Quienes estuvieron algunos meses encerrados en la casa de Gran Hermano, aseguran que llegado un momento el aislamiento y los problemas de convivencia comienzan a hacer mella en la psiquis de los participantes. De hecho, hay ex hermanitos que aseguran haber tenido pesadillas y momentos de angustia. Y algo por el estilo le debe haber pasado en las últimas horas a Julieta Poggio, quien sufrió un ataque de llanto que lo le permitía ni siquiera levantarse de la cama.
Preocupado por esta situación, quien se acercó a tratar de consolar a la joven fue ni más ni menos que Walter Alfa Santiago, el mayor de los concursantes, quien siempre demostró tener un cariño especial por la muchacha. “Vamos, ¿qué te pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa chiquita? ¿Qué pasó Julita?”, le dijo el hombre de 60 años mientras la abrazaba tratando de contenerla.
Pero Julieta se negó a revelar el motivo de sus lágrimas, consciente de que todo lo que dijera iba a tomar estado público. “No puedo contar... no puedo, porque está lleno de cámaras”, le dijo la joven sin poder disimular el nudo que le cerraba la garganta y con los ojos empañados.
“¿Qué te pasa? Contame... yo soy como tu papá. ¿Es algo grave”, insistió Alfa, tomándola fuerte de las manos. “No puedo... ya lo voy a hablar con la psicóloga. No lo puedo contar. Ya hablé y me dijeron que en un rato puedo hablar...”, indicó ella Julieta. Cabe recordar que, en estos casos, los participantes pueden pedirle a la producción que les gestione una consulta privada con una terapeuta profesional.
Claro que el exvendedor de autos no se dio por vencido y siguió indagando. “No puedo Alfa. Hay cosas que no se pueden contar acá. Es algo que a mí me pone mal”, repetía Julieta. Pero él le dijo en tono paternal: “Vos sabés que te adoro como si fueras una hija. ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan triste? ¿Es grave? Yo no soy tu papá, pero si necesitas hablar conmigo... yo tengo una hija, yo la crié. Mi hija para mí es una princesa, yo siempre hice lo mejor para ella. Aunque yo no sea tu papá y no tenga ningún lazo con vos, si vos necesitas alguien que te escuche, yo te puedo entender. No desmerezco a nadie, pero los demás son más chicos, yo te puedo entender”.
“Gracias, ya se me va a pasar”, dijo Julieta para dar por finalizada la charla. Y, minutos más tarde, tomó coraje para levantarse de la cama. Previo a este episodio, la joven oriunda de Flores había estado dialogando con Romina Uhrig y Lucila la Tora Villar. Y en esa charla había manifestado lo mucho que extrañaba a su familia, en especial, a su madre, Patricia Destefani.
“Haber pasado dos placas, a mí me ayudó un montón. Y a vos también, Ju”, le había dicho la exdiputada, cuando la casa entera se lamentaba por la partida de Thiago Medina. Y aunque estuvo de acuerdo con su compañera, Poggio manifestó: “Sí, pero a veces necesitás a tu familia. A mi mamá. Yo nunca extraño, pero a veces necesitaría estar un ratito con ellos”,
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