El nombre que no fue, el trabajo de cajero de supermercado, sus manías al leer el diario y otros 29 hechos de Luis Novaresio

Rosarino de pura cepa desde chico supo que quería ser periodista pero estudió Derecho. Hoy es uno de los profesionales más influyentes y respetado de los medios nacionales

Luis Novaresio

1. Nació el 17 de abril de 1964 en Rosario. Su nombre completo es Luis Esteban Novaresio. Se llama Luis en honor a su abuelo paterno y Esteban por un tío sacerdote. Sus padres le querían poner Livio pero el Registro Civil no lo autorizó.

2. Su papá se llamaba Luciano Ricardo Alba Novaresio. “Alba lo heredó de una tía encaprichada con tener una sobrina que llevase su nombre y a quien nadie pudo hacer entrar en razón cuando la partera gritó ¡Es un varón!”, le dijo al colega Sebastián Soldano en Teleshow.

3. María Olimpia Castagna era el nombre de su mamá. Ambos eran italianos. Escaparon de su país durante la Segunda Guerra Mundial y llegaron a Adrogué, contratados por la Siam. Aprendieron a hablar en castellano leyendo el diario.

4. Después de dos años se instalaron en Rosario y apostaron a la apertura de su propio taller de rectificaciones de piezas y tratamientos térmicos. “Les fue muy bien por un tiempo. Y entonces... ¡Ay! Ya ni siquiera tengo ganas de nombrar a aquel ministro. Pero digamos que la revolución industrial de Carlos Menem liquidó a mi papá a tal punto que murió de tristeza”.

5. Recuerda la muerte de sus padres como dos de los momentos más tristes de su vida. “Mi papá en el 85, fue a una fiesta, y mi mamá me llamó y me dijo que se estaba muriendo. Y mi viejo, que fue un tipo formidable, tuvo hasta la caballerosidad de esperarme. Yo llegué a la casa de mi mamá y le dije a mi papá que ya venía la ambulancia pero él me miró a los ojos yme dijo no va más, y ahí falleció”, contó en Podemos Hablar.

“Desde que tengo uso de razón tuve claro que quería ser periodista y tuve claro que quería ser periodista de radio. Todo lo otro vino por añadidura”, aseguró Luis Novaresio

6. En el mismo programa reveló que le pasó algo muy similar con su mamá, que falleció en abril de 2017. Se encontraba haciendo radio en Rosario y en pleno programa lo llama un médico (llamado Ángel Gabriel) para informarle que su mamá se había ido. “Cuando llegué al hospital me dijeron que mi mamá todavía estaba viva. Me acerqué, le tomé la mano y le dije ya está tranqui, y ahí falleció”.

7. “Nací medianera de por medio del Club El Tala. Cochabamba entre 1º de mayo y 25 de diciembre; una infancia en un departamento de pasillo ancho, hermoso, feliz... Tengo los mejores recuerdos de aquella época, porque tuve amigos de mi cuadra con los que jugábamos en la vereda y compartíamos la pileta del club. A la vuelta de casa, estaba la maestra de piano. Del otro lado, la dentista, y en la esquina, el almacén. En la otra esquina, la mercería y enfrente el médico. Un barrio en serio. Tengo el mejor recuerdo de mi niñez y adolescencia. Fui feliz. Y, sí, recuerdo mucho la pileta del Club El Tala, quizás porque amo la natación como deporte”, contó en el portal Solo líderes.

8. En su casa se escuchaba mucho la radio y todavía conserva la radio Spika forrada en cuero marrón.

9. Al terminar el secundario trabajó de cajero en un supermercado. Después consiguió empleo en el consulado italiano con un sueldo impensado. “De repente empecé a ver mucha plata. Era un pibe de 22 y me pagaban, como decirte, 4 mil dólares mensuales por un trabajo administrativo muy pavo”.

10. En esa época ganó una beca de estudiante en la Università di Siena y decidió radicarse en la Toscana, Italia. “De lunes a miércoles era mozo en un bodegón y el resto de la semana me dedicaba a la vida nómade de mochilas y albergues”.

Luis Novaresio afirma que “La comunicación como género, el periodismo como especie, no es ninguna otra cosa que contar una historia. Y saberque del otro lado hay un tipo a quien vos tenés que seducir para que esa historia le resulte interesante. Es un acto casi sexual, con un cariz sexual” (Foto: Gastón Taylor)

11. Quería ser periodista pero la facultad de Periodismo en Rosario había sido cerrada por la dictadura, estudiar en La Plata era muy difícil y en la UBA no había periodismo todavía.

