El pasado domingo 5 de febrero, Ariel Ansaldo se convirtió en un nuevo eliminado de Gran Hermano 2022 (Telefe). El parrillero oriundo de Berazategui recibió el 55,21% de los votos frente a los 44,79% de Julieta Poggio, su contrincante final luego de que Nacho Castañares y Marcos Ginoccio fueran los menos votados por el público. Así, fue a buscar su valija y partió raudo por el camino hacia la salida, mientras saludaba a sus compañeros.
24 horas después, Ariel apareció nuevamente en el set de El Debate que conduce Santiago del Moro para hablar sobre su recorrido en la casa. “Para el afuera sos Big Ari... ¡Llegó Arilandia, chicos!”, dijo el conductor y ese fue el pie para que Ansaldo tomara la misma actitud que tenía cada día adentro de la casa: desplegar su buen humor y hablarle a las cámaras.
Los días pasaron y el Ariel extrovertido no desapareció, y así lo hizo notar en su llegada a Estamos en una, el programa de República Z conducido por Martu Morales, Lizardo Ponce, Leandro Saifir y Melina Lezcano, hablando a cámara y saludando a quienes estuvieran del otro lado. “Me estoy preparando hace dos días, esta noche lo voy a tener frente a frente, después de una semana voy a ver a Alfa... ay, las cosas que tengo para preguntarte, ayer saliste correcto, prudente, silencioso, no sé quién eras en la casa, si estás jugando acá”, comenzó su monólogo, momento en que los conductores del ciclo volvieron a hacerse cargo de la situación.
Respecto de cómo vio la salida de Walter Santiago de la casa y ese primer encuentro con Del Moro, aseguró que lo vio “políticamente correcto, tranquilo, y que en la casa se mostró completamente auténtico y ahora va a empezar a jugar con el afuera”, aunque de acá en adelante lo primero va a ser afrontar lo que se vivió en la casa, “Yo estoy cosechando un amor increíble, él tiene a sus fans, y no creo que pueda seguir respondiendo como respondió anoche”. haciendo hincapié en que el participante sexagenario se escudaba ante cada respuesta aclarando que “es un juego”, y reconocer que se sintió “satisfecho por su salida”.
“Cuando me confirmaron que no iba a entrar a la casa, faltaban 15 días para el comienzo y me enojé, no con la producción, me enojé porque no quedé, y yo no veía el programa, es como separarte y querer ver a tu ex pareja”, confesó. Además, explicó que los comentarios gordofóbicos que hubo dentro de la casa no los escuchó, no es que se hiciera el desentendido, sino que al ser tan grande el espacio y hablarla mayoría de las veces por lo bajo, no registraba esos momentos.
Según explicó, desde su salida de la casa recibió muchos mensajes de madres de todo el país que se sienten identificadas por el problema que él vivía en la casa porque sus hijos sufrían lo mismo, “temas de bullying, de integración, que son muy jodidos, y ahí lo que hay que hacer es actuar serio y ser más tolerantes”.
Además, se tomó unos minutos para recordar cuando tuvo un romance con una vedette de la que prefirió reservarse el nombre: “Yo estaba con amigos y fuimos al teatro a verla, y a la salida cuando nos estábamos yendo ella salió a buscarme, me paró y me dijo que le parecía divino”, para luego confirmar que “el problema era la purpurina después de toda una noche, porque yo a la mañana me iba a trabajar y por más que me duchara, no se iba”.
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