El pasado domingo 5 Ariel Ansaldo se convirtió en el último eliminado de Gran Hermano 2022 (Telefe) hasta el momento. El parrillero oriundo de Berazategui recibió el 55,21 % de los votos frente a los 44,79 % de Julieta Poggio, su contrincante final luego de que Nacho Castañares y Marcos Ginoccio fueran los menos votados por el público. Así, fue a buscar su valija y partió raudo mientras saludaba a sus compañeros.
24 horas después, Ariel apareció nuevamente en el set de El Debate que conduce Santiago del Moro para hablar sobre su recorrido en la casa. “Para el afuera sos Big Ari... ¡Llegó Arilandia, chicos!”, dijo el conductor y ese fue el pie para que Ansaldo tomara la misma actitud que tenía cada día adentro de la casa: desplegar su buen humor y hablarle a las cámaras
“¡¡¡Buenos noches, amigos!!!!” gritó Ariel y se acercó a una de las cámaras que lo ponchaban de frente. “¿Cómo están todos? Bueno, estamos a punto de arrancar el programa. ¿Estan preparados para esto? ¿Qué me preguntarán? ¿Estarán a favor mío o en contra? Lo sabremos en un rato...”, dijo mientras señalaba a los panelistas. “Lo de Alfa, ¿eran verdad las peleas? Sí”, develó. “Fuiste una cámara y tuviste como un brote”, le apuntó del Moro.
“¿Por qué estás acá afuera?”, quiso saber el conductor. “Evidentemente algo mal... Quizás tendría que haber hecho las nominaciones de manera diferente. Pero llega un punto en que tenía que afrontar esto y nada... La placa esta era muy difícil. La última semana se estaba dando lo que yo tenía como estrategia, que era aguantar, que se desgaste Alfa...”, reveló. “¿Y por qué no lo fulminaste?”, le preguntó Marisa Brel desde el panel. “¡Porque soy un pelotudo! Esa es una de mis debilidades, entre otras. No le agarré la mano a las nominaciones”, se sinceró Ariel.
“¿Sos o te hacés? Todo siempre es tan lindo, tan bueno, ¿por qué siempre estás alegre, todo atento?”, lo quiso pinchar del Moro. “Soy así, Santiago. Era yo haciendo de mí mismo, cuando estaba frente a las cámaras lo hacía para divertir”, dijo. “Los momentos más fuertes tuyos es cuando te le plantaste a Alfa”, terció el conductor. “No me planté porque dije: ‘Esta es la semana en que me voy a plantar’. Era porque en serio había cosas que se podían manejar y yo trataba de dar el ejemplo. Las plantadas eran porque ya tenía los huevos al plato”, insistió sobre su relación con el sexagenario.
“No la careteaba, había cosas que tanto no me molestaban. Y también empecé a tomar distancia porque si no, no se puede”, dijo acerca de cómo era su difícil relación con Walter Santiago.
Por otro lado, Ariel dijo que su idea de juego “ni en pedo era echar a Alfa”. “Mi idea era que pase lo que ocurrió, que de a poco se vaya desgastando”, dijo. Y analizó: “Si se iba Alfa, la casa hubiera estado en otra sintonía que a mí me hubiera gustado más, donde todo el mundo podía ser más ellos mismos. No te dejaba hablar”.
Asimismo, habló sobre los cambios que sufrió en el cuerpo entre su entrada y su salida de la casa. “Antes de entrar pesaba 141 kilos. Hace un rato me pesé: 116″, contó. “¿Creés que tener unos kilos de más hizo que te miraran diferente adentro de la casa?”, le preguntó Santiago.
“Yo pensaba muchísimo en los pibes de afuera, en los hijos de todos ustedes. Yo me río de mí mismo, pero por algo estoy pendiente mi ahora. Y por algo quería ese esfuerzo. Yo quería llegar a Gran Hermano y ponerme bien físicamente, como otro juego mío, otra meta mía. Me daba cuenta de dónde venía la gordofobia. Yo hacía chistes sobre mi gordura pero después dejé de hacerlos porque quería dar el ejemplo para el público, porque no va por ahí”, dijo al respecto. “No sabía que esto tuvo repercusión afuera. Yo siempre fui ‘el gordo’, desde la primaria, la secundaria y me reía de mi mismo. Es un mecanismo de autodefensa”, consideró.
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