La química entre ambos fue instantánea. Maxi y Juliana fueron la primera pareja de esta edición de Gran Hermano. A solo tres días del comienzo del reality, ambos se mostraron muy cercanos. Desde el primer día que entraron a la casa a los dos participantes se los veía siempre juntos en varios sectores de la casa, principalmente en los sillones y en los cuartos.
Durante la primera semana de aislamiento, a los dos se los veía acurrucados en una cama, mientras sus otros compañeros estaban desparramados en las camas contiguas o sentados en el piso, encerrados todos en un mismo cuarto, esperando obtener las consignas de la prueba semanal.
En ese momento, fue el mismo Maxi quien le confesó al todavía integrante de la casa Tomás Holder su acercamiento con Juliana: “Había que meter un poco de algo a esto. Hubo un intercambio de besos”, le dijo al influencer, quien quedó sorprendido y le pidió mayores detalles de cuándo, dónde y en qué circunstancias se había dado el encuentro.
“Si a mí me gusta alguien, ¿voy a estar esperando tanto?”, le preguntó Juliana entre risas, para explicar por qué ella y su compañero se habían besado. “Claro, si después afuera tu vida sigue igual. Yo igualmente no creo que lo que pase acá siga afuera. Somos todos muy distintos”, reflexionó Holder ese día sobre la posibilidad de que dentro de la casa de Gran Hermano se formen parejas que perduren en el tiempo, más allá del reality.
Por esos días, Juliana decía que no pensaba en ir más allá con la relación, porque afirmaba que lo único que le importaba era compartir algo con alguien que fuera piola. Asimismo, la santafesina llegó a recordar que Ximena Capristo y Gustavo Conti se conocieron en el juego y que al día de hoy siguen juntos y con un hijo en común.
Durante su presentación el día del estreno de Gran Hermano, Juliana se había definido como una persona con “el don de convencer a la gente de todo” y había advertido que “lo pienso utilizar en la casa”.
Ya de antemano ambos jugadores habían declarado que podían llegar a estar con alguien adentro de la casa más famosa del país. Maxi, que tiene 35 años y es oriundo de Córdoba Capital, en su presentación reveló que será “el más chamuyero” dentro del certamen. Mientras que Juliana es de Venado Tuerto, Santa Fe, y aseguró en su presentación que las personas: “hacen siempre lo que yo quiero”.
Además la jugadora vaticinó que podría tener un romance en la casa de Gran Hermano: “Es muy probable que me guste algún chico, porque a donde voy siempre me gusta alguien”.
Finalmente la relación siguió, con algunos altos y bajos, durante toda la estadía de ambos dentro de la casa, y tras la salida de Juliana el pesar de Maxi se hizo notar. Luego, al momento del repechaje, volvió Juliana, aunque debido a algunos comentarios de ella a los demás hermanitos, revelando información del afuera, su nueva estadía fue demasiado corta.
Desde que volvió a poner un pie en la casa, rompió en reiteradas oportunidades una de las reglas más importantes de la casa. Se sabe que tanto los nuevos como los reingresos no podían brindar ninguna información del afuera, sin embargo la santafesina se metió en problemas y fue castigada por el Big, que lo informó con un comunicado que leyó Santiago del Moro: “Juliana no podrá participar de la próxima prueba del líder. Queda directamente en placa y no podrá nominar”, informó el conductor de Telefe.
Aun recibiendo este castigo, Juliana siguió hablando de más, brindando información sobre algunos participantes y sobre lo que ocurre una vez que les toca dejar la casa. Y así fue como Gran Hermano volvió a expedirse y finalmente se decidió su inmediata expulsión, en una escena que quedará en la historia del reality, cuando no se le permitió ni armar su valija.
“Por suerte afuera estamos en la misma, y cada vez mejor”, describió Maxi en una entrevista con el programa Biri Biri de República Zeta. “Nos pusimos a pensar en cuándo fue el primer beso y nos daba la sensación de que que había sido a los 15 días”. “Casi todo es bueno, positivo, es cariño”, destacó sobre el vínculo entre ambos, a la vez que confesó ser “un poco celoso”. Luego de la expulsión de su novia de la casa, él también pensó en salir, pero la reacción de los demás participantes ayudó a su permanencia en GH. Incluso, ya estaba todo preparado para la emisión de ese momento, pero Marcos le pidió por última vez que reflexione al respecto.
“Voy a ir unos días a Córdoba y después me instalaré acá. Solo pude ver hasta ahora a los amigos que pudieron venir acá a verme. En mi vida, mis amigos son un pilar. Mi familia son mi mamá, mi hermana y mi hermano... Y mi familia también son mis amigos”, explicó en esa oportunidad. Y ahora es cuando ambos cumplieron con su palabra, y tal como él detalló en un mensaje en sus redes sociales, “estamos de mudanza, me mudo con Juli, con Tini, con mi Tini. Así que bueno, arranca una nueva vida, estamos muy contentos, muy felices, espero seguir contando con el apoyo y el cariño de ustedes, para ver qué sigue en esta vida, qué seguirá, qué seguirá... espero que algo divertido para hacer. Como siempre, aguante la vida”.
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