Ya van quedando pocas semanas para que termine Gran Hermano 2022 y el ciclo de Telefe se pone cada día más picante en cuanto a peleas y a estrategias.
En la última gala de nominación habían quedado en placa Romina Uhrig, Walter Alfa Santiago, Lucila la Tora Villar y Camila Lattanzio. Como Julieta Poggio ganó la prueba de liderazgo esta semana fue la encargada de salvar a uno de sus compañeros de quedar eliminado en la próxima gala del domingo.
Así las cosas, la mayor sorpresa la tuvieron los hermanitos cuando la joven de 21 años decidió dejar nominada a su íntima amiga Romina. De este modo, rescató de la futura eliminación a Camila.
Una vez terminado el programa del jueves pasado, y cuando Santiago Del Moro se despidió de todos ellos, los integrantes de la casa más famosa del país quedaron completamente descolocados.
En primer lugar, Romina se puso a cocinar y sin decir ni una palabra, empezó a cortar la manteca en trozos y la echó adentro de la cacerola con el puré de papas. Con el rostro desencajado, apretó con un utensilio con tanta fuerza que Daniela Celis la interrumpió para ayudarla y continuar ella con la labor.
En ese momento, mientras Alfa felicitaba a Camila, Julieta le pidió a Romina hablar unos minutos. Así fue que la exdiputada, adelante de todos sus compañeros, le respondió: “Ahora no, Juli, estoy cocinando”.
Pero este no fue el único momento incómodo de la noche post gala de salvación. La casa esta muda, y así Marcos, Nacho, Daniela y La Tora permanecieron en silencio hasta que de a uno se fueron yendo a los sillones del jardín para relajarse un poco.
En la habitación de las mujeres, Alfa hablaba con Camila, dándole recomendaciones que parecían órdenes. Con el dedo índice levantado, el sexagenario le dijo a la joven de Ituzaingó que no pida perdón por nada, que no felicite a nadie ni que tampoco le agradezca a Julieta por haberla salvado. “Vos no le debés nada a nadie, entendelo, metételo en la cabeza. No tenés que pedir disculpas por haber salido de la placa, ni tenés que hablar con Romina de nada”, fueron algunas de sus duras palabras.
Más adelante, Julieta pudo hablar con Lucila y le confesó lo que ella había pergeñado. “Yo me imaginé esta placa y no me arrepiento. Por mí que sigan con las caras largas, si se ofendieron que sigan así. Yo estoy conforme, porque creo que la gente de Romina no va a votarte a vos y la tuya tampoco a Romi, con lo cual el domingo se va a ir Alfa, que es lo que yo quiero”, reconoció la participante de Villa Devoto.
En la noche del viernes volvieron a reunirse todos los hermanitos en el salón destinado a la fiesta semanal. Vestidos con equipos de ropa que les dio la producción, primero se sacaron la clásica foto todos juntos frente al espejo antes de entrar al lugar. Y apenas ingresaron, pese a la poca luz y la música fuerte, los participantes se asombraron al ver la decoración.
Con las paredes enfundadas en sus fotos en tamaño gigante, pudieron ver por primera vez los rostros de todos sus compañeros. “¡Ay, qué emoción”, exclamó Julieta y todos al recordar los caras de los hermanitos que ya se fueron del certamen.
“¡No te puedo creer, mirá a Cata!”, gritó Alfa mientras le decía a Julieta que estaba emocionado. “Me dio una cosa fuerte, me dio algo”. La joven le preguntó dónde estaba su imagen y el participante de las bandanas en la cabeza señaló hacia el otro extremo y explicó que él ya le había pedido a la producción llevársela a su casa.
De inmediato, fueron repasando todos los rostros conocidos. “¡Mirá a Thomas, re enojado está en la foto”, mostró Julieta. Y así, fueron nombrando uno a uno a todos los participantes. “¡Morita, te extrañ!”, gritó Daniela.
Después, Alfa se acercó a Camila y le confesó: “Yo la tuya ya la había visto en la cena”. La joven no le respondió y acto seguido pidió un brindis para todos. “Brindemos por los que están y por los que ya no están”, sumó Romina, mientras se dispusieron a bailar al ritmo de la música de L-Gante.
Seguir leyendo: