Ya recuperado de sus problemas de salud, Carlos Perciavalle está viviendo un momento de mucha serenidad en su vida. Desde su casa de Luna Garzón, en Uruguay, el actor concedió una entrevista a A la tarde, el ciclo de América, y se explayó, sin filtro, acerca de sus vivencias extrasensoriales.
“Me siento regio, estoy como en un estado de levitación, hago un espectáculo suspendido entre 80 personas, que se llama Tarde cochina, con un equipo increíble rodeado de árboles maravillosos. Es absolutamente mágico lo que sucede esas tardes, todo es muy espiritual y muy terrenal a la vez, porque también nos reímos, lloramos, estamos vivos. ¡Y más vivos que nunca!”, comenzó relatando el capocómico.
Acto seguido, el periodista Gustavo Descalzi, sentado junto a él, le dio pie para que se explayara acerca de sus experiencias extraterrestres. “Estamos viviendo unos días intensos acá en el Uruguay con ‘presencias’ que vienen de otros lugares, en especial en la zona de la laguna en donde vive el actor”, relató el movilero. Entonces, Perciavalle agregó: “Yo los veo diariamente en la laguna, vienen a tomar agua dulce porque en la laguna hay agua dulce”.
Karina Mazzocco, desde el estudio, le preguntó directamente: “¿Pero vos ves OVNIS, Carlos?”. Y el actor fue contundente: “Yo hace años que los veo, todo el tiempo, Ayer, por ejemplo, fue la última vez que los vi. Yo he dejado de contarlo porque entre la risotada burlona de la ignorancia y el cariño también de la gente que me rodea, es mejor que las personas se vayan dando cuenta solas. La realidad es que hay poco menos que una invasión, tenemos en Santa Fe, en Funes, en Córdoba, en Punta Ballena”.
Más adelante, Perciavalle relató un episodio que vivió en su casa, el lunes pasado. “Estaba con un amigo, con el calor que hacía y de repente él me dijo que se iba a dar un chapuzón, pero bajó por las piedras porque la escalera de acceso a la laguna la estoy arreglando. Así que de golpe vemos algo que no reconocimos en la punta del muelle. Parecía una garza, pero era otra cosa, era una presencia que estuvo dando vueltas por ahí. Después se metieron 6 patos al agua y desaparecieron. Este otoño que estamos pasando en pleno febrero yo no lo había visto nunca, en mi casa hay un montón de árboles que están dorados como si fuera otoño. Es una cosa absolutamente distinta y curiosa, y se suma este calor increíble”, profundizó el actor.
En ese contexto, ya en confianza, Perciavalle reveló otra experiencia fuera de lo normal. “Hace unos días estábamos al lado de la playa de Chichuahua, en una terraza inmensa con unos sillones maravillosos, una luna naranja que recién empezaba a subir en el cielo y desde ahí se ve toda Punta Ballena iluminada. De repente, veo unas luces con forma alargada, los que estaban con nosotros dijeron que un barco no era, así que pedimos unos prismáticos y vimos claramente que se trataba de una nave”, destacó.
Ante la incertidumbre de Mazzoco, el humorista fue certero y reflexionó: “Yo creo que vamos a estar cada vez más acostumbrados, pero yo desde hace años que sabía que iba a pasar esto. Yo era muy amigo de Fabio Zerpa, y él decía que en el siglo XXI venía una época en la que nosotros le íbamos a perder el miedo a los seres extraterrestres, porque lo que no nos permite muchas veces ver las cosas es el miedo que nos paraliza. Si tenés amor, si los recibís como amigos, más un día como hoy que es el día de los enamorados, sería magnífico que aparecieran para darnos un mensaje de confraternidad, de amistad”.
Luego, para finalizar, Perciavalle recordó a su íntima amiga China Zorrilla. “En mi espectáculo me pasa algo que nunca me había pasado. La gente que viene a verme entra como en un estado de gracia, rodeada de los árboles italianos que trajo el papá de China y que plantó él mismo, yo siento la presencia permanente de ella. Yo creo que de alguna manera China está vinculada con todo esto, y no sé si ella no está allá arriba mandándonos una señal para que aprendamos a ver las cosas que pasan con alegría, con felicidad, sin no tener miedo”, cerró.
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