Qué fue de la vida de Magaly Rodríguez luego de la fama que alcanzó en Gran Hermano 2001: “Me asustó vivir en Buenos Aires”

Oriunda de Mar del Plata, estuvo en la segunda edición del ciclo. Y disfrutaba de la popularidad y las ofertas artísticas que le legaban cuando decidió alejarse de todo. Cómo es su presente

Magaly Rodríguez en Gran Hermano

La segunda edición de Gran Hermano fue acaso la más compleja. Comenzó en agosto de 2001 y culminó el 1 de diciembre, en las vísperas del estallido social, político y económico de la Argentina. Pero claro, paredes adentro, para los participantes -en completo aislamiento- todo era alegría y felicidad. Al salir, podía ser distinto: Roberto Parra, por caso, vio cómo su premio de 200 mil dólares quedaba atrapado en el corralito.

Magaly Rodríguez participó de aquella temporada. Y aun conserva buenos recuerdos de lo vivido en el reality. Tenía 22 años cuando ingresó después de ganarse su lugar en un casting que se llevó adelante en su ciudad natal, Mar del Plata. Tras la elección de los productores, armó su bolso, se subió a un micro y emprendió su viaje a Buenos aires, con toda la ilusión a cuestas.

Tras su salida de GH, su primera experiencia en el medio artístico fue en el teatro, formandto parte de Adelante mis valientes, obra que se presentó en Carlos Paz. También hizo televisión, con presentaciones recurrentes en los programas de Marcelo Tinelli, Susana Giménez y Maru Botana, entre otros.

Para Magaly, el 2002 fue un año de trabajo en trabajo, sin parar, viviendo en un hotel. Hasta que se cansó de todo eso. Y pegó un portazo. Si bien estaba contenta con la fama adquirida, necesitó regresar a la cotidianidad con los suyos, en La Feliz. En ese momento su popularidad, al menos para los medios de Buenos Aires, se fue apagando. ¿Qué fue de su vida a partir de entonces? Se lo cuenta a Teleshow.

Magaly Rodríguez, hoy

—¿Qué recuerdo se te viene a la cabeza cuando pensás en tu paso por GH?

—De absoluta alegría y felicidad, sin lugar a dudas. Para mí fue una experiencia hermosa y espectacular que no voy a olvidar más, pero a la vez, lo vivo con nostalgia, no lo voy a negar. Ya pasaron 22 años, y cada vez que comienza una nueva edición de Gran Hermano lo vuelvo a vivir. No tengo más que palabras de agradecimientos porque fue algo que disfruté de principio a fin.

—¿Por qué te anotaste? ¿Qué fuiste a buscar?

—Lo hice porque mi hermana menor no se anotó. Ella tiene perfil muy bajo y me mandó a mí al casting. La que se enteró que lo estaban haciendo fue ella, pero me dijo de ir y yo no lo dudé. Tenía 19 años en ese momento. Con respecto a lo que fui a buscar, por supuesto que logré vivir lo que quería: ser elegida entre las ocho mil personas que se anotaron en Mar del Plata… Todavía no sé por qué quedé, qué vieron en mí. Imaginate que me decían que fuera en malla al casting e iba con pantalón, me decían que bailara y les decía que me daba vergüenza... Los productores me miraban como no entendiendo qué hacía ahí. Me parece que fue por eso que me eligieron: por mostrarme muy distinta (risas).

—¿Cómo era tu vida en Mar del Plata antes de Gran Hermano?

—Como cualquier piba de esa edad, tenía una vida muy normal. Estudiaba de terapia ocupacional desde hacía tres años, trabajaba y muy hogareña. Recién había nacido mi sobrina, yo estaba embobada con ella, así que pasaba mucho tiempo en familia. Sinceramente, no tengo mucho para contar de lo que hacía antes de GH, no era una vida distinta a la de cualquier otro. No era de salir mucho y esas cosas. Por eso es muy extraño mi ingreso a la casa.

Magaly Rodríguez y la valija de Gran Hermano 2001, aquella que estaba cargada de sueños

—Y de repente fuiste famosa. ¿Cómo viviste esa exposición?

