El 13 de enero del 2022, Carlos Ferrara estaba haciendo una cobertura periodística para el noticiero del mediodía de El Nueve. Se encontraba en las inmediaciones del Teatro Colón para narrar el movimiento del centro de testeos de covid-19 que se había instalado allí. “No hay casi gente, por más que no tengan turno, podrán ser atendidos de manera rápida...”, estaba contando él, cuando comenzó a sentirse mal. Un instante después, dijo fuera de cámara: “Perdón Claudio. Perdón Claudio, perdón”.
Carlos se estaba desmayando y quedó recostado boca abajo. Al ver la imágen, Claudio Pérez, conductor del noticiero, pidió un corte. “Ese día hacía mucho calor y sentía que me faltaba el aire. Yo le había dicho a mi compañero que me faltaba el aire, que no me sentía bien. Pero tenía que aguantar, por lo menos, hasta las 12:00. Estábamos en la sombra, tomando agua, hasta que empieza el noticiero...”, recordó Ferrara, un año después de ese incidente, en diálogo con sus colegas de Telenueve Digital.
“Hacemos el móvil y yo empiezo a sentir que no, que no respondía. Que no podía seguir. Hasta que, en un momento, sentí que se me fue todo a negro y me caí”, siguió contando sobre el momento previo a su desmayo. El cronista perdió la conciencia y fue asistido de urgencia por trabajadores del SAME que se encontraban en el lugar. Al ser estabilizado, fue trasladado al Hospital General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez y luego, a una clínica privada. “El recuerdo mío fue recién a las 21 de ese mismo jueves. Te puedo contar lo que me contaron que pasó. Yo estando en el piso, me revisaron. Tenía la presión muy alta. Ellos decían que podía ser un infarto”, contó el cronista.
“Reaccioné y me vi en una habitación, sin entender bien lo que estaba pasando. Hasta que viene un médico. Me cuenta lo que pasó y de ahí yo empiezo a ir para atrás. Pero claro, lo único que recuerdo es esa sensación de que se te va todo a negro y me caigo”, recordó sobre el momento en que recuperó los sentidos.
Además de las altas temperaturas de aquel día, Ferrara sufrió una serie de afecciones que derivaron en aquel desmayo. “Después de varios estudios y exámenes que me hicieron, los médicos me dijeron que fue presión alta. Tenía casi 20 y mucha azúcar en sangre. Ese combo, más el calor, hicieron que yo pierda el conocimiento y me desmaye. Después, vinieron otro tipo de estudios más complementarios, más exhaustivos. Ahí me enteré de que era diabético. Lo de la presión alta sí lo sabía, porque lo venía manejando... Tranquilamente, me podría haber muerto porque la situación era muy difícil y complicada”, dijo.
“A la madrugada, prendí el celular y ahí me di cuenta de lo que se había generado, que yo realmente no lo sabía. Tenía infinidad de mensajes y llamados, de gente que conocía y que no conocía”, recordó sobre las repercusiones que generó su desmayo. “Quería comunicarme con mi familia y decirles que estaba bien. Así que ese fue el primer contacto con la gente más cercana”, agregó.
Un año después de aquel accidente, el cronista dice que su vida cambió para bien. “Trabajo de periodista en un noticiero y veo tragedia todo el tiempo. Y lo que me pasó no lo veo como una tragedia, más bien como una oportunidad. Me quise agarrar de esa oportunidad para curarme, para salir adelante y vivir mejor, más sano”, apuntó.
“Si después yo me curo y la gente que está alrededor, como mis hijas, mi mujer, mis papás, mi hermana, mis amigos; se ponen contentos, es un éxito. Pero esto es por mí. Yo no iba a usar a nadie para curarme. Me lo planteé así, se lo dije a los médicos y ellos coincidieron. Entonces esto es por mí. Yo me quiero curar, me estoy curando y la gente que me quiere de verdad es la que está disfrutando de lo que me está pasando”, aseguró.
“Cuando estaba en el sanatorio le dije a un médico que yo quería salir, quería ir a mi casa porque quería vivir. Entonces acá estoy para eso y estos proyectos que tengo para este año tienen que ver con eso, con la vida y yo trabajando, más allá de la vida que pueda tener con mi familia, con amigos, trabajar me da vida, me siento vivo”, cerró Ferrara.
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