12. Se decidió por Derecho. Es el primer integrante de una familia pequeña que tiene un título universitario.

13. “Cuando terminé Derecho ejercí muchísimo en Rosario como abogado. Feliz, me encantaba, me divertía mucho, pero siempre quería ser periodista de radio. Toqué todas las puertas del caso. Hablé con todas las directivas: buenas, soy Luis Novaresio, quiero trabajar en la radio. Me acuerdo que la directora de la radio nacional de Rosario, una mujer divina, me dijo: ‘Lo único que tengo es un micro de básquet’. Sí, le digo, sé un montón de básquet. Yo no pude jugar nunca ningún deporte, primero soy pésimo, y aparte no veo, literal. Desde muy chico soy muy astigmático, miope y ahora también tengo presbicia. Entonces no podía jugar, soy muy malo, lo único que hacía era nadar. Nadé mucho y bastante bien. Pero básquet nada. Y me reconocí muy valiente por decir ‘sé un montón de básquet’. Y salí de ahí y le digo a mi viejo: ‘Voy a hacer un micro de básquet en Radio Nacional’. Me dice: ‘Pero si no sabés nada’”, contó en el ciclo Cómo llegué hasta aquí de Infobae.

14. Un día leyó un aviso en el diario que decía: “Canal de televisión busca jóvenes universitarios con vocación periodística”. Era Canal 3 de Rosario. Se presentó pero no lo seleccionaron pero una productora quedó embarazada y lo llamaron. “Empecé a trabajar a mis 21, 22 años, haciendo de ‘che, pibe’ en un canal de televisión. Yo le abría la puerta a los invitados que entraban al programa”.

15. “De ahí en adelante hice todos y cada uno de los puestos de los que iban faltando: atender el teléfono, buscar una nota, producir, grafista, editor de video, asistente de producción, estar en el control. Me dio un conocimiento fenomenal entender cómo se pone un canal de televisión al aire. Cuando ya después conduje un programa me decían: ‘No llega el chico de tape, no llega a editar’, yo sabía cuánto tiempo tardaba, no llegaba porque no llegaba o no llegaba porque era un jodido que no quería llegar”, recordó en Cómo llegué hasta aquí.

“Estudié la carrera de Derecho, estoy feliz de haber transitado, de haberme recibido de abogado, porque es una carrera que al día de hoy me ayuda un montón”, recomienda Luis Novaresio

16. Reconoce varias manías. No puede comprar ropa y usarla de inmediato. “¡Se guarda para cuando haya que salir!”. No le gusta que lean el diario papel antes que él; si lo leen antes, suele ir a buscar otro diario. Tampoco acepta que le plieguen los ejemplares, o le saquen los suplementos.

17. Otra de sus manías es con los números pares como no le gustan se despierta solo en los impares. Por ejemplo, a las 4:01.

18. También es muy supersticioso. “Si me contás que las copas ubicadas en el centro de la mesa traen suerte, la pondré así toda mi vida. Trato de enterarme lo menos posible de esas cosas porque soy ultra supersticioso. No pasa por debajo de una escalera ni doy la sal en la mano. Ni nombro al bicho que se arrastra”, reveló en la revista Pronto.

Luis Novaresio confiesa: “Le tengo terror a la pobreza. Todavía hoy sigo siendo muy gringo para eso. A principio de mes ya separo la guita para los impuestos, para la prepaga, para todo eso que supone el deber" (Foto: Luciano González)

19. Cocina aceptablemente bien, lo que mejor le sale son las pastas.

20. Acepta no ser bueno para los deportes. “Yo no pude jugar nunca ningún deporte, primero soy pésimo, y aparte no veo, literal. Desde muy chico soy muy astigmático, miope y ahora también tengo presbicia”.

21. Admite que se enoja muy seguido. “Se me nota en la cara, en el tono de voz, en la forma. Sí, se sabe: grito. Se sabe clarito que me enojo. En lo laboral, me enoja la falta de disciplina y rigurosidad. Y en la vida me enojan un montón de cosas: el tránsito, el estado del país, el modo poco afectuoso de hacer lo que uno hace”.

22. Entre sus defectos también nombra la ansiedad, un cierto grado de egocentrismo y soberbia y alguna carencia de autoestima. La virtud que se reconoce, y de la que está orgulloso, es la tenacidad. “No he sido dotado con ningún don extraordinario. Sí, el de la tenacidad. Y no es poco”.

23. Es un apasionado de las canciones brasileñas interpretadas por Maria Bethânia y le gusta mucho Brasil como destino de vacaciones.

24. Disfruta de todo aquello que huela a limón, quizás porque este aroma le trae reminiscencias de su infancia en Rosario y las visitas a la casa de su abuela.

Luis Novaresio y su marido, Braulio Bauab. “Lavo muy bien los platos, porque me resulta una gran terapia. Soy buen besador. Un don que pelea posición con el de la escucha. Y me gusta escribir cartas en circunstancias precisas a quienes quiero mucho”, enumera el periodista

25. Su amor platónico era el actor Tom Selleck. Pero la magia se esfumó al descubrir que “el tipo era ideológicamente siniestro, de ultra derecha y hasta miembro de la Asociación Nacional del Rifle”.

26. Novaresio tuvo “algunas novias” hasta sus 19. Después se enamoró de Alberto. “Mi primer amor fue un levante callejero”, recordó en Infobae. “Se trataba de un pibe fuera de serie que, incluso, me abrió la puerta a una gran pasión: la música clásica y, particularmente, la ópera”, dice. “Lo llamaban el turco, tenía una familia hermosa y realmente era un fenómeno. Yo ya vivía en Buenos Aires cuando llamaron para darme la espantosa noticia: había sido asesinado en un hecho de robo tremendo.

27. Con su esposo, Braulio Bauab se conocieron gracias a una amiga en común, Muriel Balbi que le dijo que “un amigo te quiere conocer”. Novaresio le contestó que no quería iniciar una relación y ella le advirtió Braulio, era vecino suyo del edificio, sin embargo tras vivir ocho años en el mismo lugar, jamás se habían cruzado.

28. Su amiga le dijo que “Si un día te cruzás a alguien en el edificio que te dice: ´necesito una tacita de azúcar´, es mi amigo”. Días después, el ganador del Martín Fierro bajó al parque y se encontró con un hombre que le preguntó, justamente, si no tenía la famosa tacita de azúcar. “ Y ahí nos conocimos”, recordó en PH.

29. En septiembre de 2019, el periodista hizo referencia por primera vez a su novio cuando recibió un Martín Fierro: “Quiero dedicarlo a los que amamos. Estoy muy banal y muy frívolo. Pero creo que si uno no puede reconocerse amante de los que ama, la vida no tiene sentido. No hace falta nombrarlos porque está absolutamente claro. Para vos, que te amo”, declaró.

30. Luego, blanqueó su relación amorosa en Instagram al compartir una foto con Braulio: “Muchas gracias por los mensajes. Siempre creí que la felicidad era un hecho privado. Hoy sé que compartirla la hace más plena”.

El padre de Luis Novaresio lo marcó con una frase “La que más recuerdo es: ´Hacer las cosas bien y hacerlas mal es exactamente lo mismo en tiempo y esfuerzo. Sólo que si las hacés mal, vas a hacerlas dos veces´. La apliqué a la diaria por el resto de mi vida”

31. En julio de 2020 en plena pandemia se comprometieron y un año más tarde se casaron en el Registro Civil de la calle Uruguay. Al salir, el periodista mostró la libreta roja frente a las cámaras y dijo: “Ahora somos más que un pariente, y Braulio es mucho más que lo que conocí hasta ahora y me hace muy feliz”.

32. “Debo decir que yo estoy acá porque soy fruto del esfuerzo compartido con mi familia, del esfuerzo. ¿Qué talento te dieron a vos? A Lanata le dieron miles de talentos, la creatividad que le desborda, la impronta. A mí me dieron un solo talento: los remos. Yo soy un gran remador. Remador tenaz. El esfuerzo, la tenacidad y la persecución del deseo. Yo no esperaba tanto de mí, no esperaba ser tan feliz con lo que hago, tiene que ver mucho con la lectura. Mucho con la literatura. Mucho con la curiosidad y mucho con el esfuerzo. Todo eso se resume en algo que dije al comienzo: el deseo es el mejor arquitecto de la vida. Se los puedo asegurar. Se los puedo probar. Y para perseguir el deseo hay que ponerle garra, esfuerzo, polenta, tenacidad y saber qué te hace muy feliz. Eso es un poco anárquicamente mi camino”. (Infobae)

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