—Fue muy loco. Lo pienso y no lo puedo creer. Hay que vivirlo para entenderlo. Era nadie cuando entré y cuando salí, me saludaban hasta los recolectores de basura colgados del camión. Me conocían y me gritaban de todos lados. No tomé conciencia de la locura que fue, como que rápidamente te acostumbrás y no te sentás a pensar. Me acuerdo que un día, recién salida, me dieron una semana para venir a Mardel a ver mi familia y me fui a mi peluquería del barrio, todo muy normal, pero cuando quise irme me tuvo que ir a buscar mi papá porque sino no iba a poder salir. Cargó la moto en la camioneta y nos fuimos. No sé la cantidad de personas que había afuera… Recién ahí me cayó la ficha de la exposición, de lo que realmente era. Pero me encantaba, siempre me tomé ese segundo para firmar un autógrafo, nunca me molestó, no fue una pérdida de tiempo ni algo por el estilo.

—Fuiste una de las que más trabajó en el medio en ese momento. ¿Por qué se cortó todo de un día para el otro?

—Es verdad, sí. Hice circo, teatro, televisión, y todo el tiempo me llegaban propuestas. Pero te soy sincera: me asustó vivir en Buenos Aires. No me olvido más que un día me fui a hablar con Marcos Gorban, el productor general de Telefe, y le dije: “Me vuelvo a Mar del Plata”. Me miró y me dijo estaba loca. Sé que tenía varias cosas para hacer pero extrañaba muchísimo a mi familia, mis cosas. En ese momento, cuando puse todo en la balanza, la familia pudo más que las propuestas en una ciudad distinta.

—¿Cuándo decidiste volverte a tu ciudad estabas en pareja?

—Estaba sola y feliz. Estaba viviendo toda esa locura que, repito, no me molestaba: me fascinaba. De eso nunca renegué. Pero extrañaba, y como no tenía nada que me atara, pegué la vuelta.

Magaly Rodríguez

—¿Hoy como es tu vida?

—Estuve 14 años casada y formé una familia hermosa. Tengo dos hijos de 13 y ocho años que son mi motor, literalmente, y los amores de mi vida. Hoy estoy enfocada en ellos. No estoy en pareja. Soltera y sin apuros, no tengo tiempo porque soy madre 24 horas.

—¿Estás trabajando?

—Sí, trabajo desde hace unos años para un estudio de cobranzas. Sin embargo, sigo manteniendo mi parte hipona y también me dedico al armado de talleres creativos: doy clases de macramé, pintura, etcétera. Esto es más como una recreación, pero que me apasiona. Es algo que me gusta mucho y me dedicó a esto en mis tiempos libres.

—¿La gente te sigue reconociendo?

—Sí, me pasa todavía que me conocen. Mirá, es algo raro, pero la gente me conoce más ahora que cuando estaba en Gran Hermano, en aquel momento a flor de piel. Me llama la atención porque tendría que ser al revés, pero me divierte mucho. Me gusta que todavía esté el recuerdo. Y si me piden una foto, por supuesto que encantada.

Magaly Rodríguez sigue en contacto con todos sus ex compañeros de Gran Hermano, como Silvina Luna

—¿Estás mirando la edición actual? ¿Ves a alguien parecido a vos en la forma de jugar?

—Sí, obvio que estoy pendiente de la pantalla y me miro los debates, las galas, todo. Soy la fan número uno. Es un programa entretenido. Lo era antes y lo es ahora, en los tiempos que corren. Veo las repercusiones en las redes sociales y es fabuloso. Yo tengo a mis favoritos ya: para mí van a llegar a la final Romi, Alfa, Marcos y creía que Juli también, pero bueno, se las mandó todas juntas y la eliminaron. De todos ellos creo que la ganadora va a ser Romi.

—¿Seguís en contacto con tus excompañeros?

—Seguimos en contacto la gran mayoría, tenemos un grupo de WhatsApp y estamos casi todos. Te imaginarás que claramente el grupo es un loquero… aún 20 años después. Y todos seguimos iguales en nuestra forma de ser. Parece que el tiempo se hubiera detenido.

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