Viña del Mar, el festival latino de música más importante del mundo, logró reunir en la misma noche a dos de las máximas exponente de la música argentina actual como lo son Tini Stoessel y Emilia Mernes, que se plantaron en el escenario frente al público denominado “monstruo” y lograron conmover y hacer bailar a todos, a tal punto que ambas recibieron sendas gaviotas de oro y plata por el brillo de sus actuaciones, ante quienes todos cayeron rendidos a sus pies.
El festival volvió tras dos años de suspensión por la pandemia, en 2021 y 2022, y otra edición, la de 2020, que se celebró a medio gas y entre manifestaciones sociales por la ola de protestas del denominado “estallido social” que sacudieron el país a partir de octubre de 2019 y se alargaron durante varios meses. La organización tampoco lo ha tenido fácil este año, ya que diversas bajas de su cartel obligaron a buscar a nuevas figuras a última hora: el 7 de febrero se retiró el grupo mexicano Maná, por problemas de salud de su cantante y, una semana después, renunció el humorista que acompañaba a los mexicanos, Yerko Puchento, por los cambios en la noche en la que actuaba.
Incluso, la salida del humorista chileno precipitó, horas después, la dimisión del productor ejecutivo del evento, Mauricio Correa, aunque, al fin, el festival pudo completar su cartel con un nuevo humorista, el chileno Diego Urrutia, un comediante con una fuerte presencia en las plataformas Twitch y TikTok, con un público mayoritariamente joven.
La actuación de Tini fue la apertura del noche, alrededor de las 22 )hora argentina) en lo que significó un desafío muy importante, aunque ya tiene ella un claro manejo del púbico chileno, como lo comprobó en las actuaciones de los últimos meses en ese país como parte de su gira mundial. Pero ahora el desafío era más grande y había que ver si podía calmar las expectativas, y sin dudas lo logró, haciendo que todos y cada uno de los presentes cante con ella los diferentes temas.
Tras una hora y media de show donde no faltaron los clásicos y los nuevos, y ante el entusiasmo del público presente, los presentadores anunciaron que entregarían el galardón de la Gaviota de Plata. Sin embargo, la disconformidad en las gradas se hacía notar y pedían aún más, y en medio de una ovación continua, finalmente, los organizadores decidieron consagrarla con el galardón mayor, la Gaviota de Oro, lo que quebró hasta las lágrimas a la artista argentina.
“Muchas gracias, es un sueño para mí”, aseguró, para luego, desde sus redes sociales y compartiendo otra fotografía junto con los premios y un beso a la cámara, explicar “Viña sigo sin poder creerlo. Que noche tan increíble nos hicieron vivir. Gracias desde lo más profundo de mi corazón. Me hicieron muy feliz”.
Luego de ello llegaría la actuación del humorista chileno Diego Urrutia, a la espera de la llegada al escenario de la cantante argentina Emilia Mernes, quien ya se había presentado anteriormente en ese escenario como parte del grupo Rombai.
La entrerriana tuvo a su cargo el cierre de la noche, y sumó a cantantes invitados de la talla de Rusherking (quien hasta la Quinta Vergara fue acompañado por la China Suárez) con quien compartió el tema “De Enero a Diciembre”, lanzado en 2021, y el dúo MYA, dos de los máximos exponentes juveniles de la música urbana actual. Así las cosas, la joven también logró rendir al público ante sus pies y se alzó con las gaviotas de plata y oro. Incluso, desde la conducción del evento y en medio de esa inconmensurable alegría, le acercaron un micrófono a la madre, quien aseguró que “la amamos profundamente y verla haciendo lo que la hace feliz, obviamente estamos felices nosotros. Gracias a Chile por tanto amor”.
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