Luego de que aparecieran en las redes sociales supuestos chats que habría mantenido con Florencia de la V y Lourdes Sánchez y que según explicaron las protagonistas son falsos, Federico Bal habló al respecto tras ser abordado por un grupo de periodistas a la salida de una nueva función de Kinky Boots, en Villa Carlos Paz.
Lo primero que le preguntaron es cómo se toma la repercusión que se generó en las redes sociales, especialmente el humor a través de memes. “Los tomo como lo que son, son bromas. Es algo que a la gente le divierte”, dijo, a la vez en que confesó no estar “mucho tiempo en las redes” en estos días.
Luego le consultaron si había hablado con De La V o Sánchez tras la aparición de las conversaciones, pero él lo negó de plano. “No tengo que hablar con nadie de nada”, respondió el hijo de Carmen Barbieri y Santiago Bal, quien durante el fin de semana se mostró disfrutando del río de Villa Carlos Paz en sus descansos del teatro.
“Que hablen todo lo que quieran, está todo bien. Entiendo el juego y son chimentos. Me parece que los abogados son para cosas un poco más graves”, opinó Bal acerca del revuelo mediático que se generó y también por la decisión que tomó Estefi Berardi de llevar a la Justicia a Intrusos, Marcela Tauro y Sofía Aldrey -ex de Bal- por la difusión de los chats que la panelista de LAM habría mantenido con Fede y en los que recordaban sus encuentros sexuales.
Este lunes también habló una de las aludidas en esta historia, nada más y nada menos que Flor de la V. Lo hizo en el comienzo de la emisión de Intrusos (América). “Yo cuando me voy del programa me desconecto de todo, redes, conversaciones, pero me enteré de unos chats falsos entre Federico Bal y la señora. Voy a hablar de este tema, lo estuve pensando el fin de semana y la verdad que tengo como una sensación, un sabor amargo. Hay algo que sucede hace muchísimos años en el espectáculo puntualmente, que tiene que ver con la violencia que vivimos las identidades trans, travestis y trans”, comenzó diciendo la conductora.
“Y en este caso puntual, yo quiero hacer foco en eso porque me parece que es por ahí la situación. Hoy Fede Bal está en el ojo de la tormenta, y cuando lo señalan a él, que habría tenido una relación con una mujer trans, lo ponen desde el lugar del prejuicio, de lo monstruoso. No era suficiente que él tenga historias con otras mujeres sino que había que ponerlo en el lugar del pecado, del tabú, lo morboso y ahí es donde quiero entrar”, siguió detallando sobre la aparición de esa conversación.
La conductora también se refirió a su recorrido en los medios y el propio camino que tuvo que transitar: “Desde que yo debuté hace muchísimos años en el mundo del espectáculo, no hubo ni un solo día que no se hayan metido con mi sexualidad, con mis genitales, se han burlado, han bastardeado, disfrutaban hiriéndome. Quizás hay gente que no me conoce, pero en este mismo estudio con una pantalla, me ponían a mi en cámara lenta enfocando con un zoom mis genitales, burlándose de mi identidad travesti, haciéndome pasar vergüenza por lo que yo era. Sacaron tapas de revistas enfocando mis genitales y mintiendo de algo que no era cierto, pero siempre el foco estaba puesto en la genitalidad de una travesti, en este caso mía”.
En su largo discurso, también evocó su maternidad y la llegada al mundo de Isabella y Paul, sus hijos que hoy tienen 11 años. “Cuando fui madre, el momento más maravilloso de mi vida, de tener esas dos personitas que había deseado, que había deseado como pocas veces soñé algo, ustedes no saben cómo lloré, cómo sufrí durante los dos primeros años. Porque no paraban de lastimarme, de herirme y de violentarme con mi identidad travesti. Con mi genitalidad. Y así sucesivamente. No hubo ni un año que no se hayan metido con mi identidad, con mis genitales, como si estuviera mal, como que era un monstruo”, contó.
Y siguió en ese sentido, confesando sus sentimientos: “¿Y saben qué me pasa hoy? No saben cómo lloré, noches enteras, hasta sentí vergüenza de mi identidad. Porque eso es lo que me hacían sentir, vergüenza de ser. Y hoy después de haber leído estas cosas falsas que crearon, que lo hicieron con esa intención: la de seguir estigmatizando nuestra identidad. Mi identidad travesti, la tuya”. Y acotó un mensaje para las nuevas generaciones: “Quizás ahora hay mucha gente del otro lado, niñas, niños o niñes que están en el despertar, que están construyendo su vida, su identidad. No tengan vergüenza. Nunca más les voy a dar ese poder, nunca más. No tenemos nada malo. Soy una travesti orgullosa de mi cuerpo y me amo con todo mi ser. Años me llevó decirlo”.
“Les digo a todas las personitas que están mirando en algún lugar del mundo, en una provincia: no tengas vergüenza. Sos maravillosa, maravilloso, maraviollose”, dijo y culminó su discurso fiel a su estilo: “Hoy esta silla me toca a mí, una trava. Simplemente quería decir eso porque me cansó que nos quieran mostrar como monstruos. No somos enfermos o enfermas, somos seres humanos con el mismo derecho de gozar, de vivir. Preguntale a tu papá, a tu tío, a tu hijo porque seguramente alguna trava debe tener en el placard, porque los hombres es más lo que callan que lo que cuentan, no lo olviden”.
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