Una más. Y van....
Resulta imposible llevar la cuenta de las veces que Walter Santiago -conocido como Alfa- y Ariel se pelearon dentro de la casa de Gran Hermano. Si bien la semana hubo un intento de reconciliación -con abrazo y llanto incluido-, todo volvió a lo que a esta altura para ellos resulta ser su normalidad: discusiones, peleas, y no lograr nunca estar de acuerdo en algo.
Un nuevo cruce se vivió en las últimas horas: allí, aparecen los dos solos en el living - cocina - comedor de la casa más famosa del país. Cada uno está con lo suyo, y permanecen en silencio, omitiendo que el otro está allí, apenas a unos metros de distancia. Alfa se está haciendo un te y un huevo a la plancha, mientras que Ariel está sentado en la cabecera de la mesa, tomando un té.
Uno va y viene buscando los utensilios de cocina, el otro mira para al frente, al jardín, se frota la cara, se rasca los ojos. Ninguno de los dos se inmuta por la presencia del otro. Hasta que un minuto y medio después del silencio, es el participante más grande del certamen quien elige romper hablar. Y lejos de hacerlo para buscar derribar algún momento incómodo, lo hace para cuestionar a su compañero: le recrimina que se para frente a un espejo del jardín porque sabe -según lo que él cree- que muestra lo que hacen los participantes cada mañana. Algo que el propio Santiago del Moro se encargó de aclarar: solo hay un espejo, no tiene cámara, es por eso que el plano de Ariel siempre se de costado y no de frente.
Alfa: —Le hablás porque estuviste viendo dos meses y sabés qué cámara te toma.
Ariel:—No, porque empecé ahí desde que llegué. Alfa, todas me imagino que tienen...
Alfa: —No te imaginas. Lo viste afuera. Es verso el que te imaginas.
Ariel:—No vi nada. Los veía a ustedes a la noche, pero no es que estuve viendo las cámaras. Alfa, todos (los espejos) tienen su cámara. Yo le hablo a todas, a la del baño. Todas las mañanas, desde que llegué, me paro, digo cosas lindas, mando saludos, charlo. Y me hace bien. Al margen de que te lo diga yo, vas a ver cuando cuando salga: nunca hablé mierda de vos frente a la cámara.
Alfa: —No, de mí no podes hablar mierda. Si hablás mierda de mí, por mí, es mejor.
Ariel:—Yo voy, vengo, digo cosas lindas, lo que siento, los estados de ánimo. Me funciona.
En medio del ida y vuelta, Alfa le volvió a reprochar a su compañero cuando dejó entrever que Gran Hermano debería haberlo expulsado por una actitud que tuvo con Camila: le metió un dedo en la boca mientras dormía. Y le reclamó que cuando se acercó para explicarle lo que había sucedido no le pidió disculpas por haberlo llamado “depravado”. “Un tipo que se aprovecha de una mujer vulnerable es un depravado. Y es motivo de expulsión”, fueron palabras de Ariel, según reprodujo Alfa.
Luego, Alfa se fue al cuarto, Ariel se quedó en la mesa, se acercó a la cocina, tiró el saquito de té y fue a cargarse agua otra vez en el dispenser. Volvió a Aparecer Alfa y su compañero le intentó aclarar que su frase no había sido con la intención de que lo expulsaran del reality. De igual modo, le recriminó que aún le reproche por algo de lo que ya han hablado en reiteradas ocasiones. “Me enrosco porque soy así. Un tipo de ley hubiera dicho que se equivocó después de que te lo aclaré”, insistió Walter.
“Yo pienso una cosa, vos otra. Hay respeto. En tu cumpleaños hablamos, hicimos las paces...”, siguió Ariel buscando terminar la discusión, pero elevando el tono de voz, lo que generó que Alfa, más de una vez, le pidiera que no lo hiciera. Incluso, llegó a taparse los oídos en reiteradas oportunidades. “No grites”, le pidió varias veces. “Disculpame, pero si me hablas yo hablo así. No te estoy gritando. Yo hablo así”, respondió el parrillero.
Sin llegar a ponerse de acuerdo, Alfa decidió abandonar la cocina y sentarse la galería del jardín, y Ariel siguió en la cabecera de la mesa del comedor, mirando hacia afuera. Y tuvo una actitud que se viralizó y sorprendió en las redes sociales: metió los dedos en su taza y se puso líquido en sus ojos, lo que provocó que le quedara una mirada de angustia, con los ojos vidriosos.
De inmediato, comenzaron las especulaciones sobre la intención de Ariel de quedar en el papel de víctima tras la discusión con Alfa: que si alguno de los otros participantes, quienes no estuvieron presentes, se hubiera acercado a él en ese momento, hubiera pensado que lo hizo llorar. Que bien podría tratarse de una estrategia para que pareciera que está angustiado por un nuevo enfrentamiento.
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