Su aparición rutilante fue en Gran Hermano 2011. Al salir de la casa más famosa del país -ayer y hoy-, Coty Álvarez inició una ascendente carrera como modelo y también, como actriz y vedette en el teatro de revista. Verano a verano tuvo un rol preponderante en las plazas más destacadas del país: Villa Carlos Paz y Mar del Plata. Su particularidad: lograba destacarse desde el bajo perfil, sin involucrarse en escándalos, como era habitual en otros tiempos.
En el medio se puso en pareja con el empresario Martín Fascetto. Estuvieron juntos siete años, pero la relación terminó cuando Coty quedó embarazada. Intentaron darse una chance más, priorizando la familia que tanto habían anhelado, pero no lo lograron. Para cuando nació Tiziano, el pequeño que ya tiene cuatro años, estaban distanciados. Ser madre primeriza y soltera fue un verdadero sacudón para Constanza, que en este último tiempo decidió darle un vuelco a su vida.
Fue así que buscó otros horizontes y los encontró gracias a la pandemia. Un poco fue porque extrañaba a su familia, pero otro para barajar y dar de nuevo, regresó a su Corrientes natal. Allí, lejos de las luces de Buenos Aires, se pudo reinventar poniendo en práctica los estudios que nunca abandonó. Es paisajista y diseñadora de interiores. Además, tiene su propia marca de bikinis.
—Tu incursión en los medios se dio con Gran Hermano. Antes de eso, ¿cómo era tu vida?
—Antes de entrar en Gran Hermano era bastante conocida en Corrientes por los carnavales, incluso hacía muchas presentaciones en eventos y en el Interior. Yo amo los carnavales y siempre era parte. Es algo muy nuestro. Y la gente acá me conocía por eso.
—¿Buscabas ser famosa?
—Sí, era mi meta. Era más chica y me apasionaba esa posibilidad. Buscaba ser famosa, sin dudas: quería estar en los teatros, tener mi lugar y siempre soñé con irme a vivir a Buenos Aires para encontrar esa posibilidad. Sabía que para crecer, tenía que dar el salto.
—Eso lo conseguiste tras la salida del reality.
—Sí. Por suerte pude cumplir ese sueño: trabajé bastante en teatro, en grandes obras, con un grande como lo fue Santiago Bal. También estuve en Lima, Perú. Allá tuve el privilegio de trabajar como vedette principal. La verdad es que todo lo que deseé, me pasó. Me encantó haber vivido todo eso, haberlo logrado. Pero bueno, también llega un momento en que querés probar otras cosas...
—¿Qué es lo mejor y qué es lo peor de ser famosa?
—Y... lo mejor es que cuanto más conocida sos, más facturas (risas). Lo que sucede es que te empiezan a llegar lo mejores contratos, tenés otro reconocimiento y eso lleva a que te paguen más por lo que hacés. Se abren muchísimas más puertas, se hace más fácil el camino. Y lo que es peor de todo esto es que tenés que lidiar con las críticas: tenés que ser muy fuerte de la cabeza para no angustiarte con lo que te dicen.
—En un momento decidiste dejar todo. ¿Por qué fue? ¿Falta de propuestas o te cansaste de algo en particular?
—Te soy sincera: llegó un momento en el que sentí que no avanzaba. Me demandaba mucho tiempo y ya no me daba un buen ingreso. No era redituable: yo ponía mucho de mí, le dedicaba muchas horas, y nada. Sumado a que deje pasar buenas oportunidades, me crucé con gente equivocada y tomé malas decisiones. No me quiero explayar mucho en esta parte... Pero básicamente, fue por ese combo.
—No viviste escándalos, ni tampoco tuviste novios famosos.
—No, es verdad. Al poco tiempo de salir de Gran Hermano me enamoré de la persona con la cual estuve de novia como 10 años. Y los escándalos nunca me gustaron. Si la manera para pertenecer tenía que ser eso, no. Paso.
—Hablás del papá de tu nene. ¿Siguen en contacto?
