Saltó a la fama en 2012 cuando, luego de pasar un casting, se sumó al Soñando por bailar. A medida que fue atravesando etapas Soledad Cescato se volvió una de las preferidas del público que seguía aquel reality producido por Marcelo Tinelli. Si bien no llegó a la final, fue una de las participantes que mayor repercusión obtuvo, junto con Magui Bravi.
Ya afuera del programa, Cescato empezó a crecer gracias a un trabajo al que le sumaba una lengua filosa a la hora de declarar. Además, hablaba abiertamente de sexualidad y cómo era la pareja abierta que había conformado con Gonzalo León. En un momento, fueron tres: Soledad tenía una novia y Gonzalo la aceptaba sin problemas.
Pero si bien su carrera continuaba en ascenso, su figura se fue apagando hasta desaparecer por completo de la pantalla chica. A 10 años de aquel esplendor, Cescato habló con Teleshow de su presente, lejos de las luces de Buenos Aires pero feliz. No está arrepentida de haberse ido del ambiente y remarca que no volvería, salvo que la llamen para un trabajo puntual.
—¿Qué recuerdo tenés del Soñando?
—El mejor. Fue una experiencia reloca y relinda. Tuvo todos los condimentos y lo disfruté un montón. También es cierto que hoy en día no volvería a participar de un formato así, pero en ese momento fue un desafío personal y me divirtió hacerlo. Tenía a Gonzalo afuera, que recién nos habíamos comprometido y no nos separábamos ni a sol ni a sombra. Imaginate que estuve tres meses y medio. Un montón.
—¿Te sirvió entonces?
—Sí, totalmente. Soy consciente de que todo lo que vino fue a partir de haber estado en el Soñando. La exposición ayudó a que la gente me conociera y a que surgieran los trabajos que tuve después. Estuve en Este es el Show, Cantando 2012, Polémica en el Bar y mi primera obra de teatro fue ni más ni menos que con Moria Casán y Carmen Barbieri. Un placer que no muchos lograron.
—¿Cómo fue trabajar con esas son grandes artistas?
—Fue tremendo. Esa obra explotó, fue un verdadero éxito. Imaginate que fue mi debut en teatro y haber vivido todo eso fue una emoción que no me entraba en el cuerpo. Moria y Carmen son dos bestias del espectáculo y aprendí muchísimo con ellas. Me quedo con eso, con todo lo que pude incorporar gracias al haber estado al lado de ellas.
—¿Cuál era tu sueño en aquel entonces?
—En esa época y con la edad que tenía, ser famosa: que la gente te frene en la calle para saludarte y pedirte fotos se sentía increíble. Si bien mi meta no era solo hacerme conocida, esa parte que te trae la exposición no te voy a decir que no me gustaba; al contrario: era súper lindo. Pero desde siempre mi meta fue crecer como cantante, hacer una carrera con la música. Ese siempre fue mi sueño.
—En aquel entonces eras noticia por tus declaraciones sin filtros. ¿Creés que eso te jugó en contra?
—En ese momento, no me importaba mucho la crítica, lo que se decía. Yo soy y era muy frontal, por ende, decía lo que pensaba, lo que sentía y lo que quería compartir con la gente. No me detenía a pensar si podía molestar, si era políticamente correcto y demás. Hablaba sin casete. ¿Sumó? No sé si sumó, exactamente... Pero hablar de todo abiertamente era raro, y más de la vida sexual de cada uno, porque en aquel momento hablar de todas esas cosas era tabú y para mí, era algo completamente normal.
—Seguís en pareja con Gonzalo ¿Cómo es esa relación de toda la vida?
—Mi relación es exactamente igual que siempre: somos amigos, compañeros, marido y mujer. Y hoy, padres. Creo que esa es la clave para perdurar en el tiempo y estar de la misma manera que el primer día.
—A propósito de lo que contaste sobre los temas tabú, ustedes eran una pareja abierta.
—Si, éramos una pareja moderna y a muchos tal vez les llamaba la atención. En aquel entonces experimentamos en el amor un montón de cosas y nos súper divertimos. Antes de que me preguntes, hoy dejamos atrás esa vida, ya no compartimos con otras personas y estamos abocados a la maternidad y la paternidad a full. Nos volvimos una pareja tradicional (risas).
—Fuiste mamá hace poco.
—Si, fui mamá de Camila, una beba que tiene 15 meses. Llegó para terminar de conformar esta hermosa familia que formamos con Gonzalo; hace más de 15 años que nos conocimos. Ser mamá no es fácil y siendo primeriza, menos, porque es un aprendizaje constante. Aprendo todo el tiempo y cometo errores también, por supuesto, como todo ser humano. Pero agradezco tener al lado a un hombre maravilloso. Es un padre con todas las letras. Estamos enamorados de nuestra hija. Cansados, no te voy a negar; pero felices…
—Retomando tus inicios, en aquel entonces tu rival era Magui Bravi. ¿Tuvieron una pica?
—No la sentí nunca como una rival. Al contrario, durante toda la etapa de casting nos llevábamos rebien. Incluso Gonzalo hablaba con su novio de ese momento y había buena onda. Además, rival nunca podría haber sido porque ella era y es una bailarina profesional, y yo jamás había hecho una coreografía en mi vida (risas).
—¿Hoy, como es tu presente?
—Actualmente sigo ligada a la música porque me apasiona, pero desde otro lugar: como mánager de la banda de rock El muro, que es de mi marido y amigos. Estoy con eso, y abocada 100 por ciento a la maternidad.
—¿Volvieron a Junín?
—Sí, hace varios años ya. Cuando decidimos dejar atrás los medios y la tele, decidimos empezar de nuevo en Junín. Además, los dos tenemos familia acá, así que el regreso fue fácil. Es mucho más tranquilo, la seguridad es otra, y más para criar a nuestra hija. Si es verdad que, a diferencia de Buenos Aires, tenés menos cosas para hacer. A veces nos aburrimos por ese tema: no hay mucho para hacer.
—¿Te gustaría regresar a los medios o es una etapa cerrada?
—Volvería a los medios solamente si surge algún formato que tenga que ver con la música, algún Cantando o algo similar. Pero tendría que ser por ese lado. Para otra cosa, no.
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