El año de la empresaria y modelo Wanda Nara comenzó revolucionado en lo que respecta a su situación sentimental, con rumores de un acercamiento al cantante L-Gante, una reconciliación con Maxi López o incluso una nueva oportunidad para salvar la pareja con Mauro Icardi. Sin embargo, lo que más sorprendió es lo único que estaba firme y seguro de su futuro, que sería la conductora de la nueva edición del ciclo Masterchef, por la pantalla de Telefe.
La mediática estará acompañada por un prestigioso jurado, compuesto por Donato De Santis, Damián Betular y Germán Martitegui, el habitual del reality desde su regreso a la pantalla de Telefe durante la segunda mitad de 2020. La diferencia es que en esta nueva edición, se presentarán cocineros completamente desconocidos, para diferenciarse del formato con celebrities que ya tuvo 3 emisiones en nuestro país que consagraron a Claudia Villafañe, Gastón Dalmau y Mica Viciconte, y una revancha que vio ganadora a Sofía Pachano.
Hace apenas una semana, recién llegada a su casa de campo de Milán proveniente de Estambul, Wanda ya había empezado a cranear sus publicaciones en modo Masterchef. En medio de postales del interior de la inmensa propiedad, la flamante conductora mostró las hornallas en las que elaboraba un estofado para la típica pasta dominguera. “Masterchef”, escribió al pie, en un claro guiño a su próximo trabajo.
Vale recordar que Wanda había coqueteado con participar la segunda temporada del reality dedicado a celebrities, que salió al aire a finales de 2021. Allí, había trascendido que ella había pedido un curso de cocina previo a cargo de un profesional gastronómico exitoso y también establecer horarios y límites en las jornadas de grabación, algo imposible para este tipo de formato.
Pasó mucha agua bajo el puente y aceptó la propuesta en un momento de cambios en su vida personal. Con su divorcio de Mauro Icardi en stand by, la empresaria pasó casi todo enero en Buenos Aires, mientras el delantero prestaba servicios en el Galatasaray de Turquía. Hacia allá partió la ahora morocha a comienzos de febrero, con la compañía de las hijas del matrimonio, Francesca e Isabella y Benedicto y Constantino, de su relación con Maxi López. En Buenos Aires quedó el mayor, Valentino, que está dando sus primeros pasos como futbolista en las inferiores de River.
En un ida y vuelta con sus seguidores de Instagram respondió algunas de las que llegaron, que al margen del amor y otros proyectos, claro, también hicieron hincapié en su futuro en la pantalla chica, ante lo que aseguró: “Me encanta conducirlo y aprender con los expertos, porque yo te cocino con mucho amor, pero a veces me sale mal. Esta experiencia me va a regalar conocimientos”.
La mañana de este viernes, la empresaria volvió a la Argentina y así lo dejó graficado en sus redes sociales, no sin antes mostrar el último plato preparado fuera de estas tierras, una tarta de manzanas de la que aseguró que es su especialidad y está hecha con “100% amor”. Tras ello, una imagen dentro del avión en la que informaba su regreso y a su llegada otra instantánea donde se pueden apreciar siete valijas y un texto en el que aclara que allí se encuentran “algunos looks para mi estadía en Argentina”.
Pero no todo es trabajo, claro, y así lo demostró con otra de las imágenes, en la que se puede ver a Benedicto. Constantino y Valentino, mientras aclaró que “mañana cuando Valu se despierte se reencuentra con sus dos inseparables hermanitos”. Y para finalizar, el detalle de una parte de su imponente vestidor y un comentario en el que muestra su sentimiento de angustia: “Me hubiera querido traer más valijas”.
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