—Sí, seguimos en contacto. La verdad es que nos costó mucho superar la separación, no fue fácil, pero era lo mejor para los dos: cuando algo se rompe es muy difícil, y por suerte lo pudimos entender. Obvio que con un hijo de por medio todo es más complejo, con la idea de la familia de por medio. No es algo que decidís de un día para el otro.
—¿Mantienen una relación por haber sido padres, entonces?
—No como quisiera... Ojalá pronto mejoren las cosas: no quisiera estar con un abogado de por medio. No es mi estilo, no quiero llegar a eso: soy de las personas que creen que todo se resuelve a través de la palabra. Hay un hijo de por medio.
—Si mencionás la posibilidad de recurrir a abogados es porque el meta no está tan bien. ¿Tiene que ver con la cuota alimentaria?
—No es un tema en el que me quiera meter en profundidad. Sí es buen padre con Tizi.
—Se separaron cuando vos estabas embarazada.
—Sí, nos separamos cuando yo estaba por dar a luz y volvimos a los tres meses del nacimiento. Al año de mi bebé, nos separamos. Ahí yo me vine a Corrientes en cuarentena y sí, fue muy difícil. Estoy sola y sigue siendo difícil porque una tiene que dejar muchas cosas de lado para cumplir con las actividades cotidianas que demanda tener un hijo. Él pasó a ser lo primordial para mí, y esto también tiene que ver con la vida que elegí, poniendo a mi bebé por encima de todo.
—Ahora estás viviendo en Corrientes. ¿Cómo es tu vida allá?
—Sí, vivo en Corrientes, pero aún no hice mi mudanza, así que no sé si pronto volveré... Veremos. Acá estoy trabajando a full como diseñadora de interiores. Pude desarrollarme en esto que tanto me apasiona y disfruto. Me abrieron súper bien las puertas ya qué hay mucha gente que ya conocía mi gusto por el diseño. También hago radio y trabajo con mis redes sociales. Sigo con mis marcas de bikinis y ropa interior, que vengo creciendo muhco. Apostando a trabajar de forma independiente, freelance y, sobre todo, a tener libertad financiera. Eso no se paga con nada.
—¿Cómo fue el regreso a tus pagos, ya siendo famosa?
—Cuando llegué fue un poco difícil, pero ya muchos no me conocen, paso desapercibida (risas). Así que creo que es un un nuevo comienzo. Hay muchos fieles seguidores también, claro.
—¿Volviste a formar pareja?
—Aun no; me está costando mucho conseguir novio. Pero en realidad no le di lugar a eso y tampoco se dio. La verdad es que me enfoqué en mi crecimiento personal, en mi hijo y cuando llegue la persona indicada, será. Tampoco que estoy desesperada buscando novio… Será cuando tenga que ser.
—¿Volverías a apostar a una persona famosa?
—Sí, ¿por qué no? Si nos llevamos bien y conectamos, podría ser de cualquier rubro. No me fijo en la profesión o esas cosas.
—¿Qué extrañás de Buenos Aires y que disfrutás de estar lejos de la gran ciudad?
—Extraño la comida, las amigas, la noche y los restaurantes, las clases de baile, la salida a los teatros. Esas cosas únicas que tiene Buenos Aires, que rápidamente te atrapan. Pero cada vez más odiaba el día: los piquetes, no poder llegar nunca a ningún lugar... En Corrientes estoy disfrutando de su tranquilidad y de lo hermosa que están dejando la ciudad. Es otro estilo de vida, sin dudas.
—¿Vas a estar participando de los carnavales?
—Voy a estar algunas noches como invitada, sí. Por supuesto quiero invitarlos a todos a que vengan a conocer el mejor carnaval del país que empezó el viernes 27 hasta el 28 de febrero. Prometo que se van a enamorar.
—¿Estás viendo Gran Hermano? ¿Quién creés que llegará a la final?
—Sí, lo miro. Soy fan de Julieta, Marcos y Nacho. Ellos son mis tres preferidos.
—¿Volverías a un programa así?
—Sí, obvio. Algún desafío de competencia me encanta, estoy muy preparada. Y hoy entraría enfocadísima a ganar el premio.
Seguir leyendo: