En Gran Hermano 2022, se suceden situaciones a diario que generan más o menos afinidad entre los participantes de la casa más famosa del país.
Más allá de las estrategias del juego del ciclo de Telefe, en estos tres meses se han generado vínculos y lazos afectivos entre algunos de ellos, como es el caso de las parejas que se formaron entre Juliana Díaz y Maxi Giudici, Daniela Celis y Thiago Medina, Constanza Coti Romero y Alexis Quiroga, por ejemplo.
Pero también se han forjado relaciones de amistad, que a simple vista, parecen reales. Como la afinidad que hay entre Romina Uhrig y Walter Alfa Santiago, a pesar de pensar ideológicamente distinto en muchos aspectos de su vida, y también entre Agustín Guardis y Marcos Ginocchio.
Los que han quedado al margen de este tipo de relaciones son los dos jugadores nuevos que han entrado a la casa en el repechaje. Tal es el caso de Ariel Ansaldo y Camila Lattanzio. El participante de Berazategui con sus 45 años no logró captar la atención ni el afecto de los hermanitos y esta semana ha quedado en placa de nominados, junto a Maxi y Nacho Castañares.
Por su parte, Camila, si bien se muestra muy simpática y alegre con todos, se ha acercado mucho a Alfa, no se sabe si por estrategia ya que al ingresar a la casa después de haber comenzado el jugo tuvo información del exterior, o si es por un real sentimiento de protección hacia el jugador más grande del reality. Ella lo compara con su papá, que falleció hace un año.
Así las cosas, en la tarde de este sábado, los participantes se reunieron en la cocina y la joven su puso a relatar un hecho de su vida que llamó la atención de sus compañeros. En la mesa estaban sentados Walter, Marcos, Agustín, Nacho, Maxi y la Tora. Entonces la participante de Ituzaingó se lanzó a revelar una situación que vivió con el novio de su hermana melliza. “Una vez él se quedó a dormir en mi casa y mi hermana se fue a entrenar a la mañana”, comenzó contando ante la mirada de sus compañeros. “¿Y qué pasó?”, la interrogó Alfa. Ella continuó: “Bueno el pibe me tiró onda y a mí me pareció un poquito lindo, y bueno fue la única vez que me pasó y la cuestión es que después estuve yo con el chico”. “Ehhh”, le dijeron los hermanitos mientras comenzaron a opinar de lo mal que había actuado Camila. Ella, sin amedrentarse, continuó con su explicación. “Me lo empecé a comer, y viene mi hermana y el chabón ya quería estar conmigo”, confesó. “Ella lo echó, lo re cagó a puteadas”. Agustín le recriminó que ella estuvo con el chico que salía con su hermana y Camila se defendió: “No, no, yo no tenía nada que ver, mi hermana estuvo con el pibe”, pero finalmente admitió que ella se metió en el medio de los dos. Marcos, sentado enfrente de ella, la miraba serio, y hacía un gesto de desaprobación con la cabeza. Agustín solo adjetivó: “Buenísimo”, en forma irónica y Alfa le palmeó el brazo. El único que intentó poner paños fríos ante el relato de Camila fue Maxi, quien dijo: “Bueno, estas cosas pasan y uno a veces siente cosas en el momento...”, pero la nueva participante lo interrumpió y le dijo que ella no había sentido nada. “Fue de hija de puta, nomás, porque yo no sentí nada por ese chico”, disparó.
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