El martes fue un día distinto en la casa de Gran Hermano: los participantes celebraron el cumpleaños de Walter Santiago, más conocido como Alfa. Todo comenzó la noche anterior, en la gala del lunes cuando engañó a sus compañeros al hacerles creer que abandonaría el certamen. Más tarde, comieron pizza para empezar a celebrar.
Al día siguiente llegarían los premios que él se había ganado: paella a la hora del almuerzo y dos botellas de vino tinto para tomar durante una jornada de cine: vieron una película de autos, elegida por el cumpleañero. De ante mano, cuando Santiago del Moro les comunicó que tendrían las botellas de vino, Alfa bromeó a la hora de destacar que una se la cedería a Romina Uhrig, dejando entrever que se trata de una de las bebidas favoritas de la exdiputada.
Cuando llegó la hora de compartir la bebida, lo hicieron sentados en la mesa del living. Todos lucían un particular look inspirado en el cumpleañero: pañuelo en la cabeza y una remera que llevaba la estampa de “Security”. Mientras Nacho se acomodaba su accesorio, sus compañeros lo compararon con Guido Süller y de inmediato Alfa y Romina recordaron la popular canción que solía entornar el mediático para llamarlo por su nombre: “Dame una G, te doy la G...”.
Dicha escena terminó con un brindis entre Alfa y Romina, lo que derivó en que el resto de los participantes aludieran que estaban borrachos. “¡Ay, Dios! Antes tomaba un vino y ahora tomo una copa y ya estoy mareada”, se sinceró la exdiputada, a lo que el cumpleañero acotó: “No estás mareada, estás en pedo”.
Luego, las cámaras mostraron cómo debió sostener la copa con sus dos manos para poder beber. Y bromeó al notar que Alfa había dejado la suya sin terminar. “La dejaste, te la tomo”, le advirtió a quien aclaró que la guardaría para la comida de la noche en la que se determinarían los líderes de la semana: más tarde, resultaron ser Romina y Marcos, quienes obtuvieron inmunidad y el jueves salvarán de la placa de nominación a uno de sus compañeros.
En otro momento, Alfa se levantó de la mesa y se acercó hacia Camila Lattanzio, quien estaba lavando la vajilla. Los compañeros entablaron una relación muy unida desde que llegó ella, quien se sumó al certamen poco más de un mes atrás, al igual que Ariel Ansaldo. Y Romina, que tiene una gran amistad desde el primer día con el participante más grande de la casa, no pudo evitar expresar sus celos.
“Alfa, ¿me regalás el pañuelo? Tiene brillos. No va para vos”, le preguntó la exdiputada. Luego de recibir una respuesta positiva, fue contundente: “Es mío, entonces, que no te lo pida nadie”. Aprovechando la oportunidad, y para molestar a su compañera, Lucía Villar -conocida como La Tora- también le pidió el accesorio al cumpleañero, quien esta vez dijo que tendría otra destinataria: “No, me lo pidió Camila”.
De inmediato, Romina se mostró sorprendida -”¿Qué?”, expresó con cara de indignación-, y se quedó callada, haciendo gestos y mirando una charla cómplice entre Alfa y Camila, que seguían parados en la isla de la cocina. Le habló por lo bajo a sus compañeros en la mesa y se dirigió a Lattanzio: “Camila, dijiste que después te decimos cualquier cosa”.
“Sí, porque se la creen ustedes. Yo nada que ver, ayer Alfa tiró un comentario...”, intentó responder la joven, pero la exdiputada la interrumpió: “No, hoy te enojaste porque le hicimos el desayuno”. Camila volvió a querer tomar la palabra, pero prefirió callarse con el fin de “no discutir”. Romina le volvió a hacer caras a sus compañeros y hasta levantó sus hombros. “Esto me hace hablar -dijo señalando la copa- ¿Ustedes quieren que hable? Denme vino”.
Aprovechando que había captado la atención de sus compañeros, quienes la alentaban, se levantó de su silla y tomó las últimas gotas que quedaban en su copa. Viendo esa situación, Alfa juntó los restos de las copas que habían dejado los otros participantes y la invitó a beber. “No, eso no se hace. No voy a tomar la saliva de todos”, sostuvo Romina. Sin embargo, segundos después se acercó hasta la isla y bebió lo que le había preparado el cumpleañero, que lo celebró entre risas: “¡Se lo chupó!”.
Mientras seguía caminando, la exdiputada -que bromeó al asegurar que habían hecho “apropósito lo del vino” y que dormiría la siesta luego- siguió caminando por la cocina hasta que abrió la heladera y descubrió la torta cuya decoración era con un auto marca Alfa Romeo. ¿Qué hizo Romina? Intentó morderlo para ver si era comestible. “No, no lo toques”, le pidió el cumpleañero quien quería disfrutarlo un poco más. Luego, le cantaron el feliz cumpleaños, ella fue la primera que se acercó a saludarlo y terminó el primer festejo del día.
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