Lali Espósito es una de las artistas argentinas más populares a nivel internacional. A sus 31 años, la cantante y actriz disfruta de una carrera exitosa que comenzó cuando era una niña y quedó elegida para formar parte del elenco de Rincón de Luz, una de las tantas producciones creada por Cris Morena.
Cuando tenía 10 años, Lali vio un aviso en la televisión y le pidió a sus padres que la llevaran a un casting. A pesar de que le dijeron que no, ella fue igual acompañada por una de sus hermanas, Ana. “Nos quedábamos solos una buena parte del día porque mis padres trabajaban. Era una vida muy salvaje la del barrio. Salías, entrabas. Una vida un poco desordenada, pero era la que conocíamos. A mí me forjó. Y me forjó para bien”, recordó en una entrevista que le dio a la edición española de Vogue.
A partir de ese momento, su vida cambió para siempre, e incluso el año pasado se dio el gusto de cantar el himno argentino en la final del Mundial de Qatar, en la que la selección nacional se consagró campeona. Respecto a esta experiencia, señaló: “No podía más de emoción por mi propia historia. Nací en un barrio hiperhumilde, mi familia la pasó muy mal mucho tiempo. Pensaba en mi padre mientras cantaba. En qué significaba para él que su hija, en ese contexto social del que venimos, llegue hasta ahí y represente con su voz a un montón de niñes que vienen de entornos parecidos al mío”.
Además, explicó lo que significa el fútbol para el pueblo argentino: “Estamos locos. Es ese orgullo de un país tercermundista, que siempre tiene problemas económicos y políticos, así que es el remanso de la gente. Es el niñito del barrio bajo que por un rato está superfeliz porque su ídolo ganó un campeonato. Lo que, desde mi perspectiva, era pésimo de lo que se hacía con Messi, era que se le criticaba porque no parecía tan argentino. Se tiene esa visión de que lo nuestro es lo aguerrido, porque siempre todo nos ha costado un huevo”.
Por otra parte, Espósito habló de su protagónico en el filme El fin del amor, una adaptación de la novela homónima de Tamara Tenenbaum. En la trama se narra la historia de una judía ortodoxa que vive una crisis y comienza a explorar relaciones sexoafectivas al margen de la monogamia. “Si hablas de matar en tu vida el amor romántico y las concepciones tradicionales de pareja, el otro piensa muchas veces que no te quieres enamorar. No, no, al contrario: lo que quiero es amar mejor. Amar con otros ingredientes que no me enseñaron que se podían usar”, explicó sobre la trama de esta película con la que se sintió identificada.
Sobre su vida amorosa, Lali se definió como bisexual y admitió haber tenido hace un tiempo un vínculo abierto por primera vez. “Ya no me veo soportando cosas de ciertas relaciones que antes me parecían normales. Ni en pedo. Hay algo en seguir una serie de pasos, en imponer una forma, que ya me incomoda”, manifestó la artista.
Por último, la cantante expresó su alegría por el show que dará el 4 de marzo en el estadio de Vélez: “Este marzo es quizá el mes más importante de mi vida”. Luego, agregó: “Lo que ocurre el día 4 es que, por primera vez e increíblemente, porque podría no pasarte en tu carrera musical, actúo en un estadio de fútbol muy grande en mi ciudad, el del Vélez Sarsfield, un lugar plagado de historia en el que han tocado ídolos locales e internacionales. Y la única mujer argentina que ha actuado allí antes que yo es la mítica Mercedes Sosa. Más allá del ‘egotrip’, es algo muy fuerte para el género musical urbano que hago. Va a ser un momento muy épico”.
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