El participante más grande de Gran Hermano, Walter Santiago -conocido como Alfa-, tenía un sueño, y era el poder festejar su cumpleaños junto con los demás integrantes de la casa más famosa del país. Sin embargo, Gran Hermano no se la iba a hacer tan fácil, y por ello debía cumplir un desafío especial: hacerles creer a todos que abandonaría el certamen por voluntad propia. A cambio, recibirían una paella para comer esa jornada y también compartirían una película, pedido que venían haciendo desde hace un tiempo.
Así las cosas, la primera parte de la prueba estaba superada, luego de que durante 24hs les hiciera creer a todos que los dejaría, tiempo en que la casa se revolucionó y se generaron llantos, reproches y los más variados comentarios. Pasado el tiempo, armó su valija y llegó hasta la puerta de salida, donde tras los diferentes amagues, anunció que se trataba de una broma. Y fue allí que tras volver al living, luego y mientras Romina lloraba desconsolada por la tristeza que le causaría la salida de Alfa, Santiago del Moro le pidió al participante que hablase y contase sus sensaciones al respecto.
“Yo estoy mal y estoy angustiado porque sentí que me iba. No estoy jorobando. Y si me sirvió es para darme cuenta cómo los quiero uno por uno, a todos. Hasta a Ariel”, hizo la salvedad sorprendiendo a los presentes. Y recordó que su compañero había tenido un noble gesto al pensar que de verdad dejaba el certamen. “Hoy cuando vino Ariel y me dijo ‘yo me voy a poner adelante tuyo’...”, comenzó a contar y Santiago del Moro lo interrumpió. “¿Cómo? ¿Ariel?”, se mostró anonado.
Inmediatamente Ariel -que estaba parado a su lado- rompió en llanto, se acercó, lo abrazó tomándolo por el cuello y hasta le dio un beso en el hombro, lo que conmovió a las redes sociales, menos a Alfa que no le devolvió el gesto y siguió con su discurso enumerando al resto de sus compañeros: “A Agustín, a Marcos, a Nacho, a Daniela, a Julieta y a este bastión, que es Romina, que está al lado mío desde el minuto 1″, dijo tomando de la mano a su compañera. Y también le dedicó palabras a Camila, quien se sumó al certamen el mismo día que Ariel: “Desde que entró hubo un lazo especial”.
Alfa, quebrado hasta las lágrimas, recibió el aplauso de todos sus compañeros. Y siguió: “Me dolió mucho. En serio. Le dije a Gran Hermano que no lo quería hacer. Es muy fuerte”. En tanto, Santiago del Moro aclaró que la prueba ya se había hecho en otras ediciones y que su intervención -la despedir al participante- fue para que todos obtuvieran más beneficios: tendrían dos botellas de vino para tomar mientras veían la película de autos que había pedido el cumpleañero. En verdad, Gran Hermano le había dado la posibilidad de que eligiera a un compañero, pero él no quiso y expresó que si no era con todos, prefería no hacerlo.
La jornada de cumpleaños se inició con Romina, Julieta y Daniela comandando la cocina mientras le preparaban el desayuno, apuradas a la espera de que no se despierte antes de llegar a su cometido. Café, jugo de naranja, agua fría, mermelada, tostadas, naranja, waffles con dulce de leche y hasta unas tostadas con palta fueron las delicias puestas en dos bandejas para comenzar esa jornada. Al levantarse el agasajado y acercarse al living, llegó el momento del primer canto de cumpleaños, para el que se sumó Ariel, que ya estaba allí viendo a las chicas manos a la obra.
Tras ello, entrarían en escena los demás participantes, momento en que llegaron los abrazos, saludos, besos y hasta tiradas de oreja, incluida la entrega de un regalo muy especial: en la última compra de supermercado se llevaron golosinas de más, las que él siempre pide, y se las entregaron con la condición de que no convide a nadie.
Luego, fue el momento del almuerzo: una paella y vino tinto para todos. Además, para completar la fiesta temática, les dejaron a todos unas remeras negras con la palabra “Security”, como las que suele usar el participante, y unos pañuelos para terminar de copiar su look. Después de armar contrarreloj la mesa y preparar todo, llegaron justo con los tiempos antes de que el cumpleañero apareciera en el living, momento en que volvieron a cantarle el cumpleaños.
“Durante muchos años, para mi cumpleaños comíamos paella en el Club de pescadores en Mar del Plata con mis viejos. Hoy estar acá para mí es (especial)... No sabía cómo iba a ser entrar a esta casa. Pensaba que iba a contar historias a la noche, conocerlos y dejarles algo mío. Me llevo más de lo que podía creer. Conocí gente increíble y otra que me fue indiferente”, comenzó diciendo el cumpleañero al momento del brindis.
“A veces digo que soy viejo, que estoy grande. Pero le puse el pecho igual a las pruebas. A pesar de que fui jodido en algunas cosas, nunca dije nada con maldad. Muchas veces lo que me pasó es que dije ‘son chicos, pucha. Y yo que viví más, les quiero enseñar’. Lo único que puedo decir es gracias. Lo único que faltaría es que esté María y que estén mis viejos, después está todo”, explicaría luego.
“Hay gente por la que no brindo, porque no me llegó”, se sinceró, pero se tomó dos segundos para nombrar a uno de los reciente eliminados: “Con Maxi discutí un montón de veces y me enojé con él, pero el último día vino a la pileta y me dijo ‘te quiero pedir el pañuelo, si me voy me quiero llevar un recuerdo tuyo’. El primo (por Marcos) fue un tipo que acá adentro, cuando estuve mal, me puso el hombro”. Tras el abrazo a Romina y el llanto con un sentido “te quiero mucho”, llegó el momento de ver la película entre todos.
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