El escándalo por la separación de Fede Bal y su pareja con la que compartió 4 años, Sofía Aldrey sigue dando qué hablar y sumando nuevos personajes a la trama de infidelidad y deslealtad del actor hacia un sinnúmero de mujeres. Tras la aparición de supuestos chats con famosas, algunos confirmados por las participantes y otros negados, siguen apareciendo nombres.
El viernes circularon en las redes conversaciones que se habrían dado hace muchos años entre el protagonista de Kinky Boots y dos amigas suyas: Flor de la V y Lourdes Sánchez. Pronto también varios periodistas, entre ellos Yanina Latorre quien tenía en su poder todas las conversaciones que Sofía había grabado de la computadora de su ahora exnovio y algunas de ellas las había hecho públicas, salieron a aclarar que se trataba de chats trucados. “No son reales”, explicó la panelista en LAM mientras comparaba esas conversaciones con las otras para demostrar que no se veía igual la pantalla.
Pero los chats siguieron circulando y muchos usuarios aún dudaban de su veracidad. Fue entonces que al inicio de Intrusos, la propia Flor de la V se refirió al tema y realizó un contundente descargo. “Yo cuando me voy del programa me desconecto de todo, redes, conversaciones, pero me enteré de unos chats falsos entre Federico Bal y la señora. Voy a hablar de este tema, lo estuve pensando el fin de semana y la verdad que tengo como una sensación, un sabor amargo. Hay algo que sucede hace muchísimos años en el espectáculo puntualmente, que tiene que ver con la violencia que vivimos las identidades trans, travestis y trans”, dijo mirando a cámara para introducir al asunto.
“Y en este caso puntual, yo quiero hacer foco en eso porque me parece que es por ahí la situación. Hoy Fede Bal está en el ojo de la tormenta, y cuando lo señalan a él, que habría tenido una relación con una mujer trans, lo ponen desde el lugar del prejuicio, de lo monstruoso. No era suficiente que él tenga historias con otras mujeres sino que había que ponerlo en el lugar del pecado, del tabú, lo morboso y ahí es donde quiero entrar”, siguió detallando sobre la aparición de esa conversación.
La conductora también se refirió a su recorrido en los medios y el propio camino que tuvo que transitar: “Desde que yo debuté hace muchísimos años en el mundo del espectáculo, no hubo ni un solo día que no se hayan metido con mi sexualidad, con mis genitales, se han burlado, han bastardeado, disfrutaban hiriéndome. Quizás hay gente que no me conoce, pero en este mismo estudio con una pantalla, me ponían a mi en cámara lenta enfocando con un zoom mis genitales, burlándose de mi identidad travesti, haciéndome pasar vergüenza por lo que yo era. Sacaron tapas de revistas enfocando mis genitales y mintiendo de algo que no era cierto, pero siempre el foco estaba puesto en la genitalidad de una travesti, en este caso mía”.
En su largo discurso, también evocó su maternidad y la llegada al mundo de Isabella y Paul, sus hijos que hoy tienen 11 años. “Cuando fui madre, el momento más maravilloso de mi vida, de tener esas dos personitas que había deseado, que había deseado como pocas veces soñé algo, ustedes no saben cómo lloré, cómo sufrí durante los dos primeros años. Porque no paraban de lastimarme, de herirme y de violentarme con mi identidad travesti. Con mi genitalidad. Y así sucesivamente. No hubo ni un año que no se hayan metido con mi identidad, con mis genitales, como si estuviera mal, como que era un monstruo”, contó.
Y siguió en ese sentido, confesando sus sentimientos: “¿Y saben qué me pasa hoy? No saben cómo lloré, noches enteras, hasta sentí vergüenza de mi identidad. Porque eso es lo que me hacían sentir, vergüenza de ser. Y hoy después de haber leído estas cosas falsas que crearon, que lo hicieron con esa intención: la de seguir estigmatizando nuestra identidad. Mi identidad travesti, la tuya”. Y acotó un mensaje para las nuevas generaciones: “Quizás ahora hay mucha gente del otro lado, niñas, niños o niñes que están en el despertar, que están construyendo su vida, su identidad. No tengan vergüenza. Nunca más les voy a dar ese poder, nunca más. No tenemos nada malo. Soy una travesti orgullosa de mi cuerpo y me amo con todo mi ser. Años me llevó decirlo”.
“Les digo a todas las personitas que están mirando en algún lugar del mundo, en una provincia: no tengas vergüenza. Sos maravillosa, maravilloso, maraviollose”, dijo y culminó su discurso fiel a su estilo: “Hoy esta silla me toca a mí, una trava. Simplemente quería decir eso porque me cansó que nos quieran mostrar como monstruos. No somos enfermos o enfermas, somos seres humanos con el mismo derecho de gozar, de vivir. Preguntale a tu papá, a tu tío, a tu hijo porque seguramente alguna trava debe tener en el placard, porque los hombres es más lo que callan que lo que cuentan, no lo olviden”.
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