se alzó tres veces con el premio y prometió volver este viernes, a la espera de asegurarse al menos 8 millones de pesos.
“Vino conmigo el padre de mi mujer, no le digo mi suegro porque tenemos la misma edad, y me cuesta, suena algo chocante”, asumió en otro tramo de la presentación. Según detalló, es un “analista de métodos y tiempos, estudio el trabajo y defino la forma de hacer las cosas y el tiempo que demora”. Por su parte, el conductor también explicó que el participante “vive en Lanús, está casado con Natalia y lo acompaña el papá de ella. ¿Se llevan lindo?”, consultó Guido, a lo que respondió que “somos de la misma edad, yo tengo 62 y él 63″.
Luego de un recorrido casi perfecto fue el momento de la final, donde también contestó en forma perfecta todas las preguntas, y así fue como se alzó con los primeros dos millones, momento en que su suegro, del que tanto se comentó durante toda la emisión, subió para acompañarlo en el festejo.
“La experiencia de haber ganado fue espectacular, de llegar a casa y poder encontrarme con mi mujer fue algo que no tiene precio”, explicó el participante, en tanto que su mujer aclaró que “confiaba en tu capacidad, por eso la decisión de anotarte fue la correcta y anotalo, me quiero ir de luna de miel. Me alegro muchísimo, te amo y me encantaría estar con vos, pero confío plenamente en la compañía de papá. Y lo importante no es llegar y ganar, sino con quién caminamos”.
Para ese segundo programa, claro, también tuvo la compañía del suegro, de quien aseguró que se convirtió en su cábala, “además somos de la misma generación”. Y en esa oportunidad también se alzó con el premio, nuevamente con un recorrido caso perfecto y en la final con todas las preguntas correctas. La emoción estaba a flor de piel y quien entró corriendo a su encuentro fue el suegro nuevamente, con, quien se fundió en un abrazo.
“Lo primero que voy a hacer es darle un curso para hacer el asado, no sabe ni prender el carbón”, explicó entre risas el suegro, para de inmediato el ganador confirmar que volvería para intentar alzarse con los seis millones de pesos.
En la jornada del jueves último, al comenzar el ciclo, Carlos explicó que “cuando Guido me dijo que había conseguido los 4 millones sentí que había cumplido todo, el objetivo ya estaba. Y ahora vamos a ver qué pasa, vamos a jugar”. Y sí, finalmente se alzó con el premio por tercera jornada consecutiva, y como no podía ser de otra manera, quien subió a su encuentro fue el suegro. “¡El suegro! Apareció para festejar como siempre. El papá de la novia”, vociferaba Guido al verlo entrar. “Carlos, que trabaja en una empresa que fabrica válvulas para la industria, vive en Lanús, nunca en su vida tuvo celular y tampoco usa reloj”, continuaba detallándolo, y recordó: “Lo anotó su novia, el suegro lo acompaña y él gana millones”.
La alegría del suegro en esta oportunidad fue más allá y comenzó a darles un beso a cada uno de los participantes. “Vení para acá, me hacés pasar papelones”, se lo escuchó decir a un emocionado yerno. Tras las humoradas, la seriedad: “Seis millones Carlos, podés volver por ocho millones, te pregunto formalmente, ¿volvés?”, consultó Guido, a lo que sin dudar recibió una respuesta afirmativa, por lo que en la próxima instancia intentará alcanzar los 10 millones.
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