Casi desde el comienzo de la gala de lunes, y luego de que Santiago del Moro anunciara el ingreso de los 6 nuevos integrantes a la casa de Gran Hermano, se generó una revolución sobre cómo sería ese reencuentro del que los participantes no tenían información. Sin dudas, teniendo en cuenta las declaraciones de los últimos días, todas las miradas se posaron en Romina, quien no paraba de asegurar a quien se le cruzara que extrañaba a sus hijas. La ilusión estaba en marcha.
Hacía un año que Valentina y Marcos no se veían, y ella fue la primera en ingresar, y la emoción de ese abrazo eterno traspasó la pantalla. Sin embargo, todos seguían mirando a la exdiputada, quien mostraba algunas lágrimas de tensión y emoción en su rostro, a la espera de ver a Mía, Felicitas y Nina, cruzar por la puerta de entrada. “Quiero que entren las tres, por favor”, se la escuchó decirle en un momento a La Tora. Pero las coas no saldrían como ella lo imaginaba.
“Él se llama Walter Fabián, 22 años, es de Grand Bourg, vive con sus padres y sus hermanitas menores. Es el hijo mayor de la hermana de Romina”, dijo Santiago del Moro para presentar al nuevo ingresante que iba a acompañar a la morocha, ya que al ser las nenas menores de edad están impedidas de ser parte del juego, un hecho que la participante no tenía en consideración.
Fabián abrió el portón y con una imborrable cara de felicidad hizo su ingreso. Romina lo miró dos segundos hasta que reaccionó: “¡Fabi! Ay, hola... ¿cómo estás, mi amor? ¿no dejaron entrar a las nenas?”. Así, sin vueltas, dejó en claro que su intención era tener contacto con las menores, por eso apenas se emocionó al ver ingresar a su sobrino, de quien aclaró que “no te reconocí, estás más gordito”. “No las dejaron entrar”, se decepcionó mientras comentaba al resto del grupo lo que estaba sucediendo. Pero aprovechó para preguntarle por ellas a Fabián. “¡Pensé que las iba a ver! ¿Por qué no las dejaron entrar?”, continuó su queja.
“¿Cómo están las nenas?”, fue la pregunta que no tardó en aparecer, para que él le llevara tranquilidad de que está bien, “hermosas”, mientras la consolaba explicándole que quedaba poco tiempo de juego y que pronto sería el momento del reencuentro. “¿Cómo te eligieron a vos? ¿quién pidió que vengas?”, siguió indagando la exdiputada a su sobrino, también ahijado de confirmación, quien le aclaró que fue un pedido de la producción.
Las redes sociales no dejaron pasar ese momento y se llenó de imágenes de ella por la reacción de ver a su sobrino, del que no se tenía más información, sobre qué tan cercano era el vínculo entre ellos o el hecho de que no ingresara quizás alguno de sus hermanos. Ante ello, quienes contestaron esos interrogantes fueron los propios hermanos de Romina en charla con Roberto Funes Ugarte, quien reemplaza a Georgina Barbarossa en las mañanas de Teefe.
“Primero quería aclarar que él no se está colgando y que no lo veía una vez cada muerte de obispo, se veían todos los fines de semana”, explicó Abril, la hermana de Fabián, apenas pasado el saludo de rigor, como para dejar bien en claro la unión que había entre ellos. Por su parte, Vanina, hermana de la exdiputada, aseguró que ella no quiso entrar en el juego porque “no me gusta, se habrán dado cuenta también que me cuesta el dar notas”, a la vez que confesó que desde la producción nunca la llamaron, sino que se interesaron por quien finalmente ingresó, que es quien más está en contacto con la participante.
También se ocupo también de aclarar que “tampoco fue una desilusión para Romi, es que primero empezaron a pasar todos los otros familiares y ella tuvo la ilusión de que sean las nenas”. Respecto del comentario de “estás más gordito”, que también repercutió en el afuera, aclaró que en realidad “Fabi tiene hipertiroidismo y había bajado 20 kilos, estaba muy flaquito, y acostumbrado a uno verlo con buenas piernas”, el comentario de Romina fue a favor, no en contra.
Julio, hermano también de la participante, aclaró que “ella quería a las nenas y después... no sé, porque se lleva muy bien con Fabi, él está muy presente con ella. Somos todos muy unidos, para luego explicar que “yo no entré porque estoy con unos problemas de salud y la producción no me lo propuso, pero me hubiese encantado entrar”.
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