Mariano Iúdica abrió un restaurante en la playa: una carta a medida y un sueño familiar hecho realidad

El conductor y su esposa, Romina Propato, inauguraron un emprendimiento gastronómico muy especial en Villa Robles, a 15 km de Pinamar

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Mariano Iúdica abrió un restaurante en la playa junto a su compañera de vida, Romina Propato (Video: Instagram)

“Sucedió. Un sueño: tenemos un restaurante de playa con comida muy rica, con productos tremendos y una atención picante con una entrega apasionada por el servicio. Comida rica, buena y cariñosa atención. Y... es muy probable que suceda”, escribió Mariano Iúdica en su cuenta de Instagram junto a imágenes de un lanzamiento. ¿Un nuevo programa de televisión? No, la concreción de otro proyecto, uno añorado en familia, esos que se charlan, se fantasean y se construyen en pareja. El nacimiento de Gran Bamboo Beach, el emprendimiento gastronómico que el conductor y su compañera, Romina Propato, idearon por años pero que pusieron en marcha en menos de un mes, y hoy es un éxito.

Todo comenzó el último 8 de diciembre cuando llegaron a Villa Robles, un barrio privado en el kilómetro 374 de la ruta 11 -a 15 km de Pinamar- en donde la pareja planea construir una casa de verano. “Un amigo desarrolla este emprendimiento que es increíble, tiene un bosque impresionante, una flora y fauna hermosa... Hasta vino Ricky Martin a inaugurar el barrio: aterrizó acá porque tiene pista propia”, explica, entusiasmado. “Mirá, no es casualidad que fue el 8, el Día de la Virgen. Entonces para mí faltaba algo de calidad acá, y él me dijo: ‘¿Por qué no lo agarrás vos?’. Pero era fin de año, con un estrés galopante, Romina estaba cansada con el restaurante que ya tenemos en Buenos Aires -Grand Bamboo, en Vicente López-, entonces dudé: creí que no íbamos a llegar, que iba a perder plata”.

Mariano Iúdica y Romina Propato cumplieron el sueño de muchos: tener su propio emprendimiento gastronómico en la playa (Foto: Instagram)
Mariano Iúdica y Romina Propato cumplieron el sueño de muchos: tener su propio emprendimiento gastronómico en la playa (Foto: Instagram)

Sin embargo, fue su esposa quien lo convenció. “Ella quería hacerlo pero fue un año muy duro, la veía muy cansada. ‘No vas a llegar, mami’, le dije pero ella me respondió que sí, que iba a llegar. Entonces le dimos para adelante”, asegura Mariano frente a Teleshow. La sorpresa fue aún mayor cuando notó lo rápido que todo tomaba forma. No contaban con mucho tiempo porque la temporada estaba por comenzar, sin embargo se apoyaron, formaron equipo y lo lograron. “Mi cuñado, Marcelo, tiene una constructora y Romina es diseñadora de interiores. ¡En 12 días montaron todo!”, destaca.

Entonces comparte parte del proceso familiar: “Viajé a Qatar para alentar a la Selección en la final del Mundial el 18 de diciembre y en ese entonces solo estaban pintadas las sillas de blanco. Cuando volví me emocioné porque no podía creer lo que habían hecho. Encaramos la mudanza de todo lo de Buenos Aires, nos apoyamos mucho en el restaurante que ya tenemos armado, me traje a mi equipo, contraté un todoterreno que es sommelier, cocinero, hace todo, un monstruo total, y me dieron una mano grande mis amigos y proveedores de Pinamar y Cariló. Pensá que entré a la temporada cuando ya todos tenían armado sus proyectos”.

El conductor cocina y sale a ofrecer a los clientes cada plato que agrega a la carta
El conductor cocina y sale a ofrecer a los clientes cada plato que agrega a la carta
Romina Propato está en cada detalle
Romina Propato está en cada detalle

Al instante pudieron olfatear que contaban con algo grande entre sus manos. “No habíamos terminado de armar y la gente ya venía a hacernos pedidos”, recuerda. El sueño se materializó, y el restaurante atiende jornada completa: abre todo el día, ofreciendo las cuatro comidas mas licuados, helados... El parador no descansa. Varias noches a la semana se organizan eventos especiales, cenas show o veladas con alguna temática definida. Noche de sushi, noche italiana con un horno de barro móvil, noche flamenca con un espectáculo de Baldomero Cádiz o la noche de Bodega Falasco, con una carta por pasos y maridaje de vino. La gente de Heraclito, que hacen un gin nacional que ganó premios, no dudó en sumarse al ver los posteos en redes del evento que armaron en año nuevo y le montaron sombrillas, mantas, mandaron a su bartender y capacitaron a la gente para jerarquizar la coctelería. Los días y las noches están en constante movimiento, siempre para sumar. Y los comensales lo agradecen: los 150 cubiertos siempre están completos.

Los platos de mar son los más pedidos
Los platos de mar son los más pedidos

Faltaba un pequeño gran detalle. Si el conductor siempre se las ingenia para montarse un rinconcito de cocina en cada uno de sus programas, ¿cómo no iba a cocinar en su propio restaurante? “Romina me dijo: ´Esto está para que vos cocines´. Hicimos la fiesta del 31 de diciembre hasta las 5 de la mañana y la rompió. Me mandé a buscar mis cuchillos y todas mis cosas. Agregamos un risotto de langostinos, y gustó. Una paella, gustó. Y así se fue armando”, asegura Iúdica. Y entonces se repartieron bien los roles: “Romina es bartender y está en el planeamiento, es quien piensa las puestas, esas noches especiales. Y yo, en la cocina, salgo a ofrecer los platos nuevos que voy incorporando”.

Con una carta en constante movimiento, el restaurante de playa ofrece las cuatro comidas
Con una carta en constante movimiento, el restaurante de playa ofrece las cuatro comidas

Con una carta que oscila entre el estado de ánimo de Iúdica, sus antojos y las ganas del día, se pueden encontrar las opciones más variadas. Para la gente joven hacen burritos, tacos, wraps y hay opciones veggies y sin tacc. Los platos estrellas que se sirven a la noche van más por el lado del mar. “Una sorpresa maravillosa, nos hizo estar atentos con la vajilla y el servicio. Nos llevó a subir la categoría del restaurante, damos de comer rico con una atención zarpada”, repite feliz. Y confiesa: “Ni loco esperaba todo esto, pensé que iba a pérdida, que no iba a conseguir proveedores, entré por la ventana y la rompió. Es como una temporada de verano: está la familia y todos estamos contentos. Estamos viviendo una película que quisimos vivir toda la vida, el lugar que quisimos siempre atendido por sus dueños. Yo lo llamo: el restorán de mar de Romina y Mariano”.

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