Una pequeña Andrea Ghidone miraba fascinada cómo su mamá Miriam y su papá Miguel vivían el tango en su casa, allá en Uruguay. No solo era la música que acompañaba sus días, sino que ambos entrelazaban sus cuerpos y comenzaban el ritual de movimientos sensuales que destacan a esa danza, provocando en ella una admiración que hasta dejó una frase que resume todo: “Los momentos más felices de mi infancia era cuando los veía bailar. Ahí estaban abrazados, se acariciaban, se miraban”.
En 2008, la bailarina, actriz y ahora productora y directora teatral se instaló en la Argentina buscando suerte en la carrera que amaba, y así comenzó el amor mutuo que se tienen las tablas y ella. Ya sea siendo parte de las distintas obras de Carmen Barbieri desde ese comienzo en Vedettísima en 2009, para luego darle lugar a Fantástica en 2010, Bravísima en 2011, Barbierísima en 2012 y Escandalosas en 2013, sin dejar de recordar ese paso por el Bailando por un sueño en 2010 (junto con Emanuel González) y en 2011 para un reemplazo.
El teatro, más allá del género revisteril ya había ganado su corazón y no se despegaría nunca. Muchas fueron las obras de las que fue parte, hasta este presente que la encuentra siendo parte del elenco de SEX, de José María Muscari, y de Madame Tango, donde se combinan la sensualidad del arrabal con coreografías deslumbrantes para ofrecer una obra del más alto nivel artístico, obra que guionó, produce, dirige y protagoniza.
Acompañada en la producción por Edén y José Luis Letona, “gente incondicional que está conmigo hace mucho tiempo”, la obra también cuenta con las actuaciones de Gladys Florimonte (un clásico de la cartelera cordobesa de la que siempre se siente agradecida) además de Evelin Liendo en el canto y un imponente elenco de baile.
Todo ello, claro, sin dejar de lado su rol de madre de Natasha, la joven que se encuentra transitando los 15 años e imaginando si su futuro también tendrá que ver con el trabajo artístico o no. En una charla exclusiva con Teleshow, mientras cumple su primera temporada teatral en Carlos Paz pese a su extensa trayectoria, la bailarina detalló cómo está su presente laboral y familiar.
—Primera temporada en Carlos Paz, ¿cómo te recibió el público?
—El público de Córdoba es especial, son afectuosos, cálidos, respetan mucho a los artistas, estoy muy agradecida.
—Estás con dos obras a la vez, Sex y Madame Tango, ¿en algún momento pensaste que era una locura intentarlo o cuando se dio la oportunidad no lo dudaste?
—Sí, sabía que era una locura, pero eso es lo que me motiva, y por eso jamás lo dudé, al contrario era el plan perfecto.
—¿Sentís que Madame... se empezó a escribir cuando veías a mamá Miriam y a papá Miguel bailando en tu casa?
—Mis viejos me mostraron el tango en mi infancia y viendo cómo bailaban abrazados acaramelados y sin ser bailarines bailaban al compás, y yo miraba los pies de mi mamá que con sus tacos altos jamás lo pisaba. Pasó el tiempo y cuando me volví a encontrar con el tango, sentí que me volví a encontrar con momentos de mi Infancia, de mis orígenes, y ahí fue cuando comienzo a escribir Madame Tango, como homenaje a estas mujeres tangueras que cuando ves a una pareja de tango bailando la figura femenina se lleva todas las miradas y un buen partenaire es quien sabe hacer lucir y embellecer aún más a la mujer. Ese era mi recuerdo, de mi mamá viéndola bailar con mi papá. Ella se veía hermosa, muy fina y con movimientos de pasos cortitos y sutiles, lo coqueteaba a mi papá.
—¿Cómo nació la idea de protagonizar, dirigir y producir una obra de tango?
—Cuando decidí bajarme de todo lo seguro que tenia de trabajo para armar mi productora y dedicarme profesionalmente a escribir, dirigir y ser cabeza de mi compañía de tango sabía que nada es fácil, pero motivan desafíos para crecer y aprender cada día algo nuevo, invertir en mi producto es creer y confiar en mi misma. Así que le di para adelante siempre, incluso después de dos años de pandemia donde no teníamos idea de qué iba a pasar, y siempre confié en mí y en mi capacidad porque tengo la suerte de tener una familia que me apoya y me acompaña en todo desde el primer día.
—¿Sentís que el ambiente es machista aún en esta época?
— Hoy en día cada vez más mujeres ocupan nuevos espacios y se lo ganan por su capacidad e inteligencia, así que si bien los machistas están y seguirán estando, cada vez más las mujeres hacemos valer nuestras diferencias y demostramos que somos complementarios y que juntos formamos un gran equipo.
—¿Qué satisfacciones te dan la obras en cartel?
—Cualquiera de las dos obras que hoy hago me dan satisfacciones diferentes: en SEX la capacidad de actuación y seducción desde un personaje que piensa sin prejuicios y se guía por lo que siente, ese instinto animal que todos tenemos, que no necesita rótulos ni presentación. Y Madame Tango sin dudas es para mi un regocijo y placer hacer cada función. Son muchos años de trabajo, de dedicación, de tiempo, ensayos e inversión, todo esto para que a la gente le guste y pase un momento donde le traiga a la cabeza un montón de recuerdos que tienen de su infancia y del tango. Ver a la gente parada de pie aplaudiendo, disfrutando del show: ¡Tarea cumplida!
––¿Cómo recordás el llamado de Muscari para ser parte de SEX? ¿Dudaste en algún momento?
—Veníamos hablando con Muscari hace tiempo, pero este verano se dio todo para que sea parte de SEX y si bien llevó un par de conversaciones, llegamos a un acuerdo para ambas partes estar contentos y eso fue fundamental para poder dar lo mejor de mí y sumarme a este show.
—Alguna vez dijiste que “la tanguera debe estar segura de su cuerpo”. ¿Cuándo comenzaste a estar segura del tuyo?
—Cuando empecé a bailar tango mi cuerpo cambió mucho, y me gusta más mi cuerpo de hoy que con 19 años.
—Desde siempre te mostraste una madraza de tu hija Natasha, ¿ves su futuro en la actuación? ¿Comentó algo al respecto?
—Natasha fue cambiando sus elecciones, pero ahora dice que se quiere dedicar a estudiar finanzas y administración de empresas. No le interesa ser artista, siente profunda admiración por los artistas y nada le da más felicidad que ir a ver recitales, pero no le veo interés en dedicar su vida a esto, sabe cómo es la vida de un artista y todo lo que esto implica, debe ser por eso. Diferentes elecciones, y yo la apoyo en la que ella elija.
—¿Cómo está la relación entre ustedes?
—Vivimos las dos solas y nos llevamos genial, me lo hace todo muy fácil, es muy responsable, dulce, cariñosa, se preocupa por si me duele algo y me cuida mucho, yo igual con ella. Así que la relación entre nosotras es hermosa, somos muy cariñosas y conversamos mucho, nos reímos y tenemos un vínculo que es maravilloso. Soy muy feliz y agradecida de la hija que tengo, todos los días cuando me levanto y me voy a dormir lo primero que hago y lo último es agradecerle a la vida por poder verla crecer, todo lo que aprendo y me enseña cada día con ella